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Tiempo Argentino
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El presidente estadounidense Barack Obama expresó ayer su pesimismo respecto de una pronta reanudación del proceso de paz en Medio Oriente y criticó a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) por el acuerdo que el presidente Mahmud Abbas selló con el grupo radical Hamas para formar un gobierno de unidad. En esta ocasión, la postura estadounidense no fue compartida por la ONU y la Unión Europea (UE), que saludaron los esfuerzos de reconciliación realizados en territorio palestino.
En una conferencia de prensa realizada durante su visita a Seúl, el presidente Obama dijo que el acuerdo de Abbas con Hamas –considerado un grupo "terrorista" tanto por Estados Unidos como por Israel– "no ayuda". Sin embargo, sostuvo que la medida "fue sólo una de una serie de decisiones que tanto israelíes como palestinos han tomado y que no fueron conducentes a resolver la crisis."
El gobierno israelí suspendió el jueves las conversaciones de paz con Palestina, en protesta por un acuerdo de reconciliación entre el partido Al Fatah del presidente Abbas y el movimiento islamista Hamas, que controla la Franja de Gaza. El primer ministro Benjamin Netanyahu dijo que con el acercamiento a Hamas, Abbas "entró en una alianza con una organización asesina y terrorista que llama a la destrucción de Israel". Además de la suspensión del diálogo, su gobierno anunció sanciones económicas.
La decisión fue criticada por el enviado de la ONU Robert Serry, quien no vio en el acuerdo palestino un motivo de conflicto, sino una oportunidad para lograr la reunificación de Cisjordania y la Franja de Gaza bajo un gobierno unitario y legal. De forma similar reaccionó la jefa de la diplomacia de la UE, Catherine Ashton, quien dijo que la reconciliación de los palestinos bajo la dirección de Abbas es una condición importante para alcanzar la solución de dos Estados.
Reiniciadas en julio pasado tras cinco años de estancamiento, las conversaciones nunca mostraron avances en los temas más calientes: las fronteras del futuro Estado palestino, las colonias israelíes en tierras reclamadas por la ANP y el destino de los refugiados palestinos desperdigados por la región y el mundo. El diálogo entre Israel y la ANP había entrado en crisis ya en noviembre pasado por la imposibilidad de lograr un acuerdo marco.
En el último mes ambos dieron pasos que minaron toda posibilidad de entendimiento. Primero, Israel canceló la liberación de la última tanda de presos palestinos, un compromiso asumido al inicio de las conversaciones, y anunció que construiría viviendas nuevas en la Cisjordania ocupada. Tras ello, Abbas firmó 15 solicitudes para acceder a otros tantos tratados y convenciones internacionales, rompiendo su promesa de no buscar mayor reconocimiento para Palestina. «
En una conferencia de prensa realizada durante su visita a Seúl, el presidente Obama dijo que el acuerdo de Abbas con Hamas –considerado un grupo "terrorista" tanto por Estados Unidos como por Israel– "no ayuda". Sin embargo, sostuvo que la medida "fue sólo una de una serie de decisiones que tanto israelíes como palestinos han tomado y que no fueron conducentes a resolver la crisis."
El gobierno israelí suspendió el jueves las conversaciones de paz con Palestina, en protesta por un acuerdo de reconciliación entre el partido Al Fatah del presidente Abbas y el movimiento islamista Hamas, que controla la Franja de Gaza. El primer ministro Benjamin Netanyahu dijo que con el acercamiento a Hamas, Abbas "entró en una alianza con una organización asesina y terrorista que llama a la destrucción de Israel". Además de la suspensión del diálogo, su gobierno anunció sanciones económicas.
La decisión fue criticada por el enviado de la ONU Robert Serry, quien no vio en el acuerdo palestino un motivo de conflicto, sino una oportunidad para lograr la reunificación de Cisjordania y la Franja de Gaza bajo un gobierno unitario y legal. De forma similar reaccionó la jefa de la diplomacia de la UE, Catherine Ashton, quien dijo que la reconciliación de los palestinos bajo la dirección de Abbas es una condición importante para alcanzar la solución de dos Estados.
Reiniciadas en julio pasado tras cinco años de estancamiento, las conversaciones nunca mostraron avances en los temas más calientes: las fronteras del futuro Estado palestino, las colonias israelíes en tierras reclamadas por la ANP y el destino de los refugiados palestinos desperdigados por la región y el mundo. El diálogo entre Israel y la ANP había entrado en crisis ya en noviembre pasado por la imposibilidad de lograr un acuerdo marco.
En el último mes ambos dieron pasos que minaron toda posibilidad de entendimiento. Primero, Israel canceló la liberación de la última tanda de presos palestinos, un compromiso asumido al inicio de las conversaciones, y anunció que construiría viviendas nuevas en la Cisjordania ocupada. Tras ello, Abbas firmó 15 solicitudes para acceder a otros tantos tratados y convenciones internacionales, rompiendo su promesa de no buscar mayor reconocimiento para Palestina. «
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