miércoles, 31 de julio de 2013

En la vida hay que elegir y Massa eligió Clarín

En la vida hay que elegir y Massa eligió Clarín Las últimas encuestas de Enrique Zuleta Puceiro y Poliarquía, que revelaron una inquietante paridad entre los intendentes de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, y el de Tigre, Sergio Massa, para el ensayo electoral de las PASO de cara a las elecciones de octubre, alteraron el clima hasta ahora exageradamente festivo y optimista del cuartel general del nuevo enfant terrible de Clarín y La Nación. Era previsible. A medida que Cristina Kirchner se involucrara en la campaña y definiera más claramente que su candidato oficial era Insaurralde, el voto filo-kirchnerista que veía con buenos ojos el experimento supuestamente cándido y balsámico del tigrense iba a reorientar su voto en apoyo del oficialismo. Por Roberto Caballero Frente a este escenario, Massa reaccionó endureciendo el discurso sobre seguridad, un hit de los tiempos pretéritos de Eduardo Duhalde y Carlos Ruckauf, sacándose el saco para pelear en un spot que recuerda a Fernando de la Rúa golpeando sin convicción la mesa del programa de TV de Mariano Grondona. La sobreactuación tiene una única intención: ir en busca de los votos "hartos", de derecha dura y bien antikirchnerista, del colombiano Francisco De Narváez, para inyectarle una recobrada vitalidad a su propuesta light, hoy amenazada por el repunte de Insaurralde, que se hace cada vez más conocido y atractivo, incluso para los críticos del oficialismo. La otra decisión de Massa ante esta realidad inesperada que comienza a preocuparlo fue definir su alineamiento mediático. Si en la vida hay que elegir, el tigrense eligió a Clarín. Durante el programa Infama, del picante Santiago Del Moro, puesto a optar entre Página 12 y Clarín, eligió como diario de cabecera el de Héctor Magnetto con pompa y sin remilgos. En estos tiempos, la suya es toda una definición política. En el contexto abierto por la Ley de Medios de la Democracia, con Clarín como ariete antikirchnerista sacado de la Asociación Empresaria Argentina (AEA), lo de Massa es la verbalización de una alianza hasta ahora disimulada en la figura amigable de Mirta Tundis. En el pasado hubiera pasado como un pin pong alegre sobre gustos del candidato. Ya no. La sensación es que Massa arrancó hace dos semanas en el techo de sus posibilidades electorales. En el camino, probó asociarse al PRO de Mauricio Macri, fuerte compromiso que mantiene en San Isidro, Vicente López y todo el corredor de la zona norte del Conurbano, donde su cartelería es amarilla intensa y con el logo del partido autonomista porteño. Pero, en función de las encuestas, fue bastante patético ver cómo reculó y hasta ensayó con Macri un desacuerdo que no existe para no espantar al supuesto peronismo provincial no kirchnerista. No es menos llamativo que, jugado por jugado, elija aferrarse a los pantalones de Héctor Magnetto y sus 250 licencias televisivas y radiales. Massa necesita sacarle diez puntos al kirchnerismo para soñar convertirse en una referencia indiscutible de todas las oposiciones existentes para octubre, que es la elección que vale. El poderoso aparato comunicacional concentrado de Clarín es un socio formidable para cumplir con su deseo, ahora que descubrió que no hay tantos kirchneristas dispuestos a abandonar el barco que conduce Cristina Kirchner para subirse a la Interisleña que ofrece como si fuera un trasatlántico de lujo. Los títulos, los copetes, los epígrafes y los zócalos que abastecen a granel su ilusión desde el búnker de la calle Tacuarí, ahora más que nunca, seguramente reconfortarán el narcisismo del tigrense para enfrentar el desafío próximo. Pero en democracia, deciden las urnas. En la vida hay que elegir y Massa eligió a Clarín. Resta saber a qué intendente, si al de Lomas o al de Tigre, eligen los bonaerenses para que trabaje como diputado, haciendo leyes y debatiéndolas en el Parlamento; y no para ser estadista, como Magnetto quiere hacernos creer desde la hipnótica influencia que ejercen sus medios ilegalmente monopolizados. Infonews

Las maldades de la política Por Alejandro Horowicz

La maldad de la política, de esta política, sigue siendo la constante, y Carlos Saúl Menem la sintetiza. Leer los diarios se ha vuelto un trabajo. No me quejo. Hace años que forma parte de mis hábitos sistemáticos. El día arranca con desayuno y diarios, en ese orden. Cuando empecé, en los '60, me los devoraba. Entenderlos era el asunto. Entonces aparecieron los semanarios: Primera Plana, Panorama, Confirmado. La sombra de Jacobo Timerman atravesaba la prensa escrita, el modelo de la revista Time. Esos medios eran el backstage de la información, las columnas para la interpretación de la realidad: azules y colorados, peronistas y antiperonistas, la irrupción del psicoanálisis, los cambios de la vida cotidiana, el cine de autor y la Revolución Cubana; entender, interpretar los nudos problemáticos, entender el mundo cambiante de la bipolaridad, entendernos a nosotros mismos, esa era la razón de la información, del periodismo. Y los diarios de ese entonces cambiaron, se vieron obligados a elevar la puntería. Ya no alcanzaba con "pegar" los cables. El valor agregado del periodista especializado se volvió insustituible. Incluso la televisión dejó de ser el hijo bobo del divertimento, y aportó la instantaneidad de la noticia mediante noticieros notables. El Reporter Esso hizo escuela. En 15 apretados minutos, con elevadísimos picos de audiencia, Armando Repetto, bajo la batuta de Luis Clur, construyó el exitoso modelo que todos imitaron. Corría el año '63, y los programas periodísticos con analista y todo se volvieron parte del menú televisivo. Nada de esto ha sobrevivido. La dictadura burguesa terrorista del '76 fue bloqueando ese camino. Antes el Operativo Independencia educó a los medios. La distancia entre lo que sabíamos que pasaba y lo que se publicaba terminó por abrumar. La prensa perdió centralidad. Las secciones cambiaron de peso. El deporte ganó espacio incluso en los diarios "serios", la economía era la ultima ratio, y la interpretación de la política fue sustituida por los chimentos del poder. Los "analistas" recalentaban la misma data contada más o menos del mismo modo. Los monótonos discursos de oficiales retirados o en actividad, repetidos hasta la indecencia, ganaron la página central de diarios en perpetua cadena nacional; habituarse a leer en entrelíneas para averiguar alguito, el método contra la pobreza informativa; todo lo que importaba no se podía mentar; Jorge Rafael Videla explicando, sólo es un modo de contarlo, que había personas que no estaban más, que habían desaparecido, terminó por modificar el lenguaje nacional e internacional. La palabra "desaparecido" no requiere traducción. Ese es uno de los logros permanentes del '76, pero no es el único. La política como actividad se volvió sospechosa. Política y subversión se volvieron perfectamente intercambiables. Era tiempo de poner remedio a tanta voluntad transformadora. Debía quedar claro, la política no era una actividad para todos, sino un métier de profesionales: una barrera china separó a los ciudadanos de a pie de los políticos. En ese terreno se situó el botín de guerra. Entre las cosas que no se podían publicar, pero que todos sabían, los operativos contra la "delincuencia subversiva" se llevaban las palmas. Bastaba que se marcara un "sospechoso" para que un camión de mudanzas se ubicara en la puerta y todo fuera desprolijamente embalado. Muebles y enseres, libros y papeles, absolutamente todo se cargaba para la venta. Los grupos de tareas actuaban como si no fueran órganos del Estado, como si no se alimentaran del presupuesto público, como si las finanzas de sus integrantes sólo dependieran de su "capacidad" recaudadora. Era una verdadera privatización, y terminó siendo el modelo de todas las demás. La confluencia entre público y privado dejó de estar mediada, el proyecto político pasó a vago enunciado de circunstancias. Los integrantes de un grupo de tareas pasaron a tener genuinos intereses crematísticos. Eran los socios menores de una vasta operación de saqueo. Y las propiedades de los oficiales superiores, las de Emilio Eduardo Massera, por ejemplo, ya no podían compararse con las módicas casas de sus antecesores en el cargo. Alejandro Agustín Lanusse, presidente de facto entre 1971 y 1973, vivía en un departamento de clase media acomodada, atendía directamente el teléfono y servía el café a su circunstancial interlocutor. Dependía de su jubilación para pagar las expensas, y aunque era el integrante de una familia tradicional no podía pagarse una oficina propia en la década del '90. Cuando escribió con el "Conejo" Pandolfi las Confesiones de un general, para la Editorial Planeta, se juntaban a trabajar en el living. Ese sí que era un escándalo. El estallido de 2001 puso en entredicho el modelo menemista hasta un cierto punto. Con la democracia parlamentaria del '83 ni se comió, ni se educó, y mucho menos se cambiaron los valores puestos en circulación por José Alfredo Martínez de Hoz y sus mejores muchachos. La verdad se relativiza hasta volverla irreconocible. El mundo de la política y el de las empresas actúa con idéntica liviandad. En un lugar se dice una cosa y a pocos kilómetros de distancia se practica exactamente la contraria. Voy a dar un ejemplo entre centenares. La cadena de supermercados Carrefour cobra las bolsas de plástico a sus clientes capitalinos. Sostiene que se trata de una política ecológica, y que este es un instrumento para disuadir, reducir el uso de tales bolsitas. No cabe ninguna duda: un material inconveniente que se usa unos minutos para tardar años en ser reabsorbido por el planeta, como reza en la publicidad porteña de Carrefour. Eso no impide que en Paraná las mismas bolsitas, que hacen idéntico daño, en la misma cadena de supermercados se regalen, y que nadie alerte sobre el cuidado del planeta ni sobre ninguna otra cosa. La publicidad es un argumento de venta, o un negocio de circunstancias, pero de ninguna manera obliga a la empresa a un cierto comportamiento de principios. Y que una ONG llame la atención sobre el asunto, a menos que logre decenas de miles de firmas, no cambiará las cosas. Las campañas publicitarias de los partidos políticos siguen una lógica similar. De un lado de la General Paz se forma parte de una coalición que del otro no existe, de un lado se intenta ser opositor y del otro un oficialista muy tibio, ya que se dirigen a distintos mercados. Basta mirar los afiches para entender: todos tienen una foto sometida a un cuidadoso photoshop, donde los candidatos son más lindos, más jóvenes y muchísimo más intercambiables. Y al pie, como casi al descuido, la marca bajo la que compite; en algunos casos ni eso, sólo el número de la lista y punto. Cuidado, eso no quiere decir que no se decida nada. Sólo estoy subrayando el modo que esta decisión asume. Por eso el no decir, el dejar todo en aguas de borrajas, pareciera la estratagema salvadora. Ese estático abordaje sirve si nada se mueve. La campaña más pobre también incluye alguna clase de intercambio polémico. Y el discurso pastoral que al comienzo mide comienza a ser erosionado. Una encuesta publicada por La Nación registra que Sergio Massa pierde caudal a manos del oficialismo K, y de la violenta oposición que encabeza el colorado De Narváez. Los que apuestan a transformarlo en un punto de referencia de un oficialismo suavemente crítico corren el riesgo de perder esa apoyatura, y los que lo votarían por integrar las huestes de una oposición tranquila empiezan a otear otros pastos. Si los cimientos se conmueven, los que juegan a ganador, que no son pocos, abandonarán el barco, y una trabajosa maqueta del laboratorio comunicacional concluirá en fallido. No es obligatorio que suceda, pero conviene admitir que tanta fragilidad nos recuerda que la interna del peronismo sigue siendo el corazón de la política nacional. Mientras tanto, Carlos Saúl Menem sigue siendo senador, y difícilmente antes de octubre deje de serlo. La maldad de la política, de esta política, sigue siendo la constante, y Menem la sintetiza. Infonews

Sergio Massa, una incógnita predecible

Locuaz, histriónico, su imagen en el mercado electoral es la de alguien ajeno a la política. Por Jorge Muracciole Desde el conflicto con las patronales agrarias, en el otoño del 2008, la consigna opositora "el fin del ciclo kirchnerista" fue reiterada hasta el hartazgo por las redes de comunicación opositoras. Lo que quedó en evidencia en el transcurso del último lustro ha sido que los pronósticos tan solo quedaron en meras expresiones de deseos de la impotencia política del conglomerado opositor. Esta vez las hipótesis de fin de ciclo se disparan por la decisión de Sergio Massa de competir con lista propia en las elecciones legislativas de octubre. El sueño de los más acérrimos opositores al kirchnerismo, –de la cuña dentro de las filas gubernamentales– esta vez se hizo realidad. No fue el eterno candidato a dar el paso al costado, la esperanza opositora en las filas kirchneristas, Daniel Scioli. El bienvenido al blindaje mediático de la corpo esta vez fue un personaje típico de la política descafeínada de la escena contemporánea. Locuaz, histriónico, como una suerte de yuppie venido de la clase media de cualquier barrio capitalino. Su imagen en el mercado electoral es el de alguien ajeno a la política, un mero administrador de un municipio donde el brillo del turismo y el negocio inmobiliario de élite eclipsan el déficit en materia de infraestructura básica para importantes sectores de sus habitantes. Pero pese a esos datos que expresan los límites de su gestión en el municipio de Tigre, en cuestiones tan básicas como el tendido de agua corriente y la red cloacal, es instalado en el escenario electoral por la prensa hegemónica como el articulador de consensos amplios y el estandarte del post kirchnerismo. En esa alquimia política, desde el peronismo funcional a las recetas de los dueños del poder, se perfila el líder de la renovación, como catalizador de kirchneristas descontentos hasta liberales posibilistas que sueñan con un revival de los noventa, de la trágica alianza de la Ucedé y el Menemismo. Pese a contar con tres candidatos del PRO en sus listas, y de numerosos candidatos a consejales en diferentes municipios, a días de las PASO Sergio Massa sigue sin confirmar ante la opinión publica su alianza estratégica con el macrismo. Desde su aparición en la portada de Clarín, donde se confirmaba la primicia de la presentación de la lista de Renovación Peronista, Sergio Massa afirmaba que la suya no era una lista en contra de nadie sino en favor del consenso. Pero en su primer definición política aclaró su oposición a cualquier propuesta de re-elección. Se manifestó favorable a la Asignación Universal por Hijo y a determinadas medidas que han llevado el sello de las administraciones kirchneristas, como la re-estatización de los fondos de las AFJP, marcando asimismo su distancia con la democrática promulgación de la Ley de Medios, por amplia mayoría parlamentaria hace tres años, por entender que la misma "divide a los argentinos". Particular forma de entender la política del joven nacido en la década de los noventa en las filas de la Ucedé de María Julia Alsogaray, quien junto al caudillo riojano impuso las privatizaciones más escandalosas de la región, que hipotecaron el futuro de generaciones de argentinos. En esas políticas propias de la derecha neoliberal no se tuvo en cuenta, por los actuales "campeones del consenso ecuménico", el interés general. Sino que se privilegiaron los negocios privatistas de los dueños del dinero nativos, en asociación con las grandes corporaciones multinacionales, haciendo posible el desguace del Estado regulador, apropiándose a precio de remate de los recursos naturales estratégicos. Son esos mismos intereses que hoy dan prensa a la operación pendular de los sectores más dóciles del peronismo, en connivencia con el establishment de la dependencia. Lo que nadie sabe es cuál será en términos programáticos el post kirchnerismo del joven presidenciable. Cuál será el rol del Estado. Cómo se constituirá la agenda político-social que solucione las asignaturas pendientes de diez años de gobiernos kirchneristas. Temas como el trabajo precario heredado de las décadas de políticas neoliberales serán muy difíciles de eliminar con una alianza estratégica con el macrismo y sus concepciones de libre–mercado y de maximización de ganancias empresarias. Lograr la autosuficiencia energética con políticas propias de la alianza noventista tampoco será el camino más idóneo. Poder superar los guarismos en materia de creación de empleo obtenidos en la última década sin una política industrial definida, no será una tarea fácil para el mediático candidato de la Renovación Peronista. En síntesis, qué política regional diferenciada de la actual desarrollaría una alianza entre el massismo y el PRO, que no fuera el alineamiento a las políticas de EE UU y la restauración del ALCA. Infonews

UN EX CURA GAY ENVIO UNA CARTA AL PAPA POR SUS DICHOS SOBRE LOS HOMOSEXUALES “Queda mucho camino por recorrer” Andrés Gioeni dejó los hábitos después de asumir su orientación sexual. En una misiva a Francisco le pidió que se adecue “a los nuevos paradigmas del mundo contemporáneo”. Las otras repercusiones tras las declaraciones del pontífice en el viaje después de Brasil. Tras las declaraciones del papa Francisco en las que hizo mención a los homosexuales, distintos miembros de organizaciones de la diversidad sexual continuaron ayer pronunciándose sobre esos dichos. Martín Canevaro, presidente de 100% Diversidad y Derechos, consideró que todavía hace falta “una condena explícita” por parte de la Iglesia en contra de la violencia y la discriminación que sufre la comunidad homosexual. A su vez, Pedro Robledo, el joven militante del PRO que fue agredido por su condición sexual y que es, además, integrante de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (Falgbt), escribió una carta pública en la que indicó que los dichos del Papa son el indicio de que “comienza un nuevo mundo”. Andrés Gioeni, un ex sacerdote gay mendocino, le envió una carta al jefe del Estado vaticano en el que lo instó a adecuarse “a los nuevos paradigmas del mundo contemporáneo”. Durante una rueda de prensa a bordo del avión de regreso a Roma desde Río de Janeiro, el Papa aseguró el lunes que no juzga a los homosexuales. “Si una persona es gay, busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarla? El catecismo de la Iglesia Católica explica y dice que no se debe marginar a esas personas y que deben ser integradas en la sociedad”, dijo Francisco. Gioeni, un sacerdote mendocino que dejó los hábitos luego de revelar públicamente su orientación sexual y comenzó a dedicarse al modelaje, la actuación y la escritura, celebró “el aire fresco” que ha significado la llegada de Francisco al Vaticano, pero advirtió “que queda mucho camino por recorrer”. En la carta que le escribió al nuevo pontífice, el ex sacerdote gay lo instó a adecuarse “a los nuevos paradigmas del mundo contemporáneo”. “Alguna vez fui sacerdote católico, pastor, compartí ese ímpetu misionero y esa necesidad de reclamo de apertura eclesial. Hasta que decidí abrirme a un costado cuando descubrí mi propia tendencia homosexual y admitir mi imposibilidad de ejercer el ministerio pastoral en celibato”, indicó Gioeni en la misiva, publicada en su cuenta de la red social Facebook. “Me atrevo a hacerme portavoz de una gran porción de personas que pertenecemos a la comunidad homosexual. Y simplemente, con humildad, pedirle encarecidamente que incentive, estimule, promueva y acompañe una mayor profundización en la teología moral sexual acerca del lugar y la experiencia de la persona homosexual”, solicitó el ex cura, quien explicó que se siente “feliz y realizado” tras llevar diez años viviendo con una pareja del mismo sexo. Gioeni dejó en claro que no pretende que el nuevo pontífice renuncie a la doctrina eclesiástica sino que “la ayude a seguir creciendo y adecuándose a los nuevos paradigmas del mundo contemporáneo que nos desafían a encontrar nuevas respuestas”. “¿De verdad el amor de dos personas, siendo del mismo sexo, no demuestra ni refleja nada del amor de Dios?”, cuestionó el ex cura, quien preguntó también si “la Iglesia con sus silencios va a permitir que se sigan estigmatizando a tantos jóvenes en tantos países donde se siguen asesinando solamente por su tendencia”. Gioeni se despidió pidiendo a Francisco que ayude a la comunidad homosexual a descubrir por dónde puede “transitar la fe” sin renunciar a su “experiencia de amor”. Canevaro, por su parte, consideró que “no esperamos que el Papa haga una defensa de nuestros derechos como comunidad de lesbianas, gays, bisexuales y trans; pero sí esperamos que se exprese de manera categórica en contra de la violencia, la discriminación e incluso la pena de muerte que sufrimos como comunidad. Una condena explícita sí sería un paso más”. El presidente de 100% Diversidad y Derechos estimó que los dichos del pontífice “significan un cambio con respecto a la diatriba a que nos tenía acostumbrados Ratzinger (Benedicto XVI)”, aunque aclaró que “hay que poner las declaraciones en su debido contexto”. Para Canevaro, las palabras del Papa se enmarcan en una “crisis de legitimidad de la Iglesia Católica que pierde sistemáticamente fieles, y una crisis también al interior de la institución, que se refleja en el Banco vaticano y en los miembros expulsados por delitos en contra de la integridad sexual. En ese contexto es que el Papa elige un estilo diferente, una postura más pastoral”. Además, el activista recordó que “Bergoglio, en su momento, ha sido claro en su posición política oponiéndose al reconocimiento de todos nuestros derechos”. Por su parte, en una carta titulada “Un gran paso”, Pedro Robledo, quien milita en el PRO y es integrante de la Falgbt, consideró que los dichos de Francisco son el indicio de que “comienza un nuevo mundo”. “Esta es una declaración para volver y ser cada día más en las misas, en las procesiones, en las diócesis”, sostuvo Robledo, quien había sido recibido por la Presidenta luego de sufrir una golpiza por su orientación sexual. “Yo creo que Francisco es un mensaje más de Dios: un mensaje para comenzar la renovación que la Iglesia necesita. Ya ha hecho un primer milagro. Ha hecho que los jóvenes, todos, volvamos a creer que podemos cambiar el mundo”, finalizó su carta. La Falgbt había pedido el lunes una “fuerte autocrítica” y una “condena firme” a la discriminación sufrida por esa comunidad. No quiero tolerancia, exijo derechos Por Lisandro Orlov * El papa Francisco en su viaje de regreso a Roma y delante de los periodistas dijo en el avión: “Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para criticarlo? El catecismo de la Iglesia Católica dice que no se deben marginar a estas personas por eso”, sostuvo, y agregó: “Hay que integrarlas en la sociedad. El problema no es tener esta tendencia. Debemos ser hermanos. El problema es hacer un lobby”. Consultado sobre por qué no habló de estos temas en Brasil, respondió: “Tampoco hablé sobre la estafa y la mentira. La Iglesia se ha expresado ya perfectamente sobre eso, no era necesario volver sobre eso. Los jóvenes saben perfectamente cuál es la postura de la Iglesia”. Desde ayer esta afirmación que salió en todos los medios me viene molestando y me parece sumamente demagógica y populista. En primer lugar, en esta frase se coloca en un espacio de juicio y de juez donde nadie lo ha colocado. Ya esta perspectiva y esa mirada me parecen lamentables. ¿Quién soy yo para criticarlo? En un primer momento parece muy positivo pero todo el contexto nos lleva a sentir una especie de tolerancia, como que el Papa perdona la vida a quienes vienen del mundo de la diversidad sexual. No me parece que la tolerancia sea la mejor perspectiva y nunca habló sobre los derechos humanos a toda dignidad de las personas de orientación homosexual. Por otro lado termina la frase diciendo que no habló del tema porque “los jóvenes saben perfectamente cuál es la postura de la Iglesia” y ese es justamente el núcleo del problema y no su tolerancia personal e individual. En ningún momento propuso un cambio del catecismo de la Iglesia Católica, que afirma con todo desparpajo que la homosexualidad es “intrínsecamente desordenada” con relación a todos los criterios de esa iglesia con relación a la sexualidad. Toda esta expresión me ha parecido una frase que no le significa ningún costo teológico, doctrinario ni pastoral porque todo continúa igual desde la institución. No me sirve ni quiero esta posición individual que no implica ningún cambio ni costo. Es puro gatopardismo, digamos algo popularmente correcto pero no cambiemos nada. * Pastor. Iglesia Evangélica Luterana Unida

UN EX CURA GAY ENVIO UNA CARTA AL PAPA POR SUS DICHOS SOBRE LOS HOMOSEXUALES “Queda mucho camino por recorrer” Andrés Gioeni dejó los hábitos después de asumir su orientación sexual. En una misiva a Francisco le pidió que se adecue “a los nuevos paradigmas del mundo contemporáneo”. Las otras repercusiones tras las declaraciones del pontífice en el viaje después de Brasil. Tras las declaraciones del papa Francisco en las que hizo mención a los homosexuales, distintos miembros de organizaciones de la diversidad sexual continuaron ayer pronunciándose sobre esos dichos. Martín Canevaro, presidente de 100% Diversidad y Derechos, consideró que todavía hace falta “una condena explícita” por parte de la Iglesia en contra de la violencia y la discriminación que sufre la comunidad homosexual. A su vez, Pedro Robledo, el joven militante del PRO que fue agredido por su condición sexual y que es, además, integrante de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (Falgbt), escribió una carta pública en la que indicó que los dichos del Papa son el indicio de que “comienza un nuevo mundo”. Andrés Gioeni, un ex sacerdote gay mendocino, le envió una carta al jefe del Estado vaticano en el que lo instó a adecuarse “a los nuevos paradigmas del mundo contemporáneo”. Durante una rueda de prensa a bordo del avión de regreso a Roma desde Río de Janeiro, el Papa aseguró el lunes que no juzga a los homosexuales. “Si una persona es gay, busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarla? El catecismo de la Iglesia Católica explica y dice que no se debe marginar a esas personas y que deben ser integradas en la sociedad”, dijo Francisco. Gioeni, un sacerdote mendocino que dejó los hábitos luego de revelar públicamente su orientación sexual y comenzó a dedicarse al modelaje, la actuación y la escritura, celebró “el aire fresco” que ha significado la llegada de Francisco al Vaticano, pero advirtió “que queda mucho camino por recorrer”. En la carta que le escribió al nuevo pontífice, el ex sacerdote gay lo instó a adecuarse “a los nuevos paradigmas del mundo contemporáneo”. “Alguna vez fui sacerdote católico, pastor, compartí ese ímpetu misionero y esa necesidad de reclamo de apertura eclesial. Hasta que decidí abrirme a un costado cuando descubrí mi propia tendencia homosexual y admitir mi imposibilidad de ejercer el ministerio pastoral en celibato”, indicó Gioeni en la misiva, publicada en su cuenta de la red social Facebook. “Me atrevo a hacerme portavoz de una gran porción de personas que pertenecemos a la comunidad homosexual. Y simplemente, con humildad, pedirle encarecidamente que incentive, estimule, promueva y acompañe una mayor profundización en la teología moral sexual acerca del lugar y la experiencia de la persona homosexual”, solicitó el ex cura, quien explicó que se siente “feliz y realizado” tras llevar diez años viviendo con una pareja del mismo sexo. Gioeni dejó en claro que no pretende que el nuevo pontífice renuncie a la doctrina eclesiástica sino que “la ayude a seguir creciendo y adecuándose a los nuevos paradigmas del mundo contemporáneo que nos desafían a encontrar nuevas respuestas”. “¿De verdad el amor de dos personas, siendo del mismo sexo, no demuestra ni refleja nada del amor de Dios?”, cuestionó el ex cura, quien preguntó también si “la Iglesia con sus silencios va a permitir que se sigan estigmatizando a tantos jóvenes en tantos países donde se siguen asesinando solamente por su tendencia”. Gioeni se despidió pidiendo a Francisco que ayude a la comunidad homosexual a descubrir por dónde puede “transitar la fe” sin renunciar a su “experiencia de amor”. Canevaro, por su parte, consideró que “no esperamos que el Papa haga una defensa de nuestros derechos como comunidad de lesbianas, gays, bisexuales y trans; pero sí esperamos que se exprese de manera categórica en contra de la violencia, la discriminación e incluso la pena de muerte que sufrimos como comunidad. Una condena explícita sí sería un paso más”. El presidente de 100% Diversidad y Derechos estimó que los dichos del pontífice “significan un cambio con respecto a la diatriba a que nos tenía acostumbrados Ratzinger (Benedicto XVI)”, aunque aclaró que “hay que poner las declaraciones en su debido contexto”. Para Canevaro, las palabras del Papa se enmarcan en una “crisis de legitimidad de la Iglesia Católica que pierde sistemáticamente fieles, y una crisis también al interior de la institución, que se refleja en el Banco vaticano y en los miembros expulsados por delitos en contra de la integridad sexual. En ese contexto es que el Papa elige un estilo diferente, una postura más pastoral”. Además, el activista recordó que “Bergoglio, en su momento, ha sido claro en su posición política oponiéndose al reconocimiento de todos nuestros derechos”. Por su parte, en una carta titulada “Un gran paso”, Pedro Robledo, quien milita en el PRO y es integrante de la Falgbt, consideró que los dichos de Francisco son el indicio de que “comienza un nuevo mundo”. “Esta es una declaración para volver y ser cada día más en las misas, en las procesiones, en las diócesis”, sostuvo Robledo, quien había sido recibido por la Presidenta luego de sufrir una golpiza por su orientación sexual. “Yo creo que Francisco es un mensaje más de Dios: un mensaje para comenzar la renovación que la Iglesia necesita. Ya ha hecho un primer milagro. Ha hecho que los jóvenes, todos, volvamos a creer que podemos cambiar el mundo”, finalizó su carta. La Falgbt había pedido el lunes una “fuerte autocrítica” y una “condena firme” a la discriminación sufrida por esa comunidad. No quiero tolerancia, exijo derechos Por Lisandro Orlov * El papa Francisco en su viaje de regreso a Roma y delante de los periodistas dijo en el avión: “Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para criticarlo? El catecismo de la Iglesia Católica dice que no se deben marginar a estas personas por eso”, sostuvo, y agregó: “Hay que integrarlas en la sociedad. El problema no es tener esta tendencia. Debemos ser hermanos. El problema es hacer un lobby”. Consultado sobre por qué no habló de estos temas en Brasil, respondió: “Tampoco hablé sobre la estafa y la mentira. La Iglesia se ha expresado ya perfectamente sobre eso, no era necesario volver sobre eso. Los jóvenes saben perfectamente cuál es la postura de la Iglesia”. Desde ayer esta afirmación que salió en todos los medios me viene molestando y me parece sumamente demagógica y populista. En primer lugar, en esta frase se coloca en un espacio de juicio y de juez donde nadie lo ha colocado. Ya esta perspectiva y esa mirada me parecen lamentables. ¿Quién soy yo para criticarlo? En un primer momento parece muy positivo pero todo el contexto nos lleva a sentir una especie de tolerancia, como que el Papa perdona la vida a quienes vienen del mundo de la diversidad sexual. No me parece que la tolerancia sea la mejor perspectiva y nunca habló sobre los derechos humanos a toda dignidad de las personas de orientación homosexual. Por otro lado termina la frase diciendo que no habló del tema porque “los jóvenes saben perfectamente cuál es la postura de la Iglesia” y ese es justamente el núcleo del problema y no su tolerancia personal e individual. En ningún momento propuso un cambio del catecismo de la Iglesia Católica, que afirma con todo desparpajo que la homosexualidad es “intrínsecamente desordenada” con relación a todos los criterios de esa iglesia con relación a la sexualidad. Toda esta expresión me ha parecido una frase que no le significa ningún costo teológico, doctrinario ni pastoral porque todo continúa igual desde la institución. No me sirve ni quiero esta posición individual que no implica ningún cambio ni costo. Es puro gatopardismo, digamos algo popularmente correcto pero no cambiemos nada. * Pastor. Iglesia Evangélica Luterana Unida “Queda mucho camino por recorrer” Andrés Gioeni dejó los hábitos después de asumir su orientación sexual. En una misiva a Francisco le pidió que se adecue “a los nuevos paradigmas del mundo contemporáneo”. Las otras repercusiones tras las declaraciones del pontífice en el viaje después de Brasil. Tras las declaraciones del papa Francisco en las que hizo mención a los homosexuales, distintos miembros de organizaciones de la diversidad sexual continuaron ayer pronunciándose sobre esos dichos. Martín Canevaro, presidente de 100% Diversidad y Derechos, consideró que todavía hace falta “una condena explícita” por parte de la Iglesia en contra de la violencia y la discriminación que sufre la comunidad homosexual. A su vez, Pedro Robledo, el joven militante del PRO que fue agredido por su condición sexual y que es, además, integrante de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (Falgbt), escribió una carta pública en la que indicó que los dichos del Papa son el indicio de que “comienza un nuevo mundo”. Andrés Gioeni, un ex sacerdote gay mendocino, le envió una carta al jefe del Estado vaticano en el que lo instó a adecuarse “a los nuevos paradigmas del mundo contemporáneo”. Durante una rueda de prensa a bordo del avión de regreso a Roma desde Río de Janeiro, el Papa aseguró el lunes que no juzga a los homosexuales. “Si una persona es gay, busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarla? El catecismo de la Iglesia Católica explica y dice que no se debe marginar a esas personas y que deben ser integradas en la sociedad”, dijo Francisco. Gioeni, un sacerdote mendocino que dejó los hábitos luego de revelar públicamente su orientación sexual y comenzó a dedicarse al modelaje, la actuación y la escritura, celebró “el aire fresco” que ha significado la llegada de Francisco al Vaticano, pero advirtió “que queda mucho camino por recorrer”. En la carta que le escribió al nuevo pontífice, el ex sacerdote gay lo instó a adecuarse “a los nuevos paradigmas del mundo contemporáneo”. “Alguna vez fui sacerdote católico, pastor, compartí ese ímpetu misionero y esa necesidad de reclamo de apertura eclesial. Hasta que decidí abrirme a un costado cuando descubrí mi propia tendencia homosexual y admitir mi imposibilidad de ejercer el ministerio pastoral en celibato”, indicó Gioeni en la misiva, publicada en su cuenta de la red social Facebook. “Me atrevo a hacerme portavoz de una gran porción de personas que pertenecemos a la comunidad homosexual. Y simplemente, con humildad, pedirle encarecidamente que incentive, estimule, promueva y acompañe una mayor profundización en la teología moral sexual acerca del lugar y la experiencia de la persona homosexual”, solicitó el ex cura, quien explicó que se siente “feliz y realizado” tras llevar diez años viviendo con una pareja del mismo sexo. Gioeni dejó en claro que no pretende que el nuevo pontífice renuncie a la doctrina eclesiástica sino que “la ayude a seguir creciendo y adecuándose a los nuevos paradigmas del mundo contemporáneo que nos desafían a encontrar nuevas respuestas”. “¿De verdad el amor de dos personas, siendo del mismo sexo, no demuestra ni refleja nada del amor de Dios?”, cuestionó el ex cura, quien preguntó también si “la Iglesia con sus silencios va a permitir que se sigan estigmatizando a tantos jóvenes en tantos países donde se siguen asesinando solamente por su tendencia”. Gioeni se despidió pidiendo a Francisco que ayude a la comunidad homosexual a descubrir por dónde puede “transitar la fe” sin renunciar a su “experiencia de amor”. Canevaro, por su parte, consideró que “no esperamos que el Papa haga una defensa de nuestros derechos como comunidad de lesbianas, gays, bisexuales y trans; pero sí esperamos que se exprese de manera categórica en contra de la violencia, la discriminación e incluso la pena de muerte que sufrimos como comunidad. Una condena explícita sí sería un paso más”. El presidente de 100% Diversidad y Derechos estimó que los dichos del pontífice “significan un cambio con respecto a la diatriba a que nos tenía acostumbrados Ratzinger (Benedicto XVI)”, aunque aclaró que “hay que poner las declaraciones en su debido contexto”. Para Canevaro, las palabras del Papa se enmarcan en una “crisis de legitimidad de la Iglesia Católica que pierde sistemáticamente fieles, y una crisis también al interior de la institución, que se refleja en el Banco vaticano y en los miembros expulsados por delitos en contra de la integridad sexual. En ese contexto es que el Papa elige un estilo diferente, una postura más pastoral”. Además, el activista recordó que “Bergoglio, en su momento, ha sido claro en su posición política oponiéndose al reconocimiento de todos nuestros derechos”. Por su parte, en una carta titulada “Un gran paso”, Pedro Robledo, quien milita en el PRO y es integrante de la Falgbt, consideró que los dichos de Francisco son el indicio de que “comienza un nuevo mundo”. “Esta es una declaración para volver y ser cada día más en las misas, en las procesiones, en las diócesis”, sostuvo Robledo, quien había sido recibido por la Presidenta luego de sufrir una golpiza por su orientación sexual. “Yo creo que Francisco es un mensaje más de Dios: un mensaje para comenzar la renovación que la Iglesia necesita. Ya ha hecho un primer milagro. Ha hecho que los jóvenes, todos, volvamos a creer que podemos cambiar el mundo”, finalizó su carta. La Falgbt había pedido el lunes una “fuerte autocrítica” y una “condena firme” a la discriminación sufrida por esa comunidad. No quiero tolerancia, exijo derechos Por Lisandro Orlov * El papa Francisco en su viaje de regreso a Roma y delante de los periodistas dijo en el avión: “Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para criticarlo? El catecismo de la Iglesia Católica dice que no se deben marginar a estas personas por eso”, sostuvo, y agregó: “Hay que integrarlas en la sociedad. El problema no es tener esta tendencia. Debemos ser hermanos. El problema es hacer un lobby”. Consultado sobre por qué no habló de estos temas en Brasil, respondió: “Tampoco hablé sobre la estafa y la mentira. La Iglesia se ha expresado ya perfectamente sobre eso, no era necesario volver sobre eso. Los jóvenes saben perfectamente cuál es la postura de la Iglesia”. Desde ayer esta afirmación que salió en todos los medios me viene molestando y me parece sumamente demagógica y populista. En primer lugar, en esta frase se coloca en un espacio de juicio y de juez donde nadie lo ha colocado. Ya esta perspectiva y esa mirada me parecen lamentables. ¿Quién soy yo para criticarlo? En un primer momento parece muy positivo pero todo el contexto nos lleva a sentir una especie de tolerancia, como que el Papa perdona la vida a quienes vienen del mundo de la diversidad sexual. No me parece que la tolerancia sea la mejor perspectiva y nunca habló sobre los derechos humanos a toda dignidad de las personas de orientación homosexual. Por otro lado termina la frase diciendo que no habló del tema porque “los jóvenes saben perfectamente cuál es la postura de la Iglesia” y ese es justamente el núcleo del problema y no su tolerancia personal e individual. En ningún momento propuso un cambio del catecismo de la Iglesia Católica, que afirma con todo desparpajo que la homosexualidad es “intrínsecamente desordenada” con relación a todos los criterios de esa iglesia con relación a la sexualidad. Toda esta expresión me ha parecido una frase que no le significa ningún costo teológico, doctrinario ni pastoral porque todo continúa igual desde la institución. No me sirve ni quiero esta posición individual que no implica ningún cambio ni costo. Es puro gatopardismo, digamos algo popularmente correcto pero no cambiemos nada. * Pastor. Iglesia Evangélica Luterana Unida

DICTAMEN DEL INADI POR LOS DICHOS DE UN CURA CERCANO AL ARZOBISPO AGUER

El sacerdote discriminador Después de la denuncia, el arzobispo Aguer mandó levantar el programa del canal local. Imagen: Télam Por televisión, Raúl Sidders había tildado de “loquitas” y “yeguas” a mujeres que reclamaban por los derechos reproductivos. Para el Inadi, son expresiones con “violencia simbólica y mediática”. El programa era auspiciado por el Arzobispado de La Plata. Por Soledad Vallejos El Inadi dictaminó que en su programa de televisión, el presbítero de un colegio secundario de La Plata tuvo expresiones discriminatorias hacia las mujeres, cargadas de “violencia simbólica y mediática”, lo que constituyó una “práctica contraria a los principios fundantes de la democracia”. Entre otras cosas, el presbítero Raúl Anatoly Sedders tildaba de “yeguas” a estudiantes universitarias que se habían manifestado a favor de los derechos reproductivos. Por ello, el organismo también ordenó a Cablevisión y el canal platense que transmitía el programa semanal que dieran a conocer el dictamen y se abstuvieran de repetir los contenidos, y al Arzobispado de La Plata que se notificara de la actuación. La resolución respondió a una denuncia iniciada por Martha Ungaro y la madre de Plaza de Mayo Adelina Alaye, a la que también se sumó el defensor Penal Juvenil de La Plata Julián Axat, quien señaló a Página/12 que “el dictamen establece parámetros para medir la discriminación de género. Incluso, aporta a la discusión jurídica sobre libertad de expresión y discriminación”. El programa televisivo del cura Sidders se emitía todos los sábados de 10 a 11 de la mañana en el Canal 5 de La Plata. Se llamaba Ave María Purísima y de él participaban alumnos del colegio San Vicente de Paul, que acompañaban al religioso –presbítero del colegio– en el estudio, ante cámaras, y oficiaban de público en vivo. Salía al aire gracias a que el Arzobispado de La Plata contrataba el espacio al Canal 5 de La Plata, cuya señal opera Cablevisión. En 2012, después de conocida la denuncia, Ave María Purísima salió del aire por decisión del Arzobispado. Al mismo tiempo, fueron borradas de YouTube decenas de videos del programa. Sólo sobrevivió un fragmento, que había sido grabado por un medio platense, Diagonales, y que es el que todavía puede encontrarse hoy en Internet. El dictamen del Inadi se basó en ese fragmento de programa. El video es breve, pero el audio es claro. En él, con boina de paisano rural, rodeado de una escenografía minimalista, que reúne una estatua de la Virgen de Luján con un retrato de Manuel Belgrano, el religioso se refiere a una manifestación de universitarias por los derechos reproductivos; a veces habla a cámara y por momentos se dirige a dos adolescentes sentados a una mesa. Dice el sacerdote Sidders: “Había como unas cuarenta o cincuenta loquitas. Son esas que estudian periodismo ahí de la Universidad Nacional de La Plata, que nosotros les pagamos el estudio para que ellas no estudien y estaban en la puerta de la catedral porque era el día de lucha contra la violencia de género, ¿no? Y entonces estas minas aprovechaban para putear, amenazar que iban a quemar la catedral. Contra la violencia, no hay peor violencia que aquellas que pretenden matar a los bebitos que están por nacer porque estas minas... unas chiruzas, como decía mi abuela, ¿no? Contra la violencia de las mujeres, de la reproducción y siempre usan esos eufemismos, ¿no? Cuando hablan de salud reproductiva, en el fondo lo que están diciendo es que el bebito que está por nacer es una enfermedad, entonces el bebito hay que sacárselo de encima. Debe ser una enfermedad para las yeguas éstas. Y un montón de otras barbaridades, amenazaban a la policía. Pero bueno, nosotros somos católicos, creemos en un solo Dios verdadero que es padre, hijo y espíritu santo”. Basado en la Constitución nacional y pactos internacionales como Convención Americana sobre los Derechos Humanos y la Convención sobre Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, el Inadi estableció que “la libertad de expresión está atravesada por el derecho a la igualdad y el principio de no discriminación (...) los dichos del Sr. Raúl Anatoly Sidders constituyen un discurso discriminatorio”. Que Sidders llame “loquitas” a las manifestantes “estigmatiza a las estudiantes de periodismo en particular, aunque en definitiva y en términos generales la estigmatización abarca a todas aquellas mujeres que reclaman el ejercicio de derechos”. Además, el modo de referirse a las mujeres “que deciden ejercer su derecho a abortar constituye una construcción discursiva tendiente a criminalizar a las mujeres”. Según la ley contra la violencia hacia las mujeres, dice el dictamen, es “un caso de violencia simbólica y mediática”. El Inadi se expidió en función de ese breve video, porque los demás no están disponibles. El defensor penal juvenil Axat recuerda una emisión en la que Sidders “planteaba que si había una plaza que se llamaba Che Guevara, debería haber otra llamada Emilio Massera”. También, que se refirió a Hugo Moyano como “negro de pelo duro”. Sidders fue capellán de Gendarmería hasta 2002, cuando debió dejar Neuquén porque ATE y organizaciones mapuches pidieron su expulsión por autoritarismo e invasión de tierras. Desde entonces, fue asignado a La Plata, la diócesis comandada por Héctor Aguer en la que fue destinado a la capellanía del jardín de infantes San Bernardo, el Colegio San Vicente de Paul y el Instituto de Educación Superior. En 2008 ofició la misa del sepelio del periodista Bernardo Neustadt.

CARRIO RENOVO LAS CRITICAS A SUS ALIADOS, QUIENES HABLARON DE SUS PROBLEMAS PARA TRABAJAR EN EQUIPO

Cada vez más desunidos en Unen La precandidata a diputada consideró “cobardes” y cómplices de la corrupción a sus rivales internos en Unen. Lousteau dijo que la chaqueña tiene un carácter “volátil” y Gil Lavedra confió en que la van a poder “domesticar”. Por Sebastian Abrevaya Sus compañeros en el frente Unen, Rodolfo Terragno, Martín Lousteau, Ricardo Gil Lavedra y Alfonso Prat-Gay; su ex delfín Adrián Pérez; sus ex aliados Ricardo Alfonsín y Margarita Stolbizer; el senador kirchnerista Aníbal Fernández, los dirigentes radicales Enrique “Coti” Nosiglia y Jesús Rodríguez y hasta el ex presidente Raúl Alfonsín. Ninguno se salvó de las denuncias y acusaciones que salieron nuevamente ayer de la boca de Elisa Carrió. La precandidata a diputada volvió a decirles “cobardes” y cómplices de la corrupción a sus competidores internos, dijo estar “harta de la hipocresía” política, pero aseguró que no quiere “romper nada” sino que lo hace a propósito porque “la unidad es sufriente”. Sus adversarios de Unen prefirieron bajar el tono de la confrontación. Martín Lousteau dijo que la chaqueña tiene un carácter “exuberante” y “volátil” mientras que Ricardo Gil Lavedra sostuvo que confía en que la van a poder “domesticar”. El primer chispazo de la alianza Unen parece que encontró rápido material altamente inflamable. Tras las primeras chicanas lanzadas por las listas de Alfonso Prat-Gay (Juntos) y Rodolfo Terragno (Sumá+) respecto del “denuncismo vitalicio” y las críticas a “las denuncias mediáticas” que no tienen consecuencias, Carrió se despachó en una larga entrevista televisiva, donde lanzó las primeras críticas que ayer replicó y amplió. “¿Qué nos une en Unen? El respeto irrestricto a la Constitución. En eso estamos todos de acuerdo. ¿Qué nos diferencia? Que algunos hemos tenido el coraje de haber denunciado la corrupción y otros no lo han tenido. Algunos son más blandos con el kirchnerismo. Han ido a actos con el kirchnerismo, han entregado victorias como cuando han ido al diálogo con este ministro... Randazzo”, sostuvo Lilita, que volvió a acusar a Prat-Gay de no haberla acompañado en sus denuncias: “Uno lee el Código Penal y dice que comete el delito de encubrimiento quien omite denunciar”, remató. Además, quejándose por “luchar 20 años sola” contra la corrupción, Carrió sostuvo que sus declaraciones son a propósito, porque “no puede ser que la carga la lleve uno y los demás digan `yo me preparo para gobernar’”. Se trata de otro dardo directo para Prat-Gay, cuyo eslogan es “un senador para gobernar”. “La verdad es que yo escuché a todos los opositores decir lo que me decía Aníbal Fernández, que es el principal narco de la Argentina”, afirmó Lilita, que citando al papa Francisco dijo que nació “para hacer lío”. “A mí me encanta Lousteau, porque tiene unos pelos divinos, es lindísimo, pero yo quiero saber por qué dictó la 125”, ironizó la precandidata, que hoy participará de un debate televisivo con el ex ministro de Economía y con Gil Lavedra. En otro tramo, apuntó contra dirigentes de la UCR porteña como Enrique “Coti” Nosiglia y Jesús Rodríguez. “Esta unidad no puede ser el blanqueo para que Coti y Jesús sigan manejando el radicalismo de la Capital”, disparó Carrió, que también le tiró a Raúl Alfonsín. Según la diputada, le pidió al ex presidente que “saque a los corruptos” para quedarse en la UCR y Alfonsín le respondió “andá nomás, hija”. No conforme con criticar a sus actuales socios políticos, cargó también con sus ex aliados. Responsabilizó de la ruptura del Acuerdo Cívico y Social al radicalismo y al GEN por “votar todo” con el gobernador Daniel Scioli. “Ricardito se reunía con De Vido y Romero”, agregó sin dar más precisiones. Al presentar una boleta que habla (ver aparte), Terragno y Lousteau prefirieron bajarle el tono a la disputa. “Los que se enojan pierden ante la gente”, sostuvo el ex jefe de Gabinete y aseguró que “nada va a poder destruir el embrión de una alternativa que puede ganar en 2015”. Lousteau, que no había respondido a los primeros cuestionamientos de la chaqueña, consideró que hay más diferencias en el kirchnerismo y en el PRO que en Unen. “No creo que Cabandié tenga mucho que ver con Milani, espero. Ni Filmus con Boudou o Forster con De Vido y Moreno”, chicaneó el ex ministro kirchnerista, que calificó al carácter de Lilita como “exuberante” y “volátil”, pero prefirió “potenciar lo positivo”. Gil Lavedra fue un poco menos diplomático: “Todos la conocemos a Carrió, es una mujer difícil, le cuesta mucho la posibilidad de trabajar en equipo. Confío en que la vamos a poder domesticar (sic), porque hay un reclamo ciudadano muy fuerte para deponer personalismos, los egoísmos, para tratar de trabajar juntos, es lo que estamos tratando”. También Stolbizer opinó de sus dichos y aseguró que no le sorprenden porque “ella siempre tuvo dificultades para sus propias construcciones”. 31/07/13 Página|12

Carrió volvió a dinamitar la alianza UNEN

La líder de la Coalición Cívica continúa con su derrotero de declaraciones incendiarias contra sus socios políticos del espacio político que dirimirá candidaturas en las PASO. Volvió a pegarle a Prat Gay y dijo que "la unidad es sufriente". Sin embargo, aseveró que ya los perdonó a todos. Elisa Carrió no parece conforme con haber protagonizado una discusión en vivo con Pino Solanas en el programa de cable de Mariano Grondona ni tampoco con las respuestas que le llovieron desde sus socios de la alianza UNEN. Ahora, la ex UCR y ex ARI volvió a hablar de sus compañeros de espacio, más recargada que nunca. En diálogo con un complaciente Jorge Lanata, "Lilita" arremetió contra su ex hijo político, Alfonso Prat Gay, a quien acusó de ocultar "su cobardía" y de haber "recuperando el discurso del poder", por haberla definido como una "denunciante vitalicia". Pero Carrió también disparó contra su ex partido, la Unión Cívica Radical (de donde son gran parte de sus nuevos socios), al que señaló por haber pactado con la corrupción "por debajo". En este marco, la dirigente reconoció que es una mujer "difícil", reivindicó su lucha en soledad e insistió en que las diferencias no anulan la unidad. "Yo he peleado sola contra el narcotráfico. Me enfermé por luchar 20 años sola, yo quiero que en el espacio de UNEN ahora digan, 'cuando haya un delito, vamos a denunciar todos'", apuntó Carrió e insistió en que sus críticas a Prat Gay, Martín Lousteau y Rodolfo Terragno no arruinan la unidad, sino que buscan fortalecer la democracia. "La unidad es sufriente, porque uno tiene que perdonar, y yo perdoné. Cada uno quiere su toldito, pero yo no hice el toldito. Nosotros con Pino armamos una gran unidad. Tenemos caracteres diferentes, opiniones distintas, pero la unidad se basa en los valores y defensa irrestricta de la constitución", argumentó. "Es cierto, yo nací para hacer lío. Ahora, gracias que hacemos lío, porque si no estos se roban todo", agregó y confesó: "Ya estoy grande y tengo problemas de salud, entonces nosotros tenemos que dejar gente que quiera seguir luchando". Para Carrió, el problema es que "hemos perdido cultura democrática por años de dictadura". "Yo no quiero más hipocresía política", advirtió Lilita y volvió a cargar contra sus socios políticos en lo que respecta a la lucha contra la corrupción: "Me parece muy injusto que ellos, muchos, repitan lo que dijo el poder: 'ella es una denunciante', porque eso oculta la propia cobardía. No hay que blanquear la cobardía, hay que transformarla". "Soy una persona difícil, pero me muestro como soy, no hago marketing", insistió Carrió y siguió: "Yo quiero que la gente me vote por lo que soy, no quiero venderme. Quiero que la gente me vote o no me vote, pero como soy, no hay diálogo sin verdad. Ellos tienen virtudes que yo no tengo, soy más moderados, más dialoguista, menos apasionados". Infonews

MARGARITA CAMUS, VICTIMA Y QUERELLANTE, HABLA DE LA FUGA DE LOS REPRESORES JORGE OLIVERA Y GUSTAVO DE MARCHI

“Estos tipos aún tienen contactos y logística” “Los mecanismos que existen nos parecen totalmente insuficientes y lentos para protegernos.” La jueza Camus cuenta que la fuga de los represores “fue un mazazo en la nuca. A 21 días de haber logrado la condena, no lo podíamos creer”. Dice que “se minimizaron la capacidad operativa y el nivel de contactos que todavía tienen estos tipos”. Por Ailín Bullentini “Nerviosa.” “Cansadísima.” “Aterrorizada.” Así se siente la jueza Margarita Camus, sobreviviente de delitos de lesa humanidad en San Juan, víctima y querellante en el juicio que culminó con la condena de los represores Jorge Olivera y Gustavo De Marchi, prófugos desde el miércoles pasado, cuando se fugaron del Hospital Militar Central. En diálogo con este diario, Camus confesó que la noticia de la fuga le cayó “como un mazazo en la nuca” y lamentó la “soledad” en la que se encuentran las víctimas de violaciones a los derechos humanos en San Juan: “No podemos concebir que, después de todo lo que pasamos, tengamos que consolarnos entre víctimas”. Aseguró que por estos días trabajan para presentarse como querellantes en las causas que en Buenos Aires investigan los escapes: “Queremos a todos los responsables”, sentenció. –¿Cómo reaccionó cuando supo que Olivera y De Marchi se habían fugado? –Fue un mazazo en la nuca. A 21 días de haber logrado la condena, no lo podíamos creer. Ni siquiera sabíamos del traslado. Esto se actuó en el Juzgado de Instrucción, no notificaron a las querellas. Y la verdad es que la fuga era completamente imaginable. Olivera llega detenido al juicio, lo habían agarrado en Vicente López en 2008 con DNI falso. De Marchi se suma después; estaba prófugo desde que la Cámara de Mendoza lo había excarcelado. Olivera se había escapado de Italia en 2000, cuando se lo empezó a buscar. Ahí había sido abogado de Suárez Mason. No estamos hablando de perejiles. –¿A quién le atribuye responsabilidades por la fuga? –Se minimizan la capacidad operativa que todavía tienen estos tipos y el nivel de contactos y capacidad de logística para hacer cosas como ésta. Estos tipos tienen disponibilidad económica, tienen contactos en las Fuerzas Armadas, en la oligarquía y afuera (en el exterior). Por otro lado, la instrucción fue muy conflictiva en cuanto a su avance debido al juez (Leopoldo Rago Gallo) que la desarrolló, que está sospechado de ser cómplice de Miret y Romano. Pero nunca un hecho de esta magnitud. Camus estuvo detenida en el penal de Chimbas durante la última dictadura militar, desde el día en que sus padres la acompañaron a presentarse ante el Regimiento de Infantería de Montaña número 22, a donde la habían citado. En Chimbas la torturaron y sufrió abusos. En el ’77 la hicieron firmar una declaración falsa, encapuchada, golpeada y con un revólver en la cabeza. “Olivera fue condenado por mi privación ilegítima de la libertad, los tormentos y el abuso sexual que sufrí”, contó. La condena abarcó también otros 50 casos de privaciones ilegítimas y tormentos agravados, más una tortura seguida de muerte y tres homicidios doblemente agravados. –¿Cómo se comportaron De Marchi y Olivera durante el juicio? –Burlones, insultantes, amenazantes. Olivera ha sido especialmente agresivo. Nos sobraba a todos durante las ampliaciones de indagatoria que pedía. Ellos piensan que los que no somos milicos somos retardados, entonces se la pasaba explicando cómo era la cadena de mandos, como si estuviera dando clase. Ambos me dedicaron las últimas palabras por ser sobreviviente y querellante y poner 30 años de mi vida para que los juzguen. Acá no existen mecanismos reales para proteger a testigos y a víctimas. Hemos sufrido amenazas, a mis hijas les cortaron el conducto de líquido de frenos (de su auto) en agosto del año pasado. Yo estoy sin teléfono de línea desde que terminó el juicio. Será una casualidad, pero yo a esta altura no creo más en casualidades. Estamos bastante solos. En este momento, los mecanismos que existen nos parecen totalmente insuficientes y lentos para protegernos. Esta situación nos sumergió en la incertidumbre y el temor. 31/07/13 Página|12

Papa Francisco: después de Brasil, la reforma de la curia Por Bernardo Barranco

Debo confesar que tenía muchas reservas sobre el desempeño del papa Francisco, y este viaje que acaba de concluir en Brasil me aporta sólidos indicios de que Francisco realmente, quiere realizar reformas necesarias que sacudan una Iglesia en profunda depresión. Me parecían desmedidos el entusiasmo expresados hacia el papa argentino, tanto de Hans Kung como de Leonardo Boff; éste incluso llegó afirmar que con Francisco es posible pensar en una nueva "primavera eclesial". Empiezo a persuadirme. Y es que me orientaba por los juicios de colegas argentinos que conocían de cerca las virtudes y los descomedimientos del cardenal Bergoglio. Pero una cosa es un cardenal disciplinado y otra es ser pontífice con todas las responsabilidades y todos los reflectores. A la renuncia de Benedicto XVI, Jorge Mario Bergoglio, el cardenal de Buenos Aires, parecía ser el nuevo rostro de la última monarquía absoluta en Europa. De manera contradictoria, las imágenes de Francisco me confundían. El papa argentino, con gestos de humildad y sencillez, un actor bonachón que de buena fe quiere hacer cambios; y el entonces cardenal de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio, cabeza de la oposición conservadora, señalado por un sector de la sociedad de haber sido cómplice de la dictadura, como casi toda la alta jerarquía católica argentina. Este viaje a Brasil era clave, pues sus mensajes y posicionamientos forman parte programática de su mandato pastoral; son parte de su ejercicio y tutela pontificia. La visita ha sido un éxito rotundo; ha tenido no sólo una capacidad de convocatoria masiva, sino con su estilo simple ha provocado que la palabra "cambio" flote entre los cerca de 3 millones de jóvenes que participaron en la jornada mundial de la juventud. Francisco renovó el estilo pontifical más cercano al del buen párroco que tiene interés real por su feligresía, que contrasta con el liderazgo carismático del imponente Juan Pablo II y con la fina sofisticación distante y tímida del profesor Benedicto XVI. El papa Francisco vino sin prejuicios a Brasil a revitalizar el catolicismo del país y del continente. Según el Foro Pew sobre Religión y Vida Pública, con sede en Washington, la proporción de católicos en América Latina pasó de 90 por ciento de la población en 1910 a 72 por ciento en 2010. El mensaje del Papa no sólo fue pastoral, sino político: pone sobre la mesa la opción por la justicia social, los derechos humanos que protejan a los excluidos, los pobres y las víctimas del sistema; principalmente los jóvenes y los viejos. Francisco demanda mayor presencia de la Iglesia en las clases más bajas, es decir, una Iglesia que salga a las calles a la periferia, donde habitan los oprimidos. En la Iglesia de Francisco, de manera sorprendente se vislumbra el atrevimiento de promover una reconciliación entre los "progresistas" y los "conservadores"; pareciera que con sus discursos y críticas al sistema imperante reactiva el compromiso social de los católicos, que había sido relegado y hasta reprimido por la curia romana. En todo caso, la crisis del conservadurismo católico permite que las hipótesis pastorales y sociales del progresismo católico se reactiven. Frente a los obispos congregados en el Celam, Fran­cisco les señaló que hace bien recordar el Concilio Vaticano II y cuestiona que la Iglesia se convierta en una ONG, advirtiendo que “la Iglesia se vuelve cada vez más autorreferencial y se debilita su necesidad de ser misionera. De ‘institución’ se transforma en ‘obra’. Deja de ser esposa para terminar siendo administradora; de servidora se transforma en ‘controladora’”. Sobre los obispos, Francisco fue contundente: “quisiera añadir aquí algunas líneas sobre el perfil del obispo. Los obispos han de ser pastores, cercanos a la gente, padres y hermanos, con mucha mansedumbre; pacientes y misericordiosos. Hombres que amen la pobreza, sea la pobreza interior como libertad ante el Señor, sea la pobreza exterior como simplicidad y austeridad de vida. Hombres que no tengan ‘sicología de príncipes’. Hombres que no sean ambiciosos. Y el sitio del obispo para estar con su pueblo es triple: o delante para indicar el camino, o en medio para mantenerlo unido y neutralizar los desbandes, o detrás para evitar que alguno se quede rezagado, pero también, y fundamentalmente, porque el rebaño mismo también tiene su olfato para encontrar nuevos caminos”. Pero el obispo de Roma, convertido en pastor en Brasil, es también la cabeza de un Estado. Y le esperan duras decisiones y acciones de gobierno. Bergoglio ha generado expectativas de reformas de la curia y, para frenar las corrientes de corrupción, ya ha dado algunos pasos: creó una comisión de cardenales que lo ayudará a guiar a la Iglesia para la reforma de la curia y otra para investigar el Banco del Vaticano y lograr transparentar sus operaciones. La reforma que se espera incluye saber quién la dirigirá además del Papa. Porque a Francisco se le percibe solitario en Roma y, por tanto, vulnerable. Requiere de un equipo de apoyo o de un gabinete de confianza que pueda ser capaz de operar los cambios por venir. Se espera con ansiedad el nombre del próximo secretario de Estado (número dos del Vaticano), cargo para el que suenan Giuseppe Bertello, de la Gobernación del Estado de ciudad del Vaticano, y Pietro Parolin, nuncio apostólico en Venezuela, y el cardenal de Honduras, Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga. El reto no sólo es restar poder a los lobbies, ni poner orden en las disputas internas, sino la desromanización de la Iglesia o, dicho de otro modo, la internacionalización de la curia. Sobre el lobby gay, Francisco hizo una muy buena y oportuna clarificación. No se trata de cuestionar el hecho de que sean gays, sino porque se constituyen en un grupo de presión que utiliza los secretos de alcoba como método para acceder a privilegios, destruir o encumbrar carreras políticas en el Vaticano. Francisco regresa a Roma fortalecido como papa pastor, líder religioso y espiritual. Ahora le tocará ejercer y tomar decisiones de Estado que reformen el anquilosado aparato curial y fortalecerse como hombre de Estado. La Jornada, México

El trabajo de los psicólogos Por Mariana Carbajal

“El primer año para todo el equipo que atiende a Lulú y a su familia fue muy angustiante porque no hay referencias sobre casos similares”, confiesa la psicóloga Valeria Pavan, coordinadora del Area de Salud de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA) y asesora técnica del Programa de Atención Integral para Personas Trans del Hospital Durand. El equipo se completa con el psiquiatra Alfredo Grande y la psicóloga infantil Gabriela Gamboa, ambos de la Cooperativa de Trabajo en Salud Mental Atico. En EE.UU. se conocen dos o tres casos de niñas trans (ver aparte). Lohana Berkins, dirigente de la Asociación de Lucha por la Identidad Travesti, comentó a Página/12 que acaba de regresar de Lima, Perú, de un encuentro organizado por la Asociación de Padres, Amigos y Familiares de Gays y Lesbianas (Pflag, por sus siglas en inglés), en la que participaron dos nenas trans mexicanas, de 5 y 10 años, y sus papás. A la mayor, Berkins la conoció cuando tenía apenas tres años. En la CHA tienen un programa de acompañamiento de chicos trans en escuelas, pero siempre habían sido casos de adolescentes, que iban a secundarias o habían abandonado la escolaridad por sufrir burlas y hostigamiento. Nunca una historia como la de Lulú. “Nosotros nos manejamos con las necesidades que manifiesta Lulú. No sabemos qué va a pasar con ella en el futuro. No sabemos si le va a molestar el pene. Más adelante ella podrá elegir si quiere recibir terapia de hormonas y si se quiere operar. Ella tiene un registro claro de su esquema corporal. Sabe que es un varón biológico y aun así se siente niña”, señaló Pavan. “Muchos adolescentes trans dicen que a los tres años, o cuando eran niños, empezaron a sentir el registro de ser otro. Muchos incluso intentaron manifestarlo pero las respuestas de sus padres fueron diversas”, dice la especialista de la CHA. “Se trata de comprender” Por Mariana Carbajal El psiquiatra y psicoanalista Alfredo Grande es uno de los terapeutas que siguen la historia de Lulú. Se preocupa por aclarar que el marco que le dan al abordaje que recibe es “sostener el deseo de Lulú” y que no se trata de patologizar su cuadro, sino de comprender que una historia de vida así resulta conflictiva en sí misma. Para ayudarla, destaca, se le debe dar un nuevo DNI acorde con su identidad de género femenina. “La identidad de género tiene que ver con la identidad por mandato y por deseo. En el marco actual, la única que se manifiesta en una cultura represora como la nuestra es la identidad del mandato, que es biológica y cultural. Lulú contradice los dos mandatos. Al ser una interpelación al doble mandato, se convierte en analizador. La identidad se construye desde los más profundos deseos. Son muy pocas las personas que han podido enfrentar esos dos fuertes mandatos. Una persona heterosexual no se lo cuestiona porque encaja en el mandato cultural y biológico. Lo que el espejo de Lulú refleja, no se refleja en ningún espejo. Un nuevo DNI es importante porque funciona como espejo. Hoy ella no se reconoce en ese espejo. Cuando uno tiene una imagen en la que se reconoce, encuentra armonía, coherencia. Si usted se ve en el espejo y ve a Lita de Lázzari, por ejemplo, enloquece. No tener ese espejo, para Lulú es terrible. Es una niña que está en riesgo”, explica Grande a este diario. “El tema de Lulú es que no ve nenas con pene. En toda su escolaridad primaria Lulú va a necesitar muchísima ayuda. Si no es reconocida desde el DNI, no existe. Es terrible. No sé si un funcionario entiende este nivel de análisis”, se pregunta el psiquiatra. “A esta nena contrariada en su deseo se la pone en un lugar de altísimo conflicto”, afirmó. La carta de Sadie a Barack Obama En enero de este año, una niña trans estadounidense, de 10 años, le escribió una carta al presidente Barack Obama, después de que diera su discurso con el que inauguró su segundo mandato en el gobierno y que marcó un hito histórico al hablar por primera vez en esa instancia de la necesidad de garantizar los derechos de las comunidades homosexuales. La pequeña sintió que el mandatario discriminaba a las personas trans, como ella. Y decidió poner en palabras su angustia. La chica se llama Sadie. Nació con genitales masculinos y durante el jardín de infantes asumió su identidad femenina. Desde entonces, se supo, se vio apartada del sistema escolar, hasta que finalmente logró ingresar a 5º grado en una escuela pública. En la carta escribió: “El mundo sería un mejor lugar si todos tuviéramos derecho a ser nosotros mismos, incluyendo las personas que tienen una identidad sexual y expresiones creativas. Las personas transgénero no tienen la libertad de hacer lo que hacen los demás, como ir al médico, a la escuela, obtener un trabajo o incluso de hacer amigos. A los niños transgénero como a mí no nos permiten asistir a la mayoría de las escuelas porque los profesores piensan que somos diferentes. Las escuelas tienen miedo de lo que dirán los padres de los otros niños, así que los niños transgénero son mantenidos en secreto o no se les permite asistir. A los niños se les advierte que no deben ser amigos de los niños transgénero, lo que nos hace muy tristes y solitarios. Este sería un mundo mejor si todos comprendieran que las personas transgénero tenemos los mismos sueños y esperanzas que los demás. Nos gusta hacer amigos y nos gusta ir a la escuela. En realidad, no es difícil simpatizar con las personas transgénero porque somos como todos los demás”. Un caso en Colorado “Su futuro va a ser mejor si llegamos a un punto en que no haya nada de qué avergonzarse”, dijo Kathryn Mathis, la mamá de la niña transgénero estadounidense de 6 años, que pudo volver unas semanas atrás a la escuela en Colorado, en la que cursaba sus estudios, después de que los tribunales fallaron que tiene el derecho de usar el baño de mujeres. La demanda la inició el Fondo de Educación y Defensa Legal Transgénero, con sede en Nueva York en nombre de los padres de Coy Mathis. Denunciaron que la niña, que iba al primer grado, había sido discriminada en la Escuela Primaria Eagleside en Fountain, cerca de Colorado Springs. Los padres contaron que desde el distrito escolar les habían avisado que Coy tendría que comenzar a usar el baño de la sala de profesores o uno en la oficina de la enfermera. La familia Mathis dijo que Coy, una trilliza, mostró preferencia desde un principio por cosas relacionada con niñas. Cuando tenía cinco meses tomó una manta rosada que era para su hermana Lily. Después mostró poco interés en los autos de juguete y la ropa de varón. Se negaba a salir de la casa si se la vestía con ropa de niños y se deprimió y se aisló. En un momento les dijo a sus padres que deseaba que un médico la “reparara”. Después se enteraron de qué le pasaba. Y decidieron ayudarla. 28/07/13 Página|12

UNA MADRE PIDE UN NUEVO DOCUMENTO PARA SU HIJA TRANS DE SEIS AÑOS

Lo que devuelve el espejo Lulú empezó a vestirse como nena en su casa, ahora va al jardín con nombre femenino. Imagen: Dafne Gentinetta Nació varón junto a su mellizo. La mamá cuenta que ya al empezar a hablar se identificó como niña. Y a los cuatro años se puso un nombre de nena. En el jardín aceptan su condición. Un equipo de psicólogos asiste a la familia y acompaña el reclamo para lograr un nuevo DNI. Por Mariana Carbajal Lulú nació con genitales masculinos como su hermano mellizo y los padres le pusieron Manuel. Ahora, la madre cuenta qué pasó después. Desde que pudo hablar, al año y medio de vida, dice que empezó a repetir: “Yo, nena”, “yo, princesa”, y a ponerse ropa de ella y pedir muñecas para jugar. “A los cuatro años eligió un nombre femenino y pidió que la llamáramos así –relata–. Nos dijo que si no le decíamos así no nos iba a contestar.” Hoy Lulú tiene seis años y es una nena trans: vive con su mamá y su hermano en el conurbano bonaerense –el papá los abandonó– y cursa preescolar en un jardín de infantes que respeta su identidad. Pero su mamá y los terapeutas que la acompañan plantean que necesita un nuevo DNI acorde con su identidad de género. “Es muy duro llevarla a una guardia porque tiene 39 grados de fiebre y que la vean con dos colitas y pollera, y en lugar de fijarse qué le pasa, la miren raro porque en el documento tiene nombre y foto de varón”, dice a Página/12 la mamá de Lulú, de 39 años. La Ley de Identidad de Género prevé un mecanismo en el caso de menores de 14 años, pero en el Registro Civil de su municipio le dijeron que debía recurrir a la Justicia. El equipo interdisciplinario que atiende a la niña y su familia, y que encabeza la psicóloga Valeria Pavan, coordinadora del Area de Salud de la Comunidad Homosexual Argentina –y asesora técnica del Programa de Atención Integral para Personas Trans del Hospital Durand– coincide en la necesidad que tiene Lulú de adquirir un nuevo DNI. Ni Lulú ni Manuel son los verdaderos nombres: fueron modificados para esta nota con el fin de preservar su intimidad. “El DNI es importante porque es un espejo. Hoy ella no se reconoce en ese espejo. Cuando uno tiene una imagen en la que se reconoce, encuentra armonía, coherencia. Si usted se ve en el espejo y ve a Lita de Lázzari, por ejemplo, enloquece. No tener ese espejo, para Lulú es terrible. Es una niña que está en riesgo”, explicó a Página/12 el psiquiatra y psicoanalista Alfredo Grande, director clínico de la Cooperativa de Trabajo en Salud Mental, que forma parte del grupo de profesionales de la salud mental que atienden a la niña, a su hermanito y a su mamá. “Si bien nosotros proponemos la despatologización de la identidad trans, no quiere decir que no sea conflictiva la situación que enfrentan Lulú y su familia. No es patológico pero es conflictivo. El mandato biológico y cultural es muy fuerte para que una identidad por deseo se pueda imponer. El marco que le damos a la atención terapéutica es sostener el deseo de Lulú”, señaló Grande (ver aparte). La madre le escribió una carta a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, para que la ayude a obtener el documento para su hija. Como cualquier mamá que se enfrente a una historia como la de Lulú, acumula angustia y desorientación. También para el equipo terapéutico significa un desafío enorme. “El primer año para todo el equipo que atiende a Lulú y a su familia fue muy angustiante porque no hay referencias sobre casos similares”, dice Pavan. El desafío es ayudar a Lulú a crecer feliz. Son poquísimos los casos de niñas o niños trans que se conocen en el mundo. Hace poco trascendió la batalla legal que ganó una nena transgénero de 6 años, como Lulú, en Colorado, Estados Unidos, para poder usar el baño de mujeres en su escuela. La madre de Lulú viene dando distintas batallas. “Para la mamá ha sido una sobreexigencia brutal y lo sigue siendo. Y además tiene una situación económica adversa”, apuntó el psiquiatra Grande. Los terapeutas que atienden a Lulú, su hermanito y su mamá, lo hacen gratuitamente. Además, desde la CHA la ayudan económicamente. Ella junta unos pesos vendiendo comida que cocina en su casa y reparte en bicicleta. Su ex marido no cumple con la cuota alimentaria desde diciembre. Y tampoco visita a sus hijos. La mujer solicitó un subsidio en el municipio en el que vive, pero no tuvo respuesta. Entre las batallas que dio, la primera fue entender qué le pasaba a Manuel. “Mi impresión era que tenía mellizos, pero los dos tenían gustos opuestos”, contó a este diario. “A los 18 meses, cuando empezó a hablar, me decía: ‘Yo nena, yo princesa’. Quería tener el cabello largo y para simularlo se ponía trapos en la cabeza, pedía que le compraran muñecas. Me pedía mis polleras, mi ropa, y se las quería poner”, recuerda. “Yo pensé que era un juego”, dice. Peregrinó por pediatras, neurólogos, psicólogos, buscando una respuesta. “Un psicólogo me dijo que le faltaba presencia paterna, que le tenía que decir que era un nene, que le sacara la ropa de mujer. Fue un desastre. Mi hija vivía destrozada. Se escondía debajo de la cama, se ponía el cubrecestos del baño que tenía puntillas como pollera y pasaba horas encerrada en el baño. Cuando le sacaba la ropa femenina, yo sentía que le arrancaba la piel. No se imagina cómo lloraba. Podía llorar horas. El papá no lo podía tolerar. Decía: ‘Yo no voy a tener un hijo puto’. Y lo escondía cuando venían sus amigos. ¿Sabe con qué jugaba? Con un lápiz rosa. Hasta que vi un documental de National Geographics de una nena transgénero de Estados Unidos. Fue como si me pasara una topadora por encima. Era la historia de mi hijo. Ahí entendí que era una nena trans, que su identidad era la de una nena. Lloré veinte días. Y reaccioné. Me dije: si quiere ser princesa, yo la voy a ayudar”, recuerda. “El complemento de ella siempre fue su hermano mellizo, que sabía lo que ella quería: si teníamos que comprarle un regalo y yo le preguntaba a él, me decía que le gustaban las muñecas.” Otra batalla que tuvo que dar fue en el jardín de infantes al que mandó a los dos chicos cuando cumplieron tres años, una institución privada en su barrio. Manuel siempre estaba con las nenas. “Las otras mamás me decían: ‘Tu hijo es un donjuán, siempre rodeado de nenas’. Les acariciaba el pelo, porque deseaba tenerlo como ellas, largo, con hebillitas. Me decía que quería tener vagina, que no quería tener pito. Yo no sabía cómo explicarle que era una nena transexual. Un día me dijo: ‘Yo no soy un nene. Soy una nena y me llamo Lulú’. Tenía cuatro años recién cumplidos. Fue la segunda topadora que me pasó por encima. Ella solita se había elegido el nombre. ¿Sabe lo que es eso? Tenía pelo cortito, ropa de varón. La psicóloga que la atendía en ese momento le imponía una terapia correctiva de reafirmación del género masculino. Yo tenía miedo de que se quisiera lastimar el pene. Se lo hundía hasta hacerlo desaparecer. Ni la maestra ni la directora entendían. Yo no soportaba más verlo sufrir y cuando se iba el papá, lo dejaba jugar con lo que quería”, cuenta la madre. Ante ese cuadro de “tanto dolor”, la mamá le regaló un traje de princesa y una peluca de cotillón, que con el correr del tiempo quedó gastado de tanto uso. Fue hace dos años, cuando Lulú tenía cuatro años. En ese momento, una tía suya llegó al Programa de Atención Integral para Personas Trans del Hospital Durand y allí ubicó a la psicóloga Valeria Pavan. Inmediatamente la contactó y la especialista recibió a la mamá. En su consultorio, y luego de varias sesiones, primero con los padres y luego con la niña, el equipo terapéutico descartó que Lulú tuviera una “formación delirante” o una “personalidad psicótica”. “Valeria me dio una explicación, me dijo que era una nena trans, que tenía que dejarla ser”, dice. De alguna forma, fue para ella tranquilizador. Lulú todavía tenía fisonomía de varoncito. “Lulú es una niña con una capacidad arrasadora para defender su identidad. Cuando llegaba al consultorio tenía carita triste. Cada vez que entraba me decía si se podía cambiar y se ponía su traje de princesa, ya gastado, y se transformaba, era como si reviviera, como si su vida empezara a tener sentido. Y antes de irse, se cambiaba”, señala Pavan. En acuerdo con los padres, y con el equipo interdisciplinario que empezó a atender al grupo familiar, se decidió respetar la identidad elegida por Lulú y comenzó su transición: ella decidió que fuera primero en la intimidad de su hogar porque tenía miedo a las burlas del colegio. “No se incentivó nada. Fuimos escuchando sus demandas: vestiditos, zapatitos de nena, la decoración de su cuarto, toallas y sábanas de nena. Pero se le hacía complicado ir al jardín, se hacía pis encima porque no quería ir al baño para que no le vean el pito. Ella tampoco lo quiere ver. Finalmente, en 2012, antes de que empezaran las clases fuimos junto con Marcelo Suntheim, de la CHA, a hablar con los directivos del jardín, para que Lulú pudiera empezar ese año yendo ya como una nena. Nos pidieron informes en el jardín, en el distrito escolar, e incluso hablamos con asesores del Ministerio de Educación de la provincia de Buenos Aires”, indicó Pavan. “Lulú dejó de hacerse pis. Yo pensé que iba a tener vergüenza de ir como nena al jardín. Pero entró como si se llevara el mundo por delante: fue muy fuerte y muy doloroso para mí. Hay que tener un corazón enorme, el pecho de acero”, dice la mamá, con la voz acongojada. Muchas veces, en estos años, se encierra en su dormitorio y llora en soledad. En el jardín aceptaron a Lulú. Pero las madres de sus compañeritos no quisieron que sus hijos fueran a jugar a su casa. Y algunos nenes preguntaban por qué Manuel iba disfrazado de mujer. “La gente es muy de señalar. Vivo en el barrio hace 26 años. Muchos creen que soy una loca que quería tener una parejita, y viste a un mellizo de varón y a otro de mujer. Es muy difícil. Una mamá en el jardín me dijo por qué no me iba a vivir a otra provincia y empezaba de cero. Yo le dije que no tenía por qué esconder a mi hija, que no es un monstruo”, dice. Finalmente, la mamá y el equipo terapéutico consideraron que sería mejor cambiar a los dos hermanitos a un jardín de infantes público (además, el papá dejó de pagar la cuota del colegio a la que se había comprometido). Mañana, después del receso de invierno, empezarán en la nueva escuela. También en este caso, Pavan y Suntheim hablaron con los directivos. Dice la mujer que se encontraron con mayor apertura frente a la historia de Lulú. Fue inscripto como Manuel, por cuestiones legales, pero en las listas internas de la sala figurará como Lulú. La CHA enviará un manual de buenas prácticas en caso de alumnos o alumnas trans, que suelen usar cuando acompañan a adolescentes trans. A pedido de Lulú, un sector del dormitorio que comparte con su hermanito mellizo fue redecorado: las sirenas son su personaje favorito. Como se entristecía cuando veía que las muñecas que le regalaban no tenían pene, como ella, su mamá le incorporó uno a cada una de sus barbies. Son barbies trans. A mediados del año pasado, los papás de Lulú concurrieron a la oficina del Registro Civil de su distrito para tramitar un nuevo DNI para su hija. Lo reclamaron, según lo que dice la Ley de Identidad de Género para el caso de menores de 14 años: fueron ellos dos, Lulú y un abogado de la niña. Los citó un asesor de Incapaces y les respondió que se lo negaban, por la edad de la niña, demasiado pequeña para tomar decisiones de ese tipo. Les planteó que debían iniciar una demanda judicial para que un juez decidiera. “El DNI que tiene no coincide con su imagen. Lulú ahora tiene el pelo largo, y es una nena. Como se quedaron sin obra social, porque su papá renunció al trabajo que tenía, la familia empezó a recorrer el sistema público de salud. Cada vez que tiene que ir a una guardia, se despliega una escena de sorpresa delante de la nena, porque en el DNI dice Manuel. Uno piensa que cuando se es tan chico no se necesita usar el DNI, pero no es así. Para ir a un hospital, para recibir una vacuna. Un nuevo DNI sería para ella una reparación simbólica”, dice Pavan. “Mi hija tiene derecho de ir a un lugar público y que le digan Lulú”, dice su mamá. El trabajo de los psicólogos Por Mariana Carbajal “El primer año para todo el equipo que atiende a Lulú y a su familia fue muy angustiante porque no hay referencias sobre casos similares”, confiesa la psicóloga Valeria Pavan, coordinadora del Area de Salud de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA) y asesora técnica del Programa de Atención Integral para Personas Trans del Hospital Durand. El equipo se completa con el psiquiatra Alfredo Grande y la psicóloga infantil Gabriela Gamboa, ambos de la Cooperativa de Trabajo en Salud Mental Atico. En EE.UU. se conocen dos o tres casos de niñas trans (ver aparte). Lohana Berkins, dirigente de la Asociación de Lucha por la Identidad Travesti, comentó a Página/12 que acaba de regresar de Lima, Perú, de un encuentro organizado por la Asociación de Padres, Amigos y Familiares de Gays y Lesbianas (Pflag, por sus siglas en inglés), en la que participaron dos nenas trans mexicanas, de 5 y 10 años, y sus papás. A la mayor, Berkins la conoció cuando tenía apenas tres años. En la CHA tienen un programa de acompañamiento de chicos trans en escuelas, pero siempre habían sido casos de adolescentes, que iban a secundarias o habían abandonado la escolaridad por sufrir burlas y hostigamiento. Nunca una historia como la de Lulú. “Nosotros nos manejamos con las necesidades que manifiesta Lulú. No sabemos qué va a pasar con ella en el futuro. No sabemos si le va a molestar el pene. Más adelante ella podrá elegir si quiere recibir terapia de hormonas y si se quiere operar. Ella tiene un registro claro de su esquema corporal. Sabe que es un varón biológico y aun así se siente niña”, señaló Pavan. “Muchos adolescentes trans dicen que a los tres años, o cuando eran niños, empezaron a sentir el registro de ser otro. Muchos incluso intentaron manifestarlo pero las respuestas de sus padres fueron diversas”, dice la especialista de la CHA.

EL CASO DE LA NIñA TRANS Y LA ABOGADA QUE OFRECE ASISTENCIA LEGAL

Una solidaridad con historia Carolina Jacky tiene 61 años y hasta hace cinco era un abogado que litigaba en los tribunales de Mendoza. Conmovida por el caso que publicó el domingo Página/12, una abogada, que hace cinco años cambió su identidad de género, ofreció a la familia su servicio gratuito para que la niña pueda obtener un nuevo documento de identidad. Por Mariana Carbajal Carolina Jacky está conmovida. Dice que se le escaparon algunas lágrimas. La historia de Lulú, la niña trans de 6 años, que reveló Página/12 el domingo, le removió parte de su propia historia. Jacky tiene 61 años y hasta hace cinco años era un abogado que trajinaba los tribunales de la ciudad de Mendoza. Desde entonces dejó las corbatas para empezar a lucir polleras y vestidos, y seguir litigando como abogada. Aunque sueña con ser magistrada: el año pasado dio examen para convertirse en jueza federal y espera con ansiedad el resultado. “Yo a los cinco años ya me cuestionaba por qué no iba a poder estar embarazada y tener un hijo como cualquier mujer. No es una elección. Es algo que una trae de fábrica”, dice Jacky, y ofrece llevar el reclamo legal para que Lulú pueda tener un nuevo DNI, acorde con su identidad femenina, como reclama la mamá de la niña y el equipo terapéutico que la acompaña. Muchos años antes de que se pensara en la posibilidad de una Ley de Identidad de Género en el país, Jacky batalló en la Justicia las primeras rectificaciones de DNI y reasignaciones sexuales para hombres y mujeres trans en su provincia: en total intervino en 14 casos, incluido el propio. En su edición del domingo, este diario dio a conocer el reclamo de la familia de Lulú, quien nació con genitales masculinos –y recibió nombre de varón– pero a partir del año y medio de vida empezó a expresar que era una nena y a querer vestirse con ropa femenina y a jugar con muñecas. La mamá de la niña le escribió una carta a la Presidenta pidiéndole que la ayude a obtener un nuevo DNI, luego de que se lo denegaran en el Registro Civil de su distrito, donde intentó tramitarlo a mediados del año pasado siguiendo el procedimiento previsto en la Ley de Identidad de Género para los menores de 14 años. “La historia de Lulú me removió parte de mi historia –contó Jacky–. Aunque no sea igual. Pero los sentimientos que tiene Lulú, las personas trans los hemos tenido, al menos muchas de las que yo conozco y acompañé en su reclamo judicial para tener un nuevo DNI y poder tener una operación de reasignación sexual. Cada una en su época. Hoy puedo decir que desde los 4 o 5 años sentía que estaba en un cuerpo equivocado. Yo pensaba: nací mal, acá hay un error y no me lo quieren decir. Yo nací en 1952. Hoy los papás de Lulú, afortunadamente, tienen información. Antes, de esto no se hablaba. Yo pensaba que era a la única persona que le pasaba, que lo que tenía era una fantasía. Recién con el acceso a Internet, en la década del ‘90, empecé a buscar y pude enterarme de que había otras personas con la misma condición”, recordó la abogada en diálogo con Página/12. También se acuerda de que en tercer grado tuvo que estar en cama más de un mes por tener hepatitis, y que vio en una revista Billiken un kit para bordar y se lo pidió a su madre. “Me dijo que eso era para nenas. Eso te marca. Te queda claro que está prohibido y no lo pedís ni lo hacés más.” A los 14 años le dieron una terapia hormonal porque su cuerpo no seguía el desarrollo esperado para un adolescente de su edad, e inclusive lo mandaron a una fonoaudióloga para engrosar sus cuerdas vocales, porque cuando atendía el teléfono en su casa la gente pensaba que del otro lado de la línea había una chica. Jacky tiene 37 años de ejercicio de la profesión. Recién hace cinco años se animó a dejar de ser un abogado para convertirse en la abogada Carolina Jacky. “Desde hace años que me sentía mujer”, destacó. En 2010 –antes de la Ley de Identidad de Género– consiguió una autorización judicial para poder realizarse la operación de reasignación de sexo. Tenía turno para el año pasado, pero no pudo concretarla porque le coincidió la fecha con el examen que dio junto a otros 35 postulantes, para convertirse en miembro de la Cámara Federal de Apelaciones de Mendoza, un órgano que tiene cuatro cargos vacantes tras la remoción de Luis Miret y de Otilio Romano luego de que se comprobaran los vínculos de ambos con la última dictadura militar. Después del examen sufrió un infarto y le colocaron un stent. Y le indicaron que debía esperar un año para someterse a una nueva cirugía. Ahora que se cumplió ese plazo, prefiere esperar un poquito más hasta ver si el Consejo de la Magistratura da a conocer los resultados de los exámenes, para ver si tiene que dar un test oral, ya que la operación de reasignación de sexo le exige dos meses de reposo y no quiere estar imposibilitada para rendir. –¿A su familia le costó aceptar su identidad de género femenina? –le preguntó Página/12. –A mi familia le costó. A mí también. Con mi mamá está ahora todo bien, pero ella sentía mucha angustia pensando que lo que a mí me pasaba era culpa suya. Esto no es culpa de nadie. Esto es algo que no se construye, que viene con una. Muchos colegas me dicen: “Qué huevos has tenido”. Y yo les digo: esto solo lo hace una mujer (se ríe). Las mujeres vamos para adelante, avanzamos. Por eso la mamá de Lulú está dando esta batalla. Me pongo a disposición, gratuitamente por supuesto, para lo que la pueda ayudar. 30/07/13 Página|12

Patricia Bullrich contraataca"Sarlo ha decidido, quizás en un contagio "cartaabiertista", colocarse en intelectual militante",

Patricia Bullrich (Unión Por Todos), Federico Pinedo (PRO) y la diputada mandato cumplido Silvana Giudici (Unión Cívica Radical) salieron a defender a Michetti: "Sarlo ha decidido, quizás en un contagio "cartaabiertista", colocarse en intelectual militante", señalaron. La nota de Patricia Bullrich en Infobae De eso sí se habla La intelectual Beatriz Sarlo, involucrándose en las elecciones legislativas, escribió un artículo francamente duro contra Gabriela Michetti. Ya lo advirtió Hannah Arendt cuando definió en La promesa de la política, que “el hombre no puede vivir sin prejuicios y no solo porque su buen sentido y discernimiento no serían suficientes para juzgar de nuevo toda aquello sobre lo que se pidiera algún juicio a lo largo de su vida, sino porque una ausencia tal de prejuicios exigiría una alerta sobrehumana”. Sarlo escribió sin esa alerta sobrehumana que exigía Arendt. Intentemos desovillar las ideas de Sarlo, para construir a partir de ellas un debate, que sin duda en la Argentina hace falta. La primera idea que arroja Sarlo para prender la mecha del fuego son dos acciones con las cuales quiere definir a Michetti: una, sobre la elección del primer secretario de Cultura del gobierno de la ciudad; y la segunda, una frase de Michetti sobre la adopción de parejas homosexuales. Aquí habría que detenerse un momento para entender que Sarlo, en este artículo, ha decidido, quizás en un contagio “cartaabiertista”, colocarse en intelectual orgánica, o militante. Hace menos de un mes Beatriz Sarlo compartió desayuno con Elisa Carrió, quien durante el voto por la Ley del Matrimonio Igualitario, donde se abstuvo (lo que implica una no posición), se refirió a un miembro de su bloque definiéndola por su orientación sexual, lo que llevo al parlamentario a alejarse del bloque. No hubo opinión de la escritora cuando en contra de toda la historia del socialismo Hermes Binner dijo que él era antiabortista porque era médico. Primera reflexión: Sarlo debe medir a todos con la misma vara y también detenerse un minuto en las conductas: Michetti pidió perdón, Carrió no lo hizo por su exabrupto, Binner lo dijo en campaña. Se adentra la periodista en un debate sobre ideología y valores, restándole densidad a lo segundo y llenando de contenido el primero. Quizás habría que preguntarse si colocamos en la categoría de ideología o valores las sucesivas tomas de posición de Michetti: haberse definido contra la 125 o contra la Ley de Medios que restringe la libertad de expresión, o contra el uso y abuso de la publicidad oficial, o contra la “democratización” de la Justicia, o contra la ley antiterrorista, o contra la “expropiación de Ciccone”, a diferencia del ideológico Solanas, o contra el impuesto a las ganancias sobre los sueldos de los trabajadores , el pacto de impunidad con Irán, el adoctrinamiento en las escuelas y el uso de los presos en las cárceles, coincidiendo con la misma Sarlo, “que cuestionó con dureza la participación de presos en actividades extra muro organizadas por la agrupación kirchnerista Vatayón Militante y la presencia de La Cámpora en las escuelas públicas”. Puede ser que haber votado la confiscación de YPF tanto Solanas, como el socialismo y el radicalismo los salve de la categoría de “light”. Porque Michetti votó en contra y hoy está claro que era el voto correcto. ¿Quizás la absuelva Sarlo a Michetti por haber sido de los pocos bloques que advirtió la intención aviesa del kirchnerismo con la Ley de Mercado de Capitales como una espada para matar la libertad de expresión? ¿O deberá aún sacarse más pruebas de ADN? A estas definiciones, a esto votos la periodista los define como “discursos generalistas, sin vivacidad ni filo”. Quizás Sarlo debería decir no me gusta la forma de pensar de Michetti o la kipá de Bergman, porque definirlos como “cualquierismo” a quienes desde el gobierno de la ciudad mostraron un estilo de gestión y desde la Nación se comprometieron con los votos más opositores, parece al menos tendencioso. Por último dice que Michetti no plantea problemas sino métodos, una extraña definición de una intelectual de su nivel. ¿Solucionar eficientemente el problema del transporte se pueda definir como un método? ¿No vislumbra la diferencia entre la política de transporte que produce Once o Castelar y la que desarrolla el Gobierno de la Ciudad? ¿No se ha ocupado el gobierno al que Michetti pertenece de solucionar problemas? ¿Reasignando recursos, decidiendo sobre salarios, involucrándose en la educación y en lo social y alcanzando el nivel de educación y salud de mejor calidad en el país? ¿Esos son sólo métodos? Sarlo desayunando con Carrió hace pocos meses la escuchó decir: “Yo defiendo principios y valores” y no se la vio poner el grito en el cielo por tamaña herejía contra la ideología. Parece que medir con distinta vara conductas iguales es una metodología un poco kirchnerista: es la solución Milani. Y para darle la razón en algo a Sarlo le decimos: va de buena onda. Fuente: http://opinion.infobae.com/patricia-bullrich/tag/gabriela-michetti

Dirigentes peronistas de Buenos Aires se alejaron del massismo

Un grupo de dirigentes peronistas anunció su alejamiento del Frente Renovador que encabeza Sergio Massa, por considerar que la presencia de referentes del PRO, de la Coalición Cívica y del empresariado nacional “desvirtúan lo que originalmente se presentaba como una renovación del peronismo”. Ramón Vera, dirigente del peronismo de Moreno, leyó un documento a través del cual representantes de más de 100 distritos bonaerenses dejaron explicitada su oposición a participar de un espacio en el que se encuentra “la derecha reaccionaria del país”. Tras considerar a Massa como un “traidor”, los integrantes del peronismo de Moreno que participaron del acto descolgaron un afiche de campaña de Sergio Massa y taparon con pintura negra las inscripciones proselitistas del frente del local. La lona en la que se leía “Frente Peronista +A Massa” dejó su lugar a la pared en la que se aclaraba: “Sería bueno que en vez de +A. menos desilusión, menos mentira, menos traición, menos hdp, menos PRO y más peronismo”. Y finalmente, la denominada “Militancia Peronista de Moreno” escribió que “sobre las cenizas de los traidores vamos a levantar la patria de los humildes”. En diálogo con Télam, Vera dijo que “intentar negar el acuerdo con el PRO es como querer tapar el sol con las manos”; al tiempo que cuestionó también la presencia de la periodista del Grupo Clarín Mirta Tundis y del empresario de la Unión Industrial Argentina, José de Mendiguren, en la lista de candidatos del Frente Renovador. Las más de 15 agrupaciones que firmaron el documento explicaron que “se bajaron cada uno de los carteles de Sergio Massa o +A, porque no tiene correspondencia que se llame Frente Renovador Peronista a un espacio cuya vertiente de pensamiento es hoy la derecha reaccionaria de nuestro país". El comunicado está firmado por la Agrupación Lealtad y Solidaridad, Corriente Nacional & Popular +A, Frente Renovador, entre otros. Durante la conferencia de prensa de hoy, los organizadores anunciaron que el próximo sábado a las 14 en Mar del Plata se realizará una convocatoria de similares características a la de hoy pero con participación de referentes de diferentes partidos de la provincia de Buenos Aires. Télam

Declaran sitio de interés histórico al Balneario Luna Roja de Mar del Plata

El pasado 24 de marzo el sitio había sido señalizado por agrupaciones de DD.HH. El Concejo Deliberante sancionó la ordenanza y el viernes se cumplirán 35 años del asesinato de cinco militantes por lo que se emplazará una obra en el lugar. El sector costero ubicado en el kilómetro 542 de la Ruta 11, donde se encuentra el Balneario Luna Roja, fue declarado sitio de interés histórico por el Concejo Deliberante, a poco de cumplirse el 35 aniversario de la explosión intencional que se cobró la vida de 5 militantes durante la última dictadura cívico militar. Así, por ordenanza se autorizó también el emplazamiento de una escultura conmemorativa, a cargo de la Asociación Memoria Fértil y al Encuentro Militante Carlos Miguel. De esta forma, el sitio quedará señalizado definitivamente. La propuesta surgió desde el bloque del Frente para la Victoria y fue convalidada por el Cuerpo durante la última sesión ordinaria. A través de la iniciativa, se busca recordar y homenajear a las víctimas de un simulacro de accidente con explosivos acontecido el 2 de agosto de 1978 en el lugar mencionado. Allí, murieron 5 militantes que se encontraban desaparecidos y cuatro de ellos -Lidia Mabel Venegas de Miguel, Ricardo Alberto Téllez y su esposa Antonia M. Fernández y Elizabet Kennet Marinelli- fueron identificados décadas después por el Equipo Argentino de Antropología Forense. Venegas militaba en la FURN, y llegó a Mar del Plata en 1975 después del asesinato de su marido, Carlos Miguel. Trelles estudió veterinaria en La Plata y se radicó en la ciudad donde fue secuestrado junto a su esposa. Finalmente, Marinelli, era trabajadora de la salud, y su secuestro se produjo en un viaje entre Tandil y Mar del Plata. En tanto, la quinta persona que fue exhumada todavía no ha sido identificada. En la noche del 2 de agosto de 1978, los militantes fueron trasladados -presuntamente desde la Base Naval, que funcionaba como centro clandestino de detención- al paraje Luna Roja y los funcionarios al servicio de la dictadura montaron un escenario para esconder el verdadero horror. Los asesinatos pasaron por un accidente de “extremistas” que manipulaban explosivos, pero luego se comprobaría, a través del Equipo de antropología, investigaciones y del libro de “Luna Roja” [de Carlos A. Bozzi], que las víctimas estaban atadas e inmovilizadas en el momento de la explosión. Según las crónicas de la época, el hecho se produjo pasada la 1.30 de la madrugada en el sector cercano a la Barranca de los Lobos, en una casilla ubicada a pocos metros del balneario en cuestión. A partir de la decisión del Tribunal Oral Federal de Mar del Plata, que en 2008 ordenó la exhumación de cadáveres sepultados como NN en el Cementerio Parque, el Equipo Argentino de Antropología Forense comenzó la ardua labor de identificar los cuerpos. Los profesionales determinaron, así, que cinco de éstos habían sido inhumados el 2 de agosto de 1978 con la intervención de la comisaría tercera, que por aquel año tenía jurisdicción en Luna Roja. Finalmente, con los estudios de ADN cotejados con familiares de personas desaparecidas, se identificó primero a Lidia Venegas y luego a Ricardo Tréllez y Antonia Fernández. El 24 de marzo de este año, familiares de las víctimas procedieron a señalizar por primera vez el lugar que ahora se declaró como sitio de interés histórico. En esa oportunidad, Rodrigo Miguel, hijo de Lidia Venega, remarcó que era necesario que el lugar tuviera un señalamiento, para que los vecinos del barrio pudieran saber qué pasó allí. Adelantó que se preveía un acto para conmemorar los 35 años del lamentable hecho, lo que se concretaría este viernes con la instalación de una escultura. Fuente: Diario El Atlántico, Mar del Plata www.elatlantico.com

LAS MULTIPLES CAUSAS EN LAS QUE ESTA INVOLUCRADO MAURICIO MACRI A maltraer con la Justicia

El jefe de Gobierno porteño está procesado como integrante de una asociación ilícita por espionaje. También es investigado por haber revelado cuándo y dónde se iba a realizar un aborto no punible y por la represión en el Borda. Por Irina Hauser Mauricio Macri tiene varias cuentas pendientes con la Justicia, en algunos casos más escandalosas de lo que públicamente ha quedado en evidencia a través de los medios de comunicación, cíclicamente con campañas electorales de fondo. El jefe de Gobierno porteño está procesado como integrante de una asociación ilícita que hacía espionaje telefónico desde el ámbito de su administración y de la Policía Metropolitana, y que tuvo entre las víctimas a su propio cuñado, Daniel Leonardo, así como al dirigente de familiares de AMIA Sergio Burstein. Tuvo suerte hasta ahora, porque gracias a la burocracia judicial todavía su caso no entró en la etapa de juicio oral. Además del expediente por el accionar de la UCEP (ver aparte), también es investigado por haber revelado cuándo y dónde se iba a realizar un aborto no punible a una mujer violada y está implicado en el expediente sobre la represión en el Hospital Borda. Fue denunciado, a la vez, por incumplir 29 fallos sobre derechos sociales y económicos para proteger a personas en situación de vulnerabilidad. La historia de las escuchas estalló en octubre de 2009, justo cuando estaba en plena conformación la Policía Metropolitana, con Jorge “Fino” Palacios –el comisario de histórica confianza de Macri– a la cabeza. Todo empezó cuando Burstein recibió un llamado anónimo en su casa, que atendió su hija, a quien le dijeron: “A tu papá lo está escuchando el Fino Palacios”. Después de que Burstein hizo la denuncia, que le tocó al juez Norberto Oyarbide, quedó en evidencia una trama asombrosa: tanto él como otras personas tenían sus teléfonos pinchados con órdenes judiciales emitidas desde dos juzgados de Misiones que los vinculaban con causas penales hasta por homicidio con las que no tenían absolutamente nada que ver. Con esas órdenes la Secretaría de Inteligencia (SI) realizaba las escuchas. El patrón común, además de que los pedidos de pinchadura venían de Posadas, era un personaje: el ex policía y espía Ciro James, que retiraba las grabaciones de la ex SIDE y sistemáticamente, antes y/o después, se comunicaba con Palacios. Dos de las víctimas de las escuchas tenían alguna relación con Macri: Burstein porque había sido un ferviente opositor a la designación de Palacios en la Policía Metropolitana debido a su papel en el encubrimiento del atentado a la AMIA, por lo que fue procesado; y por otro lado había sido intervenido con la misma mecánica el celular del cuñado del jefe de Gobierno, el parapsicólogo Daniel Leonardo, casado con Sandra Macri. El espía James y Palacios se conocían desde muchos años antes, de la Policía Federal. El joven quería ingresar a la Metropolitana. Pero desde el año anterior a su fundación, ya tenía un contrato como asesor legal del Ministerio de Educación porteño por 6 mil pesos, que se inició en 2008, por la misma época en que escuchaban las conversaciones de Leonardo. Sin embargo, no hay ningún trabajo suyo documentado en esa función de abogado, sólo escuchas telefónicas. La investigación penal llegó a determinar que con la misma metodología y siempre con colaboración de policías y funcionarios judiciales misioneros habían sido escuchados el abogado Francisco Castex, el empresario televisivo Carlos Avila, su yerno Federico Infante (directivo de TyC Sports), dos ejecutivos de supermercados Coto y Jorge Navarro (hermano de Juan Navarro, del Exxel Group), entre otros. La Sala I de la Cámara Federal llegó a responsabilizar a Macri en una de sus resoluciones del “armado” de una “estructura de inteligencia subterránea” “prohibida por la ley”. El líder de PRO, decía el tribunal, se habría encargado de “asegurar que la matriz del aparato clandestino de inteligencia se instale en su gobierno, se nutra de recursos y, de tal suerte, pueda funcionar”, además de que afirmaba que “sabía y participó” de las pinchaduras a Leonardo y Burstein. Una vez que Oyarbide dio por terminada la investigación, a mediados del año pasado, quedaron en condiciones de ir a juicio Macri, James, Palacios, el ex ministro de Educación Mariano Narodowski, un secretario judicial, un grupo de policías misioneros y el ex juez José Luis Rey, destituido por estos hechos. El otro juez procesado, Horacio Gallardo, falleció en plena causa. El ministro de Justicia porteño quedó desvinculado del caso. Recientemente se sumó el número dos de Palacios, con quien compartía oficina en una consultora, Osvaldo Chamorro. La mayoría de las imputaciones son por asociación ilícita, violación de secretos y de la privacidad y falsedad ideológica. La mayor demora en el trámite de la causa se debió a que el procesamiento de Macri estuvo bajo revisión de la Cámara de Casación Penal durante dos años, a pesar de que ese tribunal revisa procesamientos solo en casos excepcionales. En éste, se tomó todo este tiempo para dejarlo firme. Entretanto, Macri fue reelecto jefe de Gobierno. Este año la Cámara Federal rechazó todos los planteos de los imputados que quedaban pendientes, la fiscalía y las querellas pidieron llevar el caso a juicio oral. Hace algunos días el juzgado –en el que Oyarbide subrogaba y quedó a cargo de Sebastián Casanello– terminó de tramitar todas las impugnaciones de las partes contra esa elevación a juicio, que ahora sí se supone que será el próximo paso. Es difícil, de todos modos, imaginar a Macri y compañía en el banquillo hasta dentro de varios meses. Mientras tanto, contra el jefe de Gobierno se abrieron y se cerraron causas. En marzo la Cámara del Crimen dispuso que se lo investigue por haber revelado el hospital público y la hora en que se practicaría en Capital un aborto no punible a una mujer que había sido violada y que era víctima de una red de trata, que quedó totalmente expuesta. El anuncio permitió que una organización llamada Pro Vida presentara un amparo para evitar la interrupción del embarazo, a lo que una jueza accedió. La Corte Suprema tuvo que intervenir rápidamente para autorizarlo. La denuncia penal, que apunta a Macri, a la ministra de Salud Graciela Reybaud, al ex director del Hospital Ramos Mejía, Carlos Mercau, y la jueza Myriam Rustán de Estrada había sido archivada, pero el tribunal de alzada dispuso reabrirla. Una de las imputaciones es violación a la ley de datos personales. También incumplimiento de deberes. Otras causas, como la de la campaña contra Daniel Filmus dos años atrás, que se basaba en una encuesta telefónica trucha con datos falsos sobre su padre, rozaron al jefe de Gobierno, que no quedó directamente implicado. Esa causa puntual, que afecta a Jaime Durán Barba, quedó empantanada desde que está en la justicia porteña. El año pasado quedó cerrada una causa contra Macri por irregularidades en la licitación para la explotación del llamado mobiliario urbano. También fue archivada una pesquisa por supuestos sobreprecios en las bicisendas. Pero este año, en abril, a raíz de la represión en el Hospital Borda que la Policía Metropolitana desplegó para desalojar el taller protegido 19, Macri volvió a ser denunciando. El violento operativo, sin orden judicial, pretendía facilitar la demolición del taller, a pesar de que estaba protegido por una medida cautelar. Por el accionar de cerca de 300 efectivos policiales sufrieron heridas severas cerca de medio centenar de personas. Tanto Macri como el ministro de Seguridad, Montenegro, el de Desarrollo Urbano, Daniel Chaín, así como el jefe y subjefe de la Metropolitana, Horacio Giménez y Ricardo Pedace, fueron alcanzados por varias denuncias penales por abuso de autoridad, desobediencia, lesiones y privación ilegal de la libertad. Los expedientes quedaron hace un tiempo concentrados en manos del juez Jorge López y el fiscal Eduardo Cubría. A todo esto se suma que el gobierno porteño tiene como práctica sistemática, por la que Macri también tiene causas en trámite, la de incumplir sentencias judiciales especialmente en materia de salud, vivienda, educación y alimentación. En el área de salud son muchas las disposiciones judiciales ignoradas como las que disponen que el gobierno aporte equipamiento, infraestructura e insumos. Otras disposiciones judiciales reclaman respuesta al déficit habitacional y la culminación de obras en las villas 31 y 31 bis. La lista sigue, las investigaciones contra el líder de PRO aún tienen destino incierto. 31/07/13 Página|12