jueves, 29 de septiembre de 2016

Y vamos sumando..
Situación social
Los alimentos aumentaron un 45%, mientras que la AUH lo hizo un 32%. Incremento notable de la pobreza y la indigencia en 9 meses. (Leer nota)
Ollas populares: “Estamos sacando los comedores a la calle para mostrar las desigualdades” (Leer nota)

Política
Ariel Sujarchuk: "La renovación tiene que incluir a todas las expresiones, también al kirchnerismo" (Leer nota)
Fernando Gray: "Tenemos que caminar los barrios porque son nuestros, no de Cambiemos" (Leer nota)

Justicia
Gils Carbó presenta un plan de fortalecimiento para el fuero laboral (Leer nota)

Misceláneas
Santa Fe: decretaron la emergencia económica (Leer nota)
Gioja: "Pedimos la interpelación de Esteban Bullrich por los despidos en Educación" (Leer nota)
Isauro Arancibia: "Invirtieron 14 millones en arreglar algo que ahora quieren tirar abajo" (Leer nota)
Bullrich presentó un simulacro de ataque terrorista (Leer nota)

Otro mes en que no hubo brotes verdes

La recesión económica está golpeando con mayor fuerza a las pequeñas y medianas empresas que, junto a los trabajadores, son los principales afectados de las políticas económicas implementadas por el gobierno. Según un informe realizado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), la producción de las pymes industriales retrocedió en agosto un 6,4 por ciento respecto de igual mes del año pasado y enlazó su undécima caída consecutiva interanual. Contra julio previo, cuando la actividad fabril de este segmento empresario había registrado la baja interanual más profunda de esos once meses (de 7,8 por ciento), la comparación arrojó una mejora de 7,1 por ciento. No obstante, en los ocho meses transcurridos de este año la actividad acumula una retroceso de 5,1 por ciento respecto de igual período de 2015.
El aumento de los costos y la imposibilidad de trasladarlos a los precios finales en un mercado interno deteriorado junto a un ingreso masivo de productos importados que compiten con la industrial nacional puso a las pymes contra las cuerdas. Según la Encuesta Mensual Industrial realizada por CAME entre 250 pymes industriales, los costos de producción subieron un 5,5 por ciento (mensual) durante agosto. “Sin embargo, el 75 por ciento de las empresas no trasladó esas subas a sus precios de venta. Así, la rentabilidad de las pymes industriales continuó debilitada y el 56 por ciento de las empresas tuvieron rentabilidad negativa o nula. En ese contexto, los planes de inversión no repuntaron, aunque creció levemente la cantidad de industrias que comenzaron a evaluar la posibilidad de invertir”, detalla el informe. El aumento en los precios de venta al público fue de 1,1 por ciento.
La entidad empresaria indicó que “si bien agosto fue otro mes malo para la actividad manufacturera, los empresarios industriales comienzan a percibir que la caída podría haber encontrado su piso”. “Si bien el retroceso anual de agosto fue fuerte, se está comparando contra un mes relativamente bueno, como fue agosto de 2015, donde la actividad industrial mostró cierto repunte. A su vez, el 22 por ciento de las industrias relevadas señala que aunque sea mínimamente, hubo más movimiento en el mercado”, añadió.
Sólo 17,2 por ciento de las industrias consultadas para el informe de CAME finalizaron con un crecimiento interanual, mientras que un 23 por ciento asegura que, aunque levemente, se observó un mayor movimiento en el mercado. De los 11 rubros relevados en agosto, 10 tuvieron caídas anuales, mientras que solamente creció la producción de caucho y plástico (1,4 por ciento). De todos modos, hubo más empresas con niveles de producción en baja que en julio, aunque las caídas fueron menos profundas. El 17,2 por ciento de las pymes industriales finalizaron con crecimiento anual, mientras que el mes anterior esa proporción había sido de 17,7 por ciento. No obstante, la cantidad de empresarios que acusó una caída fue mayor en agosto que en julio. El 73,2 por ciento de las empresas consultadas en agosto terminó con caídas en su producción, mientras que en julio ese porcentaje había sido de 69,6 por ciento, y en junio, de 66 por ciento. El resto sin cambios.
Las ramas manufacturas que registraron las mayores caídas interanuales en agosto fueron producción de material de transporte, con un 14,3 por ciento, seguido por productos electro-mecánicos e informática (-10,1 por ciento), de metal, maquinaria y equipo (-9,2), papel, cartón, edición e impresión’ (-9,2), minerales no metálicos (-9,0).

FUERTE CAIDA DE VENTAS EN PRODUCTOS MASIVOS Radiografía de la malaria

La venta de productos de consumo masivo –entre los que se encuentran alimentos, bebidas, higiene y tocador– registró en agosto una caída de 7,4 por ciento respecto a igual mes del año anterior, según un relevamiento de la consultora CCR. Al dar a conocer el Pulso Social 2016, bajo el título “Sangre, sudor y lágrimas”, la consultora precisó que la baja en las ventas se dio en todos los canales de comercialización: la caída en hipermercados, supermercados y comercios de cercanía fue de 7,8 por ciento, y en autoservicios y negocios tradicionales, del 7,0. En tanto, el acumulado de enero a agosto marcó una baja de 3,5 por ciento en todos los canales respecto a igual período de 2015.
El informe fue dado a conocer por el titular de CCR, Ricardo Fitz Simón.
Detectó que en los últimos meses se profundizó la “infidelidad” de los consumidores con las principales marcas, debido al sostenido aumento de los precios. El consultor sostuvo que los compradores buscan “estirar” en el tiempo la posibilidad de uso de los productos, además de “no despilfarrar ni desaprovechar nada”.
Según el informe, la gente dejó de “estoquearse” y en materia de ofertas sólo opta por el “2X1”, especialmente en productos de tocador. “La compra es oportunista, se recortan los gastos y hay migración de marcas”, señaló.
Otro dato que surge del trabajo es que a los consumidores les cuesta definir cuál es el precio real de los productos, por la maraña de ofertas y promociones. Hay muchas marcas que congelaron sus precios y para ser elegidas por el consumidor y evitar maniobras de los comerciantes llevan su valor en el envase como en el caso de algunos productos lácteos, cervezas, fideos y marcas propias de supermercados.
En busca de productos a precios más bajos, el consumidor concurre con frecuencia al canal mayorista, que aumentó su publicidad en los medios masivos y vende no sólo a intermediarios sino también al consumidor final. No obstante, el rubro mayorista también se vio afectado por la caída en las ventas: en agosto fue del 3,2 por ciento a nivel nacional; mientras que en la Ciudad de Buenos Aires el retroceso fue de 1,7.
Según el informe CCR, creció el número de comercios de productos sueltos de higiene y tocador, que al no tener packaging específico ni publicidad pueden ser vendidos a menor precio. También detectó que cada vez son más los hogares (12,8 por ciento) que incluyen marcas propias de supermercados en algún rubro de sus compras. Los productos que más se imponen en este sentido son los de freezer, hogar, almacén, heladera, cosmética y bebidas. El 77 por ciento de las personas relevadas dijo que dejó de comprar determinada marca por la suba de precios. Debido a esto, muchos dicen sentirse “decepcionados” y “engañados” por productos que disminuyeron en su calidad o en el tamaño de su envase.

EL INDEC PUBLICO QUE EL 32,2 POR CIENTO DE LAS PERSONAS SON POBRES Y DE ELLAS, EL 6,3 SON INDIGENTES Una foto de la pobreza en medio de la crisis

El Indec informó ayer que la pobreza en el segundo trimestre se ubicó en el 32,2 por ciento de las personas y el 23,1 por ciento de los hogares, de los cuales el 6,3 por ciento de las personas y el 4,8 por ciento de los hogares son indigentes. El último cálculo oficial de pobreza e indigencia había sido publicado en el primer semestre de 2013 y a partir de allí fue discontinuado. El organismo que ahora conduce Jorge Todesca no hizo un empalme entre ese momento y el actual, sino que simplemente sacó la fotografía de lo ocurrido entre abril y junio de este año, con un cambio metodológico sustancial respecto de las mediciones anteriores, lo cual complica aún más cualquier comparación. El presidente Mauricio Macri aprovechó esa situación para reclamar que se juzgue su desempeño en la materia a partir de los nuevos datos, hundiendo en el olvido la responsabilidad de su gobierno por la crisis económica y social que provocaron medidas económicas fundamentales, como la devaluación, la quita de retenciones a los alimentos, el tarifazo, los despidos en el sector público y la apertura importadora. La estampida inflacionaria que llevó el índice de precios del 23,8 por ciento en octubre del año pasado, antes de que Alfonso Prat Gay anticipara el corrimiento cambiario, al 47,1 por ciento en junio de este año, según el registro del gobierno porteño, es responsable de un salto abrupto de la pobreza que el Indec no reflejó en su informe, pero que la Universidad Católica Argentina calculó en 1,4 millón de personas solo en el primer trimestre de 2016. A eso se suma que la desocupación, según el Indec, escaló del 5,9 al 9,3 por ciento entre el tercer trimestre de 2015 –última medición antes del apagón estadístico– y el segundo trimestre de este año.
La nueva metodología para calcular la pobreza es más exigente para definir el mínimo a partir del cual una persona es pobre o indigente, lo que implica un incremento del porcentaje de personas en esa condición. Según el especialista Diego Born, la Canasta Básica Total que define la línea de la pobreza por ingresos es entre 20 y 30 por ciento más cara que la utilizada hasta 2013. Si se hubiera continuado con la metodología anterior, en lugar del 32,2 por ciento de pobreza el resultado habría rondado el 23 por ciento. El kirchnerismo recibió el país con una tasa del 50 por ciento de probreza y la redujo a unos 20 puntos con las canastas anteriores. El macrismo, con aquel parámetro, hubiera mostrado una cifra cercana al 23 para el segundo trimestre de este año. Pero como el Indec lo modificó y no realizó un empalme estadístico, le despejó la cancha a Macri para que tome como punto de partida de su gestión el 32,2.
A pesar de la opacidad estadística, distintas estimaciones de economistas, de izquierda a derecha, son que el porcentaje de personas pobres e indigentes se mantuvo relativamente estancado entre 2011 y 2013, creció en 2014 y bajó en 2015. Entre el segundo trimestre de este año en relación al mismo período de 2015 la pobreza avanzó unos 3 puntos porcentuales.
Los nuevos datos oficiales registran que en el país hay 8.772.000 personas por debajo de la línea de pobreza (32,2 por ciento) mientras que de ese universo hay 1.705.000 personas que son indigentes (6,3 por ciento). Son 2.022.000 hogares pobres de los cuales 425.000 están por debajo del mínimo de consumo de alimentos que permiten evitar la indigencia. La medición se realizó en 31 aglomerados urbanos que representan más de 27 millones de personas y 8,7 millones de hogares.
Con el beneficio de haber repuesto la serie estadística, el Presidente brindó una conferencia de prensa en la cual buscó instalar que el Gobierno asume con la herencia del 32,1 por ciento, sin tener en cuenta que en los casi diez meses de su gestión se produjo un crecimiento de la pobreza e indigencia. Además, el mandatario admitió en relación al slogan de campaña que “pobreza cero es obvio que no se puede alcanzar en cuatro años, lo fijamos como un camino a seguir” (ver aparte).
La región con mayor porcentaje de pobreza es el Noreste, con el 40,1 por ciento, seguido por el Noroeste (35,8), Cuyo (35,6), Pampeana (32,6), Gran Buenos Aires (30,9) y Patagonia (24,7 por ciento). En los aglomerados mayores a 500 mil habitantes, la pobreza se ubicó en 31,8 por ciento, mientras que en las ciudades por debajo de ese nivel de población, en el 34,2 por ciento. En el caso de la indigencia esa relación es inversa: es el 6,6 por ciento en las ciudades más grandes y 5,0 por ciento en las de menor porte. El Noreste es en general la región de peores indicadores y la Patagonia muestra los mejores números.
El Gran Buenos Aires (GBA) es la región de mayor relevancia para explicar la cantidad de pobres e indigentes. El Indec registró 4.543.000 pobres en el GBA y 917.000 indigentes. En segundo lugar, en la región Pampeana hay 1.925.000 personas pobres y 453.000 indigentes.
Por edades, el sector más afectado por la pobreza es el de los adultos de entre 30 y 64 años, que representan el 40,3 por ciento de la población y concentran el 34,9 por ciento de la pobreza y el 32,1 de la indigencia. Le siguen los niños y adolescentes de 0 a 14 años, con 32,3 y 33,1 por ciento, respectivamente. Luego los de 15 a 29 años, con 29,5 y 32,2 por ciento. Y finalmente los de más de 65, con 3,3 y 2,6 por ciento.

Promesas para la próxima

Sin hacer mención a la caída de la economía generada por las medidas del Gobierno y a su impacto sobre la sociedad, Mauricio Macri habló en conferencia de prensa sobre los índices de pobreza revelados ayer por el Indec. Que haya un 32,2 por ciento de pobres en el país es –según dijo– parte de la herencia recibida. Es “el dato que más estábamos esperando por parte del Indec”, aseguró. “Nos sorprendimos de que el punto de partida era mucho peor –siguió–. Hoy sabemos claramente cuál es la realidad, que nos golpea, uno de cada tres argentinos está bajo la línea de pobreza”. Entonces, el Presidente volvió sobre su promesa de campaña, pero tuvo que admitir que no podrá cumplirla durante su mandato: “Vamos a caminar juntos hacia pobreza cero”, aunque “en cuatro años es obvio que no se alcanza. Nosotros convocamos pobreza cero como un camino”, aclaró. Referentes de diferentes fuerzas de la oposición criticaron las declaraciones de Macri y su ausencia de autocrítica.
En la residencia de Olivos, durante su cuarta conferencia de prensa como presidente, Macri dijo que el índice de pobreza anunciado por el Indec –el primero que se da a conocer bajo su gestión– “causa bronca y dolor, es algo que nos tiene que comprometer a trabajar juntos para que cada día podamos reparar más y más situaciones”. Luego se dedicó a cuestionar al gobierno anterior, sin mencionar a la ex presidenta Cristina Fernández.
“Después de años de manipulación de la información y negación, hoy sabemos cuál es es la realidad, que claramente golpea –abundó–. Espero que entendamos que la forma de construir ese futuro que queremos es diciéndonos la verdad, y hoy el Indec está poniendo la verdad sobre la mesa y diciendo qué es lo que pasa en Argentina. Las estadísticas son reales. Meses atrás todo era montado sobre cifras ficticias.”
Cuando se le recordó su eslogan proselitista de “pobreza cero”, Macri se atajó: “Pobreza cero en cuatro años es obvio que no se alcanza” y aclaró que siempre que se refirió a ese objetivo lo hizo “como un camino” a seguir. A la vez, insistió en que uno de los principales modos de ir en esa dirección es “bajar la inflación a un dígito” y “generar empleo de calidad” a través de “inversiones”. “Este es el punto de partida en el cual acepto ser evaluado como Presidente y como gobierno”, planteó, incluyendo en ese “punto de partida” al ajuste, la devaluación, el tarifazo y el impacto del aumento de la inflación registrados después de su asunción.
Ante la consulta sobre si hacía alguna autocrítica por el aumento de la pobreza durante los casi diez meses que lleva su gestión, Macri eludió responder y volvió a aludir a la herencia. “Yo estoy para hacer todas las autocríticas que podamos, pero estamos empezando a tener en Argentina información estadística real”.
Además de hacer otras promesas como si estuviera en campaña (se comprometió a “combatir el delito y el narcotráfico” en todo el país), el Presidente se refirió también a la reunión prevista para mañana entre “varios ministros” y la dirigencia de la CGT, que reclama medidas urgentes para mejorar el poder adquisitivo de los salarios y podría convocar un paro nacional en octubre (ver más información en página 7). “Estamos evaluando cuáles son las medidas a tomar”, dijo, reiteró que el Gobierno apuesta a “el diálogo” y prometió “hacer el mayor esfuerzo para lo que necesiten”. Pero pronto aseguró que la mejora del poder adquisitivo salarial ya se produjo, gracias a “medidas que ya se están tomando como haber logrado bajar la inflación drásticamente”. Su objetivo –dijo– es “no solo llegar a poner la inflación debajo del 20 por ciento, es llegar a un dígito, como sucede en la mayoría de los países del mundo”. Opinó que su gobierno ha tomado “el camino correcto” en estos meses y que “mientras tanto hay que estar cerca de aquellos que más lo necesitan”, por lo que aseguró que “se ha aumentado la cantidad de programas sociales, la tarifa social” para que “todos los argentinos tengan oportunidades de poder desarrollarse en igualdad” y con “un Estado presente”.
Los dichos del Presidente generaron el previsible apoyo de los aliados macristas de la UCR y la Coalición Cívica, y también despertaron duros cuestionamientos de la oposición.
El presidente del bloque de diputados del Frente para la Victoria-PJ, Héctor Recalde, cuestionó a Macri por su “recurrente apelación a la pesada herencia recibida” para explicar “los indicadores socioeconómicos negativos” del actual gobierno. “En nuestro gobierno –agregó–, la Universidad Católica Argentina, con lo poco que tenemos en común, decía que la pobreza era del 21 por ciento y todos se asombraban. Hoy da el 32 por ciento y pocos lo cuestionan”, cuestionó.
Desde el mismo bloque, Cristina Alvarez Rodríguez planteó que “Macri en pocos meses duplicó la inflación y el desempleo, y eso genera pobreza, se mida como se mida”.
Para el dirigente del Frente Renovador Alberto Fernández, “las medias verdades son tan nefastas como las medias mentiras y ése es el discurso al que apela el Presidente. Macri no está diciendo cuánto aumentó la pobreza, ni cómo en lo que va de su gobierno, y es un dato preocupante”. Y concluyó: “Macri critica los anteriores datos del Indec y dice la verdad, pero oculta que durante su gestión se generaron entre 1,5 y 2 millones de pobres”. Desde el FIT, Gabriel Solano (PO) consideró que “Macri se amparó en la herencia recibida para justificar los altos índices de pobreza. Pero la devaluación monetaria y la eliminación de las retenciones, los despidos y las paritarias por debajo de la inflación han agravado la ya difícil situación social del país”

CONTRATAPA Idióticos

Por Bernardo Maresca *
“El peor analfabeto es el analfabeto político. El que no ve, no habla, no participa de los acontecimientos políticos. El que no sabe que el costo de la vida, el precio de los garbanzos, del pescado, de la harina, del alquiler, del calzado o de las medicinas, dependen de decisiones políticas. El analfabeto político es tan burro que se enorgullece e hincha el pecho diciendo que odia la política. No sabe el imbécil, que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado, el asaltante y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales”.
Bertolt Brecht (1898-1955)
Desde hace casi veinticuatro siglos es pacíficamente aceptado que el concepto de “política”, deriva del griego antiguo y hace referencia al gobierno de las “polis”, las ciudades estados griegas. El sufijo “tica”, en términos estrictos, se traduce generalmente como “relativo a”, pero se ha entendido que “lo relativo a la polis” es su gobierno. Ese sufijo es utilizado en múltiples palabras y, - en general, y sin forzar su significado -, remiten también al concepto de gobierno.
La aceptación, difusión y popularidad del concepto se debe a “Polìtica”, una de las obras más conocidas del filósofo Aristóteles (384 a.C. a 322 a.C.). Con el tiempo el “gobierno de la polis” significó también el “gobierno del Estado”, sea este nacional, provincial o municipal.
El mismo Aristóteles definió al ser humano como un “zoon politikon”, esto es, un animal político que vive en un medio social ordenado por las leyes que lo rigen. La política, en la Grecia clásica, estaba asociada al concepto de “asuntos públicos” para diferenciarlos nítidamente de los “asuntos privados”. Lo “político” era inherente al ciudadano preocupado por el gobierno de la cosa pública (la “res pública” de los romanos), y por completo ajeno a quienes sólo privilegiaban sus asuntos privados.
Otras palabras de raíz helénica con el mismo sufijo y que refieren a cuestiones de gobierno pasan habitualmente desapercibidas. Un tema es un asunto o materia que se pone en consideración, mientras que un problema es una cuestión dificultosa que se trata de aclarar. La conducción de los asuntos públicos y sus complicaciones exigen el “gobierno de los temas” (temática) y el “gobierno de los problemas” (problemática).
En tiempos de Pericles, ( 495 a.C - 429 a.C.) la administración de los asuntos públicos (polis, res pública) reclamaba, además, que el gobernante posea la idoneidad suficiente para ejercer adecuadamente tanto el “gobierno de las palabras” (gramática) como el “gobierno de los números” (matemática).
Asimismo, la pericia del gobernante debía incluir la “heurística”, entendida como el gobierno de las investigaciones basadas en el descubrimiento, la creatividad o las innovaciones positivas, necesarias para la resolución de los problemas políticos; la “hermenéutica” o “gobierno de la interpretación de los textos”, imprescindible para dar un significado unívoco a lo redactado sobre la acción de gobierno o comprender adecuadamente los mensajes remitidos por terceros países; la “holística”, es decir, “el gobierno de ese todo que es superior a la suma de las partes”, en el que las partes sólo tienen sentido interrelacionadas entre sí, careciendo de significado en forma aislada.
Podemos agregar, también la “ética” entendida como “el gobierno de las obligaciones propias de un buen ciudadano”, diferenciándolas de las acciones antiéticas que caracterizan al mal ciudadano; y la “mística” que expresa “el gobierno del máximo grado de perfección y conocimiento humanos”.
El ciudadano que no reunía tales capacidades de gobierno de los asuntos públicos sólo le quedaba limitarse a gobernar sus asuntos privados. En el siglo de Pericles no eran bien consideradas aquellas personas egoístas que hacían caso omiso de las cuestiones generales y públicas y sólo se dedicaban a cuestiones particulares y privadas.
“Idios”, en la Grecia clásica, significaba “privado”. La “idiótica”, entendida como “el gobierno de lo privado”, no era una actividad apreciada por los ciudadanos preocupados por los asuntos públicos; por el contrario, llegó a tener una carga semántica tan negativa que la palabra “idiota” –privado de la razón– deriva de la palabra que señalaba al que sólo privilegiaba sus propios asuntos particulares haciendo caso omiso de las cuestiones que afectan a todos los ciudadanos.
Parece obvio que gobernar lo público reclama gobernar sus temas y sus problemas; sus palabras y sus números; con creatividad e innovaciones positivas; conociendo e interpretando sus orígenes e historia; conduciendo al conjunto en beneficio del bienestar general y no en favor de unos pocos particulares; y cumpliendo con sus obligaciones públicas con el máximo grado de perfección. Por lo menos esa era, en tiempo de Pericles, la diferencia existente entre un político y un idiótico.
En la Argentina actual –en que la política ha sido entusiastamente denostada por la persistente ofensiva multimediática de las corporaciones–, la idiótica ha tomado el poder del Estado y aprende “sobre la marcha”.
Los CEO (Chief Executive Officer o directores ejecutivos) de las corporaciones Axion, Banco Galicia, General Motors, Citibank, Coca Cola, Deutsche Bank, Farmacity, Grupo Clarín, HSBC, JP Morgan, LAN, La Nación, Monsanto (ahora Bayer), Pan American Energy, Shell, Techint, Telecom y Telefónica, entre otros grupos concentrados –esto es, la representación más genuina de la idiótica que supimos conseguir–, han devenido en ministros y secretarios del Poder Ejecutivo nacional y titulares de organismos descentralizados, con el objetivo claro de optimizar las ganancias de sus respectivas empresas y de ningún modo para impulsar políticas públicas que beneficien al conjunto de la sociedad, especialmente, a sus sectores más postergados.
Este es el momento de reflexionar seriamente sobre la verdadera experticia que es necesario acreditar y, fundamentalmente, los deberes que deberían encarnar los encargados del gobierno de la cosa pública.
* Sociólogo-UBA.