domingo, 31 de marzo de 2013

EL ORO Y EL CAPITALISMO FINANCIERO, POR FEDERICO BERNAL.

El oro y la crisis del capitalismo financiero y especulador Por Federico Bernal "Es, si se permite la metáfora, el único activo 'natural' con el que cuenta la Unasur, independiente de los vaivenes internacionales y los intereses de la Reserva Federal, el FMI y el BCE." La tenencia de oro en las reservas oficiales de una nación hace a su seguridad económica y a la confianza internacional sobre sus capacidades financieras y de desarrollo. Se entiende así la decisión del ex presidente Néstor Kirchner cuando entre enero y diciembre de 2004 decidió incorporar unas 55 toneladas de oro a las prácticamente extintas reservas monetarias del país, la mayor incorporación desde 1959/60. La única incorporación desde entonces, sucedió en septiembre de 2011 con siete nuevas toneladas. Si bien la minería aurífera en la Argentina pegó un salto cualitativo monumental en el último lustro, el producido se destina exclusivamente al mercado externo, sediento de oro argentino y suramericano. ¿Por qué? Es sabido que al menos desde 2010, los Bancos Centrales de las principales economías del mundo han venido diversificando sus reservas, aumentando la tenencia de oro metálico (compradores neto) y reduciendo el porcentaje de sus activos en dólares. MATRIZ "IDEAL" DE RESERVAS/DIVERSIFICACIÓN. A nivel mundial, las reservas oficiales de los Bancos Centrales (BC) se componen fundamentalmente de activos en dólares, euros y oro metálico en las siguientes proporciones: 54%, 22% y 13%, respectivamente. También están los casos que, a la anterior conformación, suman yenes japoneses y libras británicas. A todos estos activos se los denomina comúnmente de activos "tradicionales". Según datos del FMI (COFER), las reservas de los BC han sextuplicado sus activos entre 2000 a 2012. Sin embargo, se observa una reducción en la participación del dólar del 62% al 54%, en detrimento de activos no tradicionales y en un comportamiento que viene acelerándose desde el inicio de la crisis del capitalismo financiero y especulador occidental. Nuevas monedas, como la china, la suiza, la canadiense y la australiana han incrementado su participación (activos alternativos). Asimismo, la presencia de oro metálico ha venido creciendo notablemente, con fuertes incorporaciones en estos últimos años. A propósito, el Gold World Council recomienda disminuir la tenencia del dúo dólar/euro del actual 74% a un 65% (47% dólares y 18% euros). El restante porcentaje, es decir, el 35%, sugiere dividirlo principalmente entre activos chinos (13%), australianos (6%), en oro (5%), canadienses (4%) y japoneses (3%). Quedaría así establecida una suerte de matriz ideal de reservas/diversificación, en función del convulsionado panorama internacional. Pero sucede que la posibilidad de recurrir a esas monedas alternativas y sus respectivas proporciones es bien complicado. Por ejemplo, el yuan chino –la moneda no tradicional de mayor volumen de mercado– no supera los 1,5 billones de dólares. Si todos los BC aspiraran a diversificar sus reservas con un 13% de yuanes sería imposible, matemáticamente hablando. MATRIZ "REAL" DE DIVERSIFICACIÓN. En función de lo expuesto, queda claro que a la hora de planear una estrategia de diversificación sea requisito indispensable tener en cuenta el volumen de mercado y disponibilidad de los activos alternativos y tradicionales (diferentes al dólar y al euro). Y aquí es justamente donde el oro destaca como recurso excepcional. Analicemos por qué. Al tercer trimestre de 2012 (últimos datos disponibles), el total de reservas internacionales en poder de los BC se ubicaba en 12,3 billones de dólares (COFER + Gold World Council). Si se apunta a mantener la actual preferencia de diversificación del 65/35 según la matriz ideal, y corregido por los factores de volumen de mercado y disponibilidad, el potencial de todas las monedas alternativas queda muy reducido en comparación con el oro. En primer lugar, porque su "producción" es menos compleja (por ejemplo, no depende de emisiones ni está tan ligado a la política doméstica, sino que depende de la minería y la refinación). En segundo lugar, porque su nivel de riesgo es cuantitativamente inferior a los registrados por las monedas alternativas como la australiana y la canadiense. En tercer y último lugar, porque de acuerdo a su volumen de mercado, el oro medido en dólares alcanza los 3,400 billones, esto es, el doble que los yuanes y las libras británicas en circulación, y el triple que los dólares canadienses. En consecuencia, las proporciones ideales del 35% "ideal" quedan así: oro (8%), yenes japoneses (8%), libra británica (6%), dólar canadiense (5%), yuan (4%) y restantes activos (5%). El oro al frente como principal activo diversificador. MATRIZ DE RESERVAS/DIVERSIFICACIÓN PARA LA UNASUR Y LA ARGENTINA. Asistimos a la segunda etapa de la frenética carrera por la diversificación de reservas oficiales (inaugurada en 2010), tanto de las economías desarrolladas como de las emergentes. En este sentido, los BC de las "potencias" europeas, de EE UU, Japón, China, Australia y Canadá tendrán siempre más ventajas políticas, económicas, comerciales y financieras para acceder a las monedas alternativas que los BC de las naciones emergentes, sobre todo las de América Latina. Migajas pues sobrarán a la banca oficial de la periferia que, como las del primer mundo, se propongan dotar de mayor seguridad y robustez a sus propios activos. Y es en este punto donde retornamos nuevamente al oro. Porque dicho recurso, si bien refinado prácticamente en su totalidad fuera de la periferia, es en cambio extraído por los países latinoamericanos en altísimas proporciones. El oro es, si se nos permite la metáfora, el único activo "natural" con el que cuenta la Unasur, independiente de los vaivenes internacionales y los intereses de la Reserva Federal, el FMI y el Banco Central Europeo. En efecto, la Unasur y, particularmente, la Argentina –siempre después de Perú, claro– cuenta con la ventaja de ser un gran productor de oro (aunque no refinador). Lamentablemente y a pesar de haber incrementado su tenencia en las reservas del BCRA (de aproximadamente 54,7 en 2004 a 61,7 toneladas en 2011), nuestro país no ha dejado de considerarlo commodity, razón por la cual se lo exporta en su totalidad. EL ORO COMO RIQUEZA CAPITAL Y ACTIVO ESTRATÉGICO. De cara a la crisis del capitalismo financiero y especulador occidental que no cesa; de cara a la lenta pero progresiva pérdida de valor del dólar en un EE UU que asimismo va perdiendo peso específico en el mundo; de cara al proceso de consolidación económica, monetaria y financiera de la Unasur, y por supuesto, y como fuera explicado más arriba, contemplando el acceso y los volúmenes de activos alternativos o tradicionales para la diversificación de reservas, el oro es, para los BC de América del Sur, pieza clave no sólo para resguardarse y blindarse frente a la crisis sino también para fundar los pilares de un comercio, unas finanzas y un sistema de crédito sólido e independiente de las corporaciones y la banca primermundista (léase Banco del Sur). Repensar al oro de commodity a riqueza capital y activo "natural" estratégico tornará indispensable en la Argentina la creación de una empresa estatal para su exploración, explotación, refinación y comercialización (ver de este autor "La minería aurífera como una actividad estratégica. Yacimientos Auríferos Fiscales"-Tiempo Argentino, 19/7/12). El oro recuperado y refinado en el país será una fuente extraordinaria de recursos genuinos para la consolidación del modelo, el blindaje y fortalecimiento de las reservas, tanto para enfrentar la crisis externa como para superar los procesos internos de desestabilización (corridas contra el peso). Contribuirá, finalmente, a acelerar el desendeudamiento (reaseguro para bonos soberanos) y a acelerar la desdolarización de la economía nacional al elevarlo como activo de ahorro para el ciudadano común, mucho menos volátil, más robusto y redituable que la moneda estadounidense. 31/03/13 Tiempo Argentino gb

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