miércoles, 28 de noviembre de 2012

MAS SOBRE EL BUITRISMO, RAMBLE TAMBLE ACLARA

Mientras los sabios locales exigen el pago a los buitres en iguales condiciones que los acreedores legítimos, otra estrategia, compartida por Lorenzino y Cristina, perdón por Cristina y Lorenzino, resulta la que se analiza en esta nota de Cristian Carrillo, no Cristian Castillo el Chippi , que considera tooooda la deuda ilegítima e ilegítimo de cabo a rabo todo lo acontecido en el país y el mundo desde la crusifixión de Cristo, nuestro señor , y más.

Apostar al default

Pese a disponer de los dólares para pagar a los acreedores, el país puede ser declarado en “default técnico” porque el fallo de Griesa impide a acreedores del exterior cobrar los próximos vencimiento de deuda.


En los últimos años se registraron importantes avances en la arquitectura financiera, pero también se multiplicaron los instrumentos de especulación. La mayoría de estas nuevas herramientas se ofrecen como cobertura frente a eventualidades políticas y económicas, pero generalmente se utilizan para forzarlas. La utilización de este tipo de instrumentos, como los Credit Default Swaps (CDS) –seguro contra riesgo de default–, por parte de los fondos buitre para favorecerse de un “default técnico” de la Argentina es lo que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, describieron esta semana. Estos derivados, que fueron prohibidos en Europa el año pasado, son responsables de la quiebra de varias entidades financieras luego de la crisis de las subprime.

El litigio que enfrenta al país con fondos buitre que rechazaron ingresar a la reestructuración de sus bonos defolteados suma una serie de fallos adversos para la Argentina, todos con la rúbrica del juez del Segundo Distrito de Nueva York, Thomas Griesa. El reclamo de esos fondos especulativos, así como las decisiones de Griesa, se aleja incluso de la búsqueda de soluciones intermedias que pretenden compartir la carga de la deuda y se acerca más a una estrategia de obstaculizar los mecanismos de pago a acreedores. Esto podría llevar al país a un “default técnico”, que se refiere al hecho de no pagar en tiempo y forma los compromisos, pese a que haya intención de hacerlo y se cuente con los recursos para ello. “Tengo una hipótesis que comparto con el ministro de Economía y es que, en realidad, los holdouts, más que cobrar, contrataron un derivado financiero en mercados no regulados que son los Credit Default Swaps”, señaló Cristina.

Los CDS son contratos sobre un determinado instrumento de crédito, como son los títulos de deuda soberana, para protegerse ante el incumplimiento del préstamo. El comprador paga una prima por adelantado anualmente y los vendedores, la cantidad del seguro en caso de incumplimiento. El mecanismo es similar a una póliza de seguros, pero se diferencia en que no se requiere que el comprador del CDS sea el propietario de la deuda. Este tipo se denomina CDS naked (desnuda) y es una apuesta. En este caso suele haber más contratos de CDS (de incumplimiento) que títulos emitidos. Estos derivados no se negocian en un mercado formal, sino que se pacta entre las partes de acuerdo con condiciones particulares. No existe regulación sobre estas operaciones. Se diferencian de los créditos de igual nombre que releva la Depository Trust and Clearing Corporation, la mayor compañía del mundo de servicios financieros.

El Parlamento europeo prohibió este tipo de derivados en diciembre último debido a su responsabilidad en el desenlace de distintas quiebras que se verificaron durante la crisis. Es lo que estarían haciendo los fondos buitre con Argentina. Los CDS fueron utilizados como instrumentos de ataque a la deuda pública de algunos países, como es el caso de Grecia, en 2010. También fueron responsables de la caída en 2008 de la aseguradora estadounidense American International Group (AIG). Previo al estallido de las hipotecas de alto riesgo, los contratos de CDS pendientes de pago sumaban unos 50 billones de dólares, aunque se trata de estimaciones, ante la falta de estadísticas en un mercado informal.

“Están apostando mucha plata a que alguna calificadora diga que Argentina incumplió sus obligaciones, independientemente de si eso sucede o no, y que eso gatille el pago de un seguro –estimado en alrededor de 2000 millones de dólares– comprado en el mercado y les terminen pagando mucha plata”, afirmó Lorenzino. El círculo se cierra al constatar que el comité que decide si un país incurrió en default, la International Swap and Derivaties Association (ISD), está integrado por los principales holdings financieros de Estados Unidos, Europa y Japón, pero con presencia de fondos especulativos, como BlueMountain Capital, Citadel, Shaw Group, Elliott Management y Pacific Investment Management
 
GB

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