jueves, 11 de abril de 2013

ASI SOBORNA MACRI

Por Roberto Caballero y Equipo de Investigación Hay, como mínimo, tres cosas que son graves en esta historia. Una, que un candidato en campaña intente sobornar... a periodistas para que hablen bien de él. Dos, que lo haga con el dinero de todos, ni siquiera con el suyo, demostrando la existencia de cajas negras que financian ilegalmente la actividad proselitista. Tres, que traicione a muchos de los votantes que, tras las crisis del 2001, creyeron ver en Mauricio Macri y el Pro una alternativa a la política tradicional y sus manejos turbios. Durante dos meses, Veintitrés investigó en profundidad a dos personas clave del dispositivo político-financiero del macrismo en campaña: Horacio Rodríguez Larreta, su candidato a jefe de gobierno en Capital Federal, y Gladys González, protegida de Jorge Macri (primo de Mauricio y armador bonaerense del Pro) y directora del Banco Ciudad. Todo comenzó la tarde del martes 19 de septiembre, con un llamado a la redacción de Tomás Frigerio, integrante del equipo de prensa de Rodríguez Larreta. Proponía un encuentro entre “el editor de Política” de la revista y el operador Claudio Romero para ofrecer “pauta publicitaria” a cambio de una entrevista donde se resaltaran las virtudes del candidato. Jorge Cicuttin, secretario de Cierre de Veintitrés, escuchó muchas cosas en sus 30 años de profesión, pero su memoria no registraba una brutalidad tan expedita. Ante la dirección periodística de la revista, el asombro fue general: “¿Un reportaje favorable y ofrecen avisos? ¿Y encima del Estado? ¿Justo a esta revista? ¿Estos tipos enloquecieron?”. Había dos caminos. Hacer una denuncia pública sin demasiadas pruebas o motorizar una investigación periodística. La decisión editorial fue seguir adelante con un trabajo silencioso, registrado y monitoreado por escribanos durante ocho semanas y del que participaron cinco periodistas de esta redacción. Rodríguez Larreta fue entrevistado por esta revista en la sede de Compromiso para el Cambio (CPC), de Alsina 1325. Dos días después, el operador macrista estaba buscando un contacto del “área comercial” de Veintitrés para pasárselo a “la directora” del Banco Ciudad controlada por su partido. Sólo había que fijarse en la web del banco para conocer el apellido. Allí figuran Rubén Lo Vuolo (por el ARI), Néstor Grindetti (por el Pro), Osvaldo Cortessi (telermanista), Marcelo Alvarez (Frente para la Victoria), Gloria Fogel (propuesta por el renunciante Guillermo Nielsen) y, finalmente, Gladys González. La directora de Romero. Es decir, de Rodríguez Larreta. Es decir, de Mauricio Macri. Rubia, bonita, de 33 años, está casada con Aldo Bruno Vricella Ricci, tiene dos hijos y nació en Bolívar como Marcelo Tinelli. Licenciada en Ciencias Políticas (UBA), es coordinadora de la Comisión de Asuntos Agropecuarios de la Fundación Creer y Crecer y socia de Jorge Macri en el armado político de Compromiso para el Cambio en Buenos Aires. Los que la conocen precisan que fue secretaria de Macri y estuvo vinculada a Carlos Tramutola, asesor político del dirigente de Boca. Ella misma atendió el teléfono, en su despacho del Banco Ciudad. González: –¿Hablaste con Héctor (Proverbio)? Veintitrés: –Sí. Él llamó. González: –¿Y qué te dijo? Veintitrés: –Que estaban planificando y bueno, quería saber cómo estaba el tema. González: –Nosotros en la planificación lo tenemos. Y estabas incluido porque yo había pedido especialmente. Veintitrés: –Te hago otra consulta. ¿Sabés si a Horacio Rodríguez Larreta le gustó la nota que le hicieron? González: –Ay, vos sabés que no sé, porque todas estas cosas puntuales las trabaja Claudio Romero con él. Entiendo que le debe haber gustado. Pero Claudio es la persona que le hace prensa y él te puede contestar. Yo como directora del banco tengo posibilidades de pedir estar en algunos medios porque lo trabajamos así, en equipo. Lo único que hago es decir: che, pongamos acá, pongamos allá... Veintitrés: –¿Vos tenés algún mail tuyo? González: –Sí, ggonzalezcpc@... Veintitrés: –Ah... tu personal es ggonzalez... ¿Y CPC? González: –CPC, de Compromiso para el Cambio. Así trabaja la derecha “renovadora”. Del discurso moral al doble discurso. Sin escalas.

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