miércoles, 30 de mayo de 2012

LA GUERRA DE LA TRIPLE INFAMIA ULTIMA PARTE.


LA GUERRA DE LA TRIPLE INFAMIA ULTIMA PARTE.

Solano López continuo la obra de su padre, con lo que se gano la enemistad de Buenos Aires y Río de Janeiro que veían al “modelo paraguayo” –que había llevado a esta pequeña nación al rango de una potencia comparable con las que señoreaban en Europa como un mal ejemplo para las Republicas Sudamericanas. Rápidamente Solano Lopez comprendió que su patria se hallaba en una encerrona geopolítica entre los apabullantes Imperio de Brasil y la Republica Argentina, por lo que dijo en su discurso inaugural de asunción del mando “La Nación debe romper su relativo aislamiento y hacer oír la voz de Paraguay fuera oída” .... no sabia que estaba cavándose la fosa. Para 1860 la Guerra de Secesión, desastada entre el Norte abolicionista y el Sur esclavista en los futuros Estaos Unidos estaba ocasionando una gran falta de algodón en el ascendente mercado mundial: Justamente era el producto mas anhelado por Gran Bretaña del prospero Paraguay-. Este fenómeno fue excelentemente investigado por el malogrado Ortega Peña y Duhalde.

Además del problema del algodón –al decir de Perez Amuchastegui- Inglaterra no podía permitir que Paraguay no se abriera a los generosos préstamos y manufacturas que la Rubia Albion, por lo que el Foreign Office supo incentivar las ambiciones brasileñas sobre el Matto Grosso para abrir en la América meridional un campo de Agramante que diera por resultado el aplastamiento del orgulloso Paraguay,la destrucción de sus industrias, la entrega de sus riquezas al juego de las finanzas internacionales y la apertura de sus ríos en beneficio del comercio.

El Brasil fue el instrumento utilizado por Gran Bretaña para doblegar al Paraguay, y la guerra civil uruguaya el medio para la realización del fin; nuestro país ingresaría a la Triple Alianza durante la presidencia de Mitre dado la unión sólida que la oligarquía del puerto había tejido con la Banca británica y la tradicional amistad existente entre Londres y Buenos Aires.

Lo que termino de decidir a la corona inglesa a poner en marcha el satánico plan fue la decisión del Mariscal de modificar –en 1864- el régimen aduanero, aplicando mayores tasas a los productos importados. La reacción del ministro Edward Thornton nos exime de cualquier comentario: “El tirano López debe ser revelado del mando por una revolución engendrada en una invasión extranjera”, los acólitos diarios porteños clamaron entonces por “El fin de la oprobiosa tiranía instaurada por López en Paraguay, invitando a la guerra contra el déspota”.

En el plano fáctico el conflicto se inicia en el Uruguay donde para abril de 1863 el general Venancio Flores –del liberal partido Colorado- desembarca en territorio oriental para iniciar las hostilidades contra el presidente constitucional Prudencio Berro-que representaba en el poder al partido Blanco, naturalmente que tal decisión contaba con el aval de Mitre, Rufino de Elizalde, su Canciller, y con el visto bueno del Brasil: El Barón de Maua cruza el Río de la Plata para advertir a Mitre que Urquiza esta en tratativas con López y los blancos orientales. El Canciller Elizalde emite un comunicado en el que asegura que “Son infundadas e injustas las quejas del gobierno de Montevideo de las cuales se ha hecho eco el Paraguay”


La decisión de Río de Janeiro de no mantenerse al margen de lo que sucede en Uruguay convence a Urquiza de la necesidad de cortar lastre con el Mariscal y con Berro. La respuesta de López será impartir instrucciones a los comandos militares para reunir y organizar tropas. Río de Janeiro envía un ultimátum al Uruguay , con el pretexto de “proteger el honor y la vida de los brasileños en la Banda Oriental se exige el castigo de los criminales y la indemnización a los brasileños perjudicados” (...) “En caso contrario se advierte que la escuadra Imperial bloqueara Montevideo y el ejercito invadirá el país”. El gobierno oriental responde con formulas diplomáticas para dar largas al asunto.

En agosto de 1864 tropas brasileñas ingresan por el norte oriental, días antes el Canciller argentino Elizalde anuncia a la prensa que “Nuestro país garantiza la colaboración con la intervención militar brasilera en el Uruguay”..... el circulo comenzaba a cerrarse sobre el gobernante paraguayo. Inesperadamente López envía una nota a Rio de Janeiro en la que afirma “juzgaremos cualquier ocupación del territorio oriental como atentatoria al equilibrio de Estados en el Plata, al poco tiempo la flota guarani captura al barco brasileño Marquez de Olinda y prepara incursiones sobre el Matto Grosso:El 12 de noviembre ambos gobiernos están en guerra.

La respuesta brasilera es el bombardeo naval sobre Paysandú, produciéndose una heroica defensa de la plaza por parte de los sanduceros que resisten enhiestos a mas de 10.000 atacantes, Lopez , mientras espera vanamente un pronunciamiento de Urquiza, inicia operaciones en la frontera oeste pidiéndole a Mitre autorización para “transitar por los despoblados territorios de las Misiones” (...en camino a Montevideo...). Mientras tanto los heroicos defensores de Paysandú claudican ante el arrollador avance brasileño, obligando a los orientales a retroceder hasta Montevideo para evitar que caiga la capital del estado. Pese a estos esfuerzos el 20 de febrero Venancio Flores ingresa victorioso a Montevideo, dando fin a la guerra civil. Uno de sus primeros actos de gobierno es declararle la guerra al Paraguay.

En febrero del año siguiente Mitre anoticia a Urquiza que “sea que se efectúe o no la alianza, la Republica Argentina se obliga a consentir el paso por su territorio a los ejércitos de Brasil en marcha hacia el Paraguay” .... las cartas estaban echadas. La respuesta de López llega 10 días después: Paraguay le declara la guerra a Argentina; el 1° de Mayo de 1865 Argentina, Brasil y Uruguay firman el Tratado de la Triple Alianza.Es interesante destacar que dicho acuerdo permaneció secreto hasta 1886 cuando el Foreign Office lo dio a la luz en versión inglesa.

La guerra desigual duro cinco años –1865-1870-de dura resistencia guarani frente a fuerzas que la superaban en numero y equipamiento bélico, que equivocado estaba Mitre cuando predijo “ En 24 horas en los cuarteles, en 15 días en campaña y en tres meses en Asunción”; en cambio Perez Amuchastegui nos da otra visión del conflicto “Tal vez los anales del mundo no registren una guerra mas impopular  (...) Solo un grupo minúsculo apoyaba con ahínco la ingerencia argentina en el país hermano  (...) Los paraguayos peleaban cono bárbaros, para ellos la guerra era cuestión de vida o muerte, pues no valía la pena vivir en un Paraguay arrasado –por ello hasta niños de corta edad fueron llamaditos a filas-.


Los brasileños, en su mayoría esclavos forzados a empuñar las armas, peleaban sin entusiasmo, con la resignación propia de la raza subyugada; los uruguayo y argentinos, voluntarios engrillados y mercenarios europeos a sueldo, trataban de salvar la vida como Dios les ayudara.
Al cabo de un lustro sucumbieron mas de 700.000 paraguayos, los altos hornos y las fundiciones fueron voladas; los sembrados arrasados. Para colmo de males Brasil no respeto la integridad territorial del Paraguay –tal cual establecía el Tratado-, sino que se quedo con buena parte del Matto Grosso, las armas y trofeos capturados.

Como señalamos líneas arriba Urquiza traiciono a Lopez, ya que no solo no se alió con el en contra de Mitre, sino que se gano 400.000 patacones vendiéndole 30000 caballos al ejercito brasileño, era evidente que el entrerriano hacia rato que había abandonado los principios que le dieron la victoria en Cepeda
Técnicamente la guerra termino en Cerro Cora el 1° de marzo de 1870 cuando los camba pasaron a degüello a la guardia del Mariscal, comenzando por López y su hijo: Bala, lanza y cuchillo pusieron fin a la osadía guarani de crear algo diferente al modelo genuflexo de las republicas Sudamericanas en el ultimo tercio del siglo XIX .
Un reconocimiento histórico de la guapeza paraguaya lo realizo el Presidente Peron , en la década del ’50, al devolver los escasos trofeos de guerra que las tropas de Mitre habían adquirido en el servicio prestado al Imperio Británico.

PROFESOR LUIS MERA
UNIVERSIDAD NACIONAL DE LO MAS DE ZAMORA

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