lunes, 14 de mayo de 2012

Obras Completas. Juan D. Perón Discursos año 1945.


Acto homenaje realizado por los ferroviarios en Midlan, en Libertad, Merlo.
3 de marzo de 1945.


Mística en las masas que defienden el voto.
El hombre nuevo-el hombre joven: su rol en el la cosa pública, en el Estado: trabajar honradamente.

    “Hoy, los moldes viejos han sido rotos, y fundiremos sobre nuevos moldes. Se engañan aquellos que creen que con los mismos sistemas pueden volver a situaciones semejantes. Ni en el campo político ni en el social pueden nuestras conquistas ser ya borradas de la vida argentina, y si alguno lo intentara, debe saber que nos hemos de levantar todos para impedirlo.

    Este mismo panorama que estoy presenciando lo he visto hace pocos días a lo largo del país, hasta la provincia de Tucumán. Hay una nueva mística en las masas. Afirmo que he de seguir trabajando incansablemente para que cada argentino se convenza de que conforme a la honradez con que proceda, con la honradez con que sepa elegir a los futuros gobernantes y la honradez con que les imponga el cumplimiento de su deber a los nuevos gobernantes, por humilde que sea, es un piñón de ese extraordinario mecanismo que es todo el país. En el futuro, no tendremos nada que temer porque aquel que caiga en el delito nuevamente o robe su voto al ciudadano será castigado por la ley, y si la ley no castiga lo castigaremos nosotros.

    Es satisfactorio ver que la Revolución ha cumplido un ciclo, pero lo es más ver que ella esta en el pueblo, que los hombres y las mujeres han llegado a comprenderla en su síntesis y esencia y la han comprendido aquellos que más merecen comprenderla: los hombres que trabajan y producen, y no los que consumen sin producir.
La Revolución tiene en su postulado un símbolo, el símbolo de los hombres nuevos, de los hombres jóvenes. Han de despedirse para siempre muchos viejos que delinquieron en el manejo de la cosa pública, porque esos no volverán. Tienen marcado el cambio: de donde están, a su casa, y de su casa al cementerio; pero jamás a la cosa publica.

    La República debe defender su futuro y cada hombre joven en su puesto debe saber que esta en un puesto de combate para no permitir que las generaciones caducas que fracasaron en la conducción del Estado vuelvan a tomar el gobierno en sus manos para desvirtuar sus verdaderos fines.
Los jóvenes tienen en esta hora una responsabilidad tremenda. Ellos son los únicos que pueden prolongar la Revolución hasta la consumación total de su obra purificadora. Los jóvenes deben tener cada uno una bandera en su casa y un símbolo en su corazón que les asegure que, para salvar al país, hay un solo camino: trabajar honradamente por el bien argentino, persuadidos de que si cada uno no es capaz de cumplir con su deber, el país no será restaurado jamás ni recuperaremos para la Patria los bienes maravillosos que la naturaleza ha sembrado a manos llenas.”

Prof GB 

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