miércoles, 28 de mayo de 2014

Miércoles 28 de Mayo de 2014 OPINIÓN Por Federico Bernal Facebook Seguilo en Facebook La energía tiene su Unión Democrática (y su ultraizquierda)

Miércoles 28 de Mayo de 2014OPINIÓN 
Por Federico Bernal

La energía tiene su Unión Democrática (y su ultraizquierda)

La ley de la ultraizquierda, ignorante y divorciada de nuestra cuestión nacional, es llevar al neoliberalismo al poder. Algo así como un trotsko-neoliberalismo...

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José Saúl Wermus (en adelante Jorge Altamira) se tomó la molestia de responder por Youtube mis notas sobre el FIT, el trotskismo y la cuestión YPF. Muy agradecido por los tres minutos, 20 segundos de descalificaciones personales y aberraciones técnicas dispensadas. Del sucinto "Aló Altamira" destacamos dos frases emblemáticas. La primera: "...la Argentina no compraba petróleo afuera. Ahora lo compra por 15 mil millones de dólares todos los años". Esa sola frase sintetiza el conocimiento que él y su Frente exhiben en materia hidrocarburífera y energética. La Argentina no importa petróleo, Sr. Altamira, ni ahora ni en ningún momento desde 2003, si lo hace es muy marginal y no por cuestiones de escasez en la demanda sino estrictamente técnicas de intercambio con Bolivia. Tampoco existió un solo año en el que las compras al exterior hayan alcanzado la cifra mencionada. Su rotunda coincidencia con el libreto del neoliberalismo local y extranjero a la hora de criticar las políticas energéticas del kirchnerismo resulta lamentable. Los supuestos 15 mil millones de eternas importaciones con los que atemorizan a la población desde hace un par de años (justamente desde la renacionalización de YPF) surgieron de las declaraciones del ex secretario de Energía Daniel Montamat a Radio 10 en diciembre de 2012, luego tergiversadas por Perfil y La Voz del Interior. Le contamos la burda opereta: Montamat habló de 15 mil millones de inversiones requeridas; Fontevecchia las tradujo en 15 mil millones de déficit. Ahora bien, que se importa gas y combustibles líquidos es muy cierto, pero la energía no faltó nunca, sino que por el contrario acompañó el crecimiento exponencial de la economía, el aparato productivo e industrial, así como la notable expansión del mercado interno y la calidad de vida de la población. ¿Hubiéramos crecido más con menores importaciones? Que lo demuestre una comisión conjunta de técnicos del FIT, la Fundación FIEL y el grupo de los ocho ex secretarios de Energía, ya que tanto comulgan en la gran cuestión de fondo: rechazar al Estado al frente de YPF y al frente del mercado ampliado de la energía.
LA ENERGÍA TIENE SU UD (Y SU ULTRAIZQUIERDA
Un relato idéntico aunque ribeteado de fraseología ultraizquierdista coloca al FIT en igual vereda que los Mitre, Macri, López Murphy (ver increíble fraternidad política entre el bárbaro ajustador de 2001 y Altamira, en A24 del 6/5/12), Carrió, Massa y el grupo de los ex secretarios de Energía aniquiladores del patrimonio público energético entre 1982 y 2003 –grupo encabezado por Montamat– y promocionado por los mismos medios "revolucionarios" encargados de llevar el trotskismo al éxtasis mediático. Pero por desgracia, las coincidencias trascienden el plano de las invitaciones y la unificación de libreto y argumentos. ¡La coincidencia es en el programa! La "Unión Democrática de la Energía" tiene a la ultraizquierda como actor protagónico: militan codo a codo con la UCR, el FA, el FAUNEN y partidos conservadores provinciales en el desmantelamiento del Plan Nuclear Argentino a lo largo y ancho del país (declarar "no nuclear" a Córdoba, Formosa, Mendoza, etc., en definitiva, a la Argentina); promueven abandonar el Plan Hidroeléctrico Nacional ("No a Garabí, el Yaciretá nac & pop" - Prensa Obrera 31/3/11); se oponen a la exploración y explotación de Vaca Muerta desde un ecologismo infantil, demagogo y fundamentalista y, por supuesto, rechazan la renacionalización de YPF. El genuino marxismo-leninismo de las bases del FIT llega incluso a extremos de citar a Clarín para justificar, por ejemplo, el rechazo a la inminente puesta en marcha de Atucha II ("¿La energía nuclear una alternativa?" - Prensa Obrera 30/1/14). Queda claro que si el FIT fuera gobierno Embalse, Atucha I, Atucha II, Yacyretá, Yacimiento Carbonífero de Río Turbio, la CNEA, NA-SA, INVAP, etc. cerrarían sus puertas. YPF, la primera petrolera trotskista del planeta, no tendría cómo eludir el trágico destino.
NADA DE TECNOLOGÍA ARGENTINA, NI PRIVADA NI PÚBLICA
El Partido Obrero rechaza la construcción del reactor nuclear de última generación e íntegramente fabricado en el país, el CAREM (P. Obrera - 6/10/11); repudia asimismo que la UBA tenga una maestría en "Ingeniería de materiales compuestos" (P. Obrera-20/5/13), maestría maldita desde haber sido promocionada por "empresas tales como INVAP, Techint, YPF, Conae, Conea, Tubhier, Socotherm". Para el autor de la nota, Carlos Ambrosio –presidente del Centro de Estudiantes de Ingeniería– las empresas públicas y la Comisión Nacional de Actividades Espaciales no merecen distinción alguna de Techint ni de las demás privadas. Titula: "Ingeniería: la UBA al servicio de las empresas". Rechaza el posgrado porque "se trata, en definitiva, de defender la educación pública, y orientarla según los intereses de estudiantes y trabajadores" (en P. Obrera, 21/11/13, el presidente de la FUBA califica a la maestría como un claro ejemplo del plan K de privatización de la UBA). Los estudiantes y trabajadores, para el FIT, no quieren trabajar en empresas públicas ni privadas, sino en empresas trotskistas que serán fundadas cuando el FIT gane las elecciones y Altamira sea presidente de la Nación. Hasta que eso no ocurra, no hay etapas intermedias, ni empleo ni capacitación facilitados por posgrados "capitalistas", ni ciencia ni tecnología argentinas, ni empresas públicas. En fin, un nuevo pedido a la comisión conjunta técnica FIT-FIEL-Montamat & Asociados: calculen las decenas de miles de trabajadores y estudiantes desempleados consecuencia de su "no nuclear", "no fracking", "no represas", "no YPF renacionalizada", "no-posgrados", etcétera... Hecho esto, repaso al programa energético del trotskismo –versión "marxista" del programa que destruyó el patrimonio público energético entre 1976 y 2003– y pasemos al insólito pedido de censura de Altamira.
¡NO QUIERO TENER QUE USAR PSEUDÓNIMOS, SEÑOR WERMUS!
Analizábamos la primera gran frase emblemática del "Aló Altamira". La segunda, adosada de varios "sinvergüenza" (el kirchnerista Bernal que osa criticarlos), rezaba así: "... estoy en contra que los dueños de Tiempo Argentino censuren a este muchacho... ¡Pero muchachos, alguien tiene que moderarlo (¡sic!)! Si no lo pueden moderar, les voy a hacer una propuesta a los dueños de Tiempo Argentino: reclamo que la respuesta que le vamos a mandar a este sinvergüenza (ergo, Bernal) en las próximas horas, Tiempo Argentino la publique íntegra." La respuesta finalmente llegó firmada por Marcelo Ramal: "Un rescatista de los rescatistas (de Repsol)", ergo, este humilde servidor. Es evidente que Tiempo no pudo (ni intentó, aclaro por las dudas) moderarme. Al respecto, aprovecho esta oportunidad para exigirle al Sr. Altamira explique a la sociedad qué quiere decir con "moderarlo" y a qué "muchachos" se refiere como apoderados de tan democrática labor. ¿Serán los dueños de Tiempo Argentino o será alguna de sus patotas? Sr. Altamira, en democracia no hay ni puede haber censura ni moderación (censura parcial, es lo mismo) de la libertad de expresión. ¿Debería acaso utilizar un pseudónimo como el suyo para que sus militantes (¿los "muchachos"?) no identifiquen mis ideas con mi nombre y así evitar lo que sea que usted entiende por "moderación"? Dejo constancia por esta vía que de sufrir un escrache o agresión del tipo que fuere, tanto a mi persona como a cualquier miembro de mi familia, le iniciaré a José Saúl Wermus una acción penal en su contra.
RAMAL ALECCIONA A ALTAMIRA Y EL PTSU A AMBOS
Si bien celebro que Marcelo no haya insistido en el desatino fascista de Jorge, debo reconocer que el primero, infelizmente, no pudo evitar comenzar su escrito con el stalinismo heredado del segundo. "Bernal ha dedicado dos entregas de cuatro columnas cada una a atacar al PO y al FIT...". Típico de la ultraizquierda creerse "atacada" cuando en realidad no se ejerce otra cosa que el libre y democrático derecho a polemizar y criticar. Dos reflexiones. 1) Por "atacarlo" me tilda indirectamente de "rescatista" de Repsol. Le respondo transcribiendo unas frases de una nota dirigida a Altamira en el portal oficial del LIT-Cuarta Internacional, del que es miembro el PSTU, partido aliado del PO en el FIT (¡las siglas "muchachos"!): "métodos típicamente estalinistas... de calumnias y ataques morales... para descalificar los adversarios políticos. Todo eso, sin siquiera dar una cita o un hecho comprobado que pudiese justificar tan graves acusaciones. (Ustedes) hacen una interpretación muy semejante a las que el estalinismo acostumbra hacer, utilizando amalgamas y mentiras para intentar destruir al adversario" (Doc.del LIT-CI "El efecto de la marginalidad del trotskismo y de la presión del estalinismo en el terreno moral"). Debo reconocer que sus propios camaradas del FIT me ganaron de antemano en la calificación de stalinistas. 2) Tanto el pedido de censura de Altamira como la calumnia de Ramal (soy rescatista de Repsol) superan incluso los inconfundibles y antedichos métodos stalinistas. La ultraizquierda está muy desacostumbrada a que la critiquen. Si el "kirchnerismo" por lo general rehuye analizarla (enfrentarla), el neoliberalismo –revelador y paradójico, aunque una constante histórica– el neoliberalismo la adula, posiciona y promociona.
ENERGÍA A LA MILTON FRIEDMAN
Limitaciones de espacio tornan imposible refutar los párrafos de Ramal. Por tanto, y fundamentalmente porque ya he analizado desde hace años, los aspectos neurálgicos del acuerdo con Chevron en Vaca Muerta, la expropiación del 51% del paquete accionario de YPF, la compensación negociada, etc. Aprovecharemos la ocasión para insistir en algunos conceptos clave para comprender a la izquierda cipaya del siglo XXI: 1) Coincidencia absoluta con el neoliberalismo. Los argumentos de Ramal, Altamira y el FIT son idénticos a los del neoliberalismo, barnizados de tanto en tanto con fraseología ultraizquierdista. Las mismas razones blandidas por sus maestros ante las nacionalizaciones petroleras y mineras de la última década y a lo largo del siglo XX (y XXI) en toda la región; 2) La completa sumisión política a las operetas neoliberales contra el kirchnerismo (15 mil millones de déficit; la movida de Magnetto contra De Vido por la prórroga Cerro Dragón, etcétera). En relación con el supuesto déficit, es conocida la desconfianza que el INDEC provoca a Ramal y el FIT. Sin embargo, no vacilan en utilizarlo para justificar su análisis del sector energético a la Milton Friedman, esto es, desde una perspectiva ultraliberal propia de los Chicago Boys. La Secretaría de Energía arroja menos déficit que el INDEC. ¿Por qué no lo usan? ¿Y el déficit energético que publica el INDEC? U$S 6163 millones (15,4% de las importaciones totales) en 2013. ¿Cuánto es el déficit por la no aplicación de la Res.125, de la que el PO, tras coincidir con el lockout de la Sociedad Rural se "abstuvo" de tomar posición? 3) Agudización de las contradicciones y neoliberalismo al poder.
NEOLIBERALISMO AL PODER: EL VERDADERO PROGRAMA DEL FIT
Ramal hace bien en recordarnos el supuesto apoyo de Altamira a la renacionalización de PDVSA, como contraejemplo a la renacionalización de YPF. Tan hipócrita como el manejo que el PO hace de los reclamos de los obreros de Atucha II (a los que despediría de ser gobierno al clausurar el Plan Nuclear Argentino). Pero volvamos a Venezuela. Recordemos que el PO llamó a votar por el No o abstenerse en aquel histórico plebiscito "Si-No" en la Venezuela de 2007. Sobre el resultado del referéndum, Altamira manifestó en un comunicado del 3/12/07: "El pueblo de Venezuela votó, con el No, contra una tentativa de consolidar un régimen de poder personal, el que constituye una amenaza para la libertad de organización y la independencia de la clase obrera y de sus organizaciones." Pero la pieza medular del accionar y el pensamiento de la ultraizquierda argentina (como latinoamericana), tanto histórica como presente es esta: "La derecha política del país que monopolizó la campaña del No, intentará servirse de esta elección para inclinar a una parte del ejército de su lado y abreviar el mandato presidencial de Hugo Chávez. La izquierda debería movilizarse para poner en pie con toda rapidez a los sindicatos independientes y a la UNT, advirtiendo a los trabajadores que sólo sobre esta base podrá haber una salida progresista y revolucionaria a lo que ya se presenta como una crisis de régimen." Ramal y el FIT rechazaron y rechazan la renacionalización porque prefieren que Repsol siga al frente de YPF y no el Estado Nacional, pues sólo agudizando las contradicciones los obreros petroleros encontrarán "una salida progresista y revolucionaria" para la empresa. Se comprende así el insólito reproche de Ramal: "El gobierno tuvo que intervenir en YPF como los bomberos en un incendio." Aquí un punto estratégico: que nos brinde un sólo ejemplo en el Tercer Mundo donde un gobierno (del corte político que sea) tomó la decisión de renacionalizar / reestatizar una petrolera / minera / etcétera bajo desempeño de los expropiados celebrado por los expropiadores (favorable al pueblo). Se comprendería mejor semejante razonamiento si Ramal nos confirmara estar trabajando en un proyecto de ley para que los bomberos no apaguen incendios cuando estos ya comenzaron (más desempleados para la comisión conjunta FIT-FIEL). En pocas palabras, Ramal y Altamira prefieren una YPF controlada por Repsol a una YPF sin Repsol (como ahora) y con el Estado como accionista controlante. ¿No se dan cuenta que si en 2015 llegaran a ser gobierno pasarían a controlar directamente la empresa? Ah, no, claro, les preocupa la compensación. ¡Ramal!, si Ud. siendo gobierno suspendería el pago de la deuda externa, ¿me va a decir que seguirá pagando la compensación? Rescatista de Repsol es el FIT, porque de haber tenido el peso legislativo que les faltó, con la reacción frenaban la renacionalización que, a casi dos años, ya logró expulsar a Repsol de YPF. Todo lo anterior bien puede sintetizarse en la lógica madre de las lógicas trotskistas: la acción revolucionaria sólo es válida cuando la reacción está a sus anchas, o sea, cuando controla el gobierno nacional y al pueblo le va muy mal. ¿Por qué?
TROTSKO-NEOLIBERALISMO, FASE SUPERIOR DEL TROTSKISMO LATINOAMERICANO
Recuerdo a Altamira en TN unos años atrás. Destacó como positivo: "A Zapatero lo van a voltear; están los franquistas…" Ante un Zlotogwiazda conmocionado, aclaró que el resurgir de la derecha desembocaría en una revuelta popular (y bolchevique). ¡Que se lo explique al pueblo español! Que Altamira, Ramal y Castillo se saquen la careta de una buena vez. Obran para que gane Massa o Macri porque sólo con la agudización de las contradicciones las condiciones objetivas y subjetivas revolucionarias conducirán al adormecido pueblo argentino a una filiación masiva al FIT. El poder, entonces, les caerá como fruta madura de la mano de la Mesa de Enlace y el Departamento de Estado. Decía Trotsky: "En política, lo más importante y, en mi opinión, lo más difícil es definir por un lado las leyes generales que determinan la lucha a muerte que se libra en todos los países del mundo moderno, y por el otro descubrir la combinación especial de estas leyes para cada país." La ley de la ultraizquierda, ignorante y divorciada de nuestra cuestión nacional, es llevar al neoliberalismo al poder. Algo así como un trotsko-neoliberalismo, fase superior del trotskismo latinoamericano. Pero más oportuno que cerrar con el genial revolucionario ruso es hacerlo con Jauretche. Refiriéndose a la izquierda cipaya escribió: "En lugar de intentar la construcción del socialismo criollo, reclaman primero que el país deje de ser criollo para que sea socialista." El FIT, en lugar de intentar construir una YPF socialista, reclama primero que YPF deje de ser criolla (sin control estatal y española) para que sea "socialista". Mientras tanto Christian Castillo ilustra a los soviets argentinos. Explica a sus alumnos de la UBA que "su tradición revolucionaria" se basa en "los Kote Tsintsadze, los Trotsky, los Rakovski, defendiéndose y combatiendo valientemente en las cárceles del stalinismo, ... en los campos de concentración de Vorkuta y Verkhneuralsk". ¡Eso sí que es socialismo argentino!

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