domingo, 3 de diciembre de 2017

Luis Tagliapietra, padre de uno de los 44 tripulantes del submarino ARA San Juan “Nos estuvieron mintiendo todo el tiempo

Con enojo y dolor, Tagliapietra insiste en que el máximo responsable del mal manejo de la información en la tragedia del San Juan es Mauricio Macri, en tanto que el Presidente es el jefe de las Fuerzas Armadas. Es uno de los querellantes.
El abogado Tagliapietra encabeza la querella que los famiiares iniciaron contra la Armada.
El abogado Tagliapietra encabeza la querella que los famiiares iniciaron contra la Armada. 
“Nos ocultaron información y nos estuvieron mintiendo todo el tiempo. Pero yo no responsabilizo a ninguno de los que nos comunicaron esa información, el que tiene la responsabilidad máxima es el presidente Mauricio Macri, como jefe de las Fuerzas Armadas.” Luis Tagliapietra, padre de uno de los 44 tripulantes del submarino ARA San Juan, sostuvo que Macri tendría que haber suspendido la reunión del G-20 en San Carlos de Bariloche porque para “una persona de bien” debe ser “más importante la vida de 44 compatriotas que la realización de un foro económico”. El padre del teniente de corbeta Alejandro Damián Tagliapietra, en diálogo con PáginaI12, insistió en que el presidente Macri tiene que “revertir la decisión arbitraria y apresurada por la cual se paró la búsqueda para intentar salvar la vida de la tripulación, aunque las posibilidades sean pocas, condenando al abandono a nuestros familiares”. 
–¿Con su hijo hablaban sobre el estado en que se encontraba el submarino, sobra la aptitud operativa?


–El todavía estaba haciendo la instrucción como submarinista y ahora estaba especializándose en armas submarinas. El era muy reservado sobre sus temas, de manera que nunca me dijo nada sobre el submarino. Ahora, producto de la querella en la que nos hemos presentado en el juzgado federal de Caleta Olivia, estamos reclamando documentación diversa a la Armada porque tenemos testigos que aseguran que el submarino no estaba en condiciones de mantenimiento óptimas para realizar el viaje que hizo. Eso es materia de investigación, de manera que por ahora no puedo afirmar que esas dudas puedan confirmarse. Sólo puedo decir que hay dudas consistentes. 
–¿Hay información concreta sobre cuál era la misión que estaban cumpliendo?
–Esa es una de las cosas que estamos requiriendo, que nos den el plan de misión, porque nos mintieron respecto del supuesto operativo que estaban cumpliendo. Porque es inviable que digan que estaban ahuyentando pesqueros ilegales porque el submarino no tiene recursos para cumplir con esa tarea. Primero porque no tiene la velocidad necesaria y después porque tampoco cuenta con el armamento que se necesitaría para disuadir. Los buquen que controlan la pesca ilegal son de superficie y si no se van ante la sola presencia, hacen disparos de advertencia, no para hundirlo, pero tienen para eso el armamento necesario. Siempre son corbetas o buques que desarrollan cierta velocidad, que no es el caso del submarino.
–Se dijo que lo que hacía el submarino era dar aviso a las corbetas...
–La corbeta más cercana estaba a 500 millas, a unas veinte horas de navegación. No tiene ningún sentido lo que dijeron. Para poder disuadir pesqueros, tendría que haber estado acompañado por un buque de superficie, pero no había nadie acompañando. 
–¿Cómo fue el trato que recibieron de la Armada, desde el comienzo?
–Lamentablemente, uno tiene que reconocer su propia torpeza. Los primeros días creíamos en lo que nos decían, pero después nos dimos cuenta de que nos mintieron desde el primer día. Nos ocultaron y nos mintieron. Repasando los distintos partes, nos dimos cuenta de que ante las preguntas del periodismo, el capitán (Enrique) Balbi manifestó que lo único que había era un problema de incomunicación (con el submarino) y después, ante las filtraciones de la prensa, reconoció que se había avisado de una avería, pero dijo que era mínima y que la habían resuelto. De alguna manera, puso sobre el capitán (de la nave) el cargo de esa decisión. Y al final, después de diez días, termina filtrándose, gracias a un periodista, que el verdadero parte de comunicación era una emergencia, un pedido de rescate prácticamente. Ese pedido fue desoído, fue minimizado, es muy triste lo que pasó. 
–También hubo otras informaciones que no tenían relación con la verdad...
–Y sí, las supuestas comunicaciones satelitales a las que hizo referencia el ministro (Oscar) Aguad, la forma en que se comunicaron con las familias, que fue nula. Que un oficial te llame por teléfono para decirte algo o que se lo comunique a las familias que están en Mar del Plata, no significa que nos tengan al tanto de todo a todos, porque somos 44 las familias afectadas. Siempre fue todo muy cortés, muy amable, pero nunca nos dijeron las cosas como las tenían que decir. 
–¿Quién es el responsable de esa falta de comunicación?
–Yo no responsabilizo al que comunica, ni a Balbi ni a ninguno de los que comunicaron. La responsabilidad es del que la tiene y en este caso, el que tiene la responsabilidad máxima es el jefe de las Fuerzas Armadas, que es el Presidente. Y la última realidad es lo que pasó este jueves, cuando deciden de manera arbitraria y apresurada parar la búsqueda, condenando al abandono a nuestros familiares al no continuar con las tareas de rescate. Por eso lo increpé, le exigí públicamente al presidente Macri que revierta esa orden porque es algo que está al alcance del poder que tiene como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas. Si tomó una medida equivocada, tiene la posibilidad de revertirla. No sabemos quién firmó esa orden, pero el que la haya firmado no es el responsable, el responsable es el Presidente. Macri tiene que aceptar el error y subsanarlo antes de que sea demasiado tarde. 
–En las últimas horas se han producido algunas novedades no oficiales. 
–Nos enteramos, a través de un medio periodístico, que aparentemente encontraron al submarino. Lo encontró un buque semiprivado que pertenece a un instituto de control de pesca. El capitán informó a las siete y media de la mañana del jueves pasado, al jefe del SAR, la ubicación de una nave que se condice con las características del submarino, porque describe un objeto cilíndrico de alrededor de 60 metros de largo, de unos 13 metros de diámetro, medidas que son muy similares a las del ARA San Juan. Eso nos abre la esperanza alta de que sea, a una profundidad de 473 metros, que es preocupante, pero tampoco son las profundidades extremas que implicaría el colapso de la estructura del submarino, si la profundidad superaba los 600 metros. Aunque sean remotas, las posibilidades de sobrevida siguen estando y los 44 merecen que se haga lo imposible para rescatarlos. De esta información nadie dijo oficialmente nada en el parte del jueves. A mí me suena un silencio que huele a pescado podrido. La noticia se viralizó el viernes y hoy (por ayer), Balbi reconoce el dato. Lo que no reconoce es que recibieron la notificación el jueves a las 7.30 de la mañana. Yo creo que mañana (por hoy), todo el periodismo lo tiene que increpar a Balbi y ponerlo contra las cuerdas para que explique el porqué de esta nanipulación de la información. Esto llega a extremos inauditos. Uno o dos errores, uno puede llegar a comprenderlos, pero son muchos los errores y nunca hubo un reconocimiento, un pedido de disculpas del ministro (Oscar) Aguad o de los responsables de los informes. Durante 15 días consecutivos, siempre hubo algún error, alguna mentira. 
–Ustedes creen que el tema de la explosión o implosión lo sabían desde el primer día.
–Es difícil, porque cuando te mienten muchas veces, vos ya dudás de todo. Un ejemplo burdo: si vos estás con alquien y te dice que salió con amigas y en realidad se fue a bailar, algo que te podía haber dicho desde el principio, después te cuesta saber cuándo dice la verdad esa persona. Si te mienten en algo sin sentido, que podían decir sin problemas, después vos dudás absolutamente de todo y eso es lo que nos está pasando a nosotros con los informes oficiales. Por eso es que armé la presentación en el juzgado de Caleta Olivia, a la que se van a ir sumando todos, creo, porque queremos saber la verdad frente a la evidencia de esta red de mentiras. 
–¿Qué le ha pedido a la jueza Marta Yáñez?
–Que resguarde todo el material probatorio lo antes posible y para eso había que pedirlo formalmente. Yo no sabía que la jueza lo había pedido antes de la presentación. Tengo sólo palabras de agradecimiento para la jueza, porque no sólo me habilitó día y hora para recibirme el miércoles pasado a las cuatro de la tarde, sino que tomé conocimiento del expediente y charlamos más de dos horas. Con la jueza coincidimos en todo, que es básicamente resguardar toda la prueba para establecer la verdad. Ella no podía avanzar por el secreto de Estado, que luego se levantó cuando se viralizó la noticia de que yo me había presentado en el juzgado. Yo no creo en las casualidades, pero me alegro por esta “casualidad”. De todos modos, el ministro de Defensa todavía no concurrió a testimoniar, aunque la jueza le habilitó día y hora para cuando pueda ir. Hasta le adelantó las preguntas que quiere que responda. Todavía no hubo ninguna respuesta, ni por escrito. 
–¿Qué es lo urgente, hoy, frente a la paralización de la búsqueda?
–Que el Presidente Macri reactive la búsqueda para que se los pueda rescatar. Por eso convocamos (para hoy después del mediodía) a una concentración en la Plaza de Mayo para hacerle ese reclamo al Presidente. Queremos que cumpla con su promesa, que salga del refugio en el G-20, porque un foro económico no es más importante que la vida de nuestros 44 familiares y compatriotas. Todo el mundo está en vilo por esto y él está en el G-20. Una persona de bien tendría que haber suspendido la participación en ese foro económico y creo que los otros 19 mandatarios que están ahí lo hubieran comprendido perfectamente. Es increíble la actitud del Presidente. 
–La Armada dice que son pocas, o nulas, las posibilidades de encontrar sobrevivientes, pero rescatar al submarino sigue siendo central para determinar qué es lo que sucedió. El submarino es la “caja negra”.
–Primero y fundamental, es seguir intentando rescatar a los 44, más allá de todas las especulaciones que se puedan hacer. La investigación sobre las causas de lo que pasó viene después. Buscarlos es la doble vía necesaria, pero lo primero es la vida de las personas. Todo tiene relación con todo y si nos están ocultando algo, que es lo que nosotros sospechamos, esta desidia y este abandono tienen una razón de ser para ellos. Como prometió el Presidente, que se haga lo imposible para encontrar a los 44 y después se verá todo lo demás. Cada minuto que pasa es fundamental.  
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