miércoles, 13 de diciembre de 2017

EL PAÍS 13 de diciembre de 2017 · Actualizado hace Ahora Retuiteó una carta del organismo enviada en 2013 Cristina recordó que Interpol no suspendió nunca las alertas rojas

La Oficina de Asuntos Jurídicos del organismo aseguró, en marzo de 2013, que la firma del memorando con Irán no implicaba una suspensión de las alertas. Timerman había hecho la consulta un mes antes, y había advertido que el acuerdo no cambiaba ese estatus.
La ex mandataria volvió a insistir: nunca se bajaron las alertas rojas.
La ex mandataria volvió a insistir: nunca se bajaron las alertas rojas. 
Imagen: AFP
Por Twitter, la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner desmintió la versión de La Nación, que afirmaba que el memorando con Irán pretendía “poner fin” a las alertas rojas de Interpol. La ex mandataria retuiteó una carta enviada al entonces canciller Héctor Timerman, en la que la Oficina de Asuntos Jurídicos de Interpol manifiesta que el memorando “no implica ningún tipo de cambio en el estatus de las notificaciones rojas publicadas en relación a los crímenes investigados en la causa AMIA”.
Más temprano, el ex secretario general de Interpol, Ronald Noble, había dicho que  "no importa lo que diga Irán en 2017, el registro de lo que sucedió en 2013 es claro: las notificaciones rojas de AMIA se mantuvieron sin cambios después del Memorando”.
La carta que difundió la ex presidenta es del 15 de marzo de 2013 y lleva la firma de Joël Sollier, Consejero Jurídico de Interpol. Graciana Peñafort, defensora de Cristina y Timerman, subrayó por Twitter también que “cuando se firmó el Memorándum, se lo comunicó a Interpol porque el organismo había mediado para que se pudiera firmar el memorándum. El 17 de octubre, Timerman contó en la indagatoria de esa carta” (enviada el 15 de febrero, un mes antes de la respuesta de Interpol).
“Esa fue la posición argentina. Pero más importante aun, la posición de Interpol fue que la firma del memorándum NO afectaba las alertas rojas”, subrayó Peñafort.

EL PAÍS 13 de diciembre de 2017 Un vocero mapuche contó a PáginaI12 cómo fue el operativo en el que resultó asesinado Rafael Nahuel “No usamos armas, no somos terroristas”

Un representante de la comunidad Lafken Winkul Mapu describió el ataque a tiros de la Prefectura y desmintió la versión del supuesto enfrentamiento, difundida por el Gobierno. “Rafael muere casi en el acto. Era un disparo a muerte”, dijo.
“Somos una comunidad, somos uno”, dijo el vocero para explicar por qué prefiere no dar su nombre.
“Somos una comunidad, somos uno”, dijo el vocero para explicar por qué prefiere no dar su nombre. 
Desde Bariloche
Pasamontañas hecho con una remera negra de Pink Floyd. El lado oscuro de la luna. Apenas los ojos se le ven al vocero ocasional de la comunidad Lafken Winkul Mapu que, “de este lado de la tranquera”, recibe a PáginaI12. Adentro del territorio, las lamienes (mujeres) mantienen el fuego activo y conversan con abogadas de derechos humanos.
–¿Qué pasó el sábado 25?
–Me gustaría hablar de todo el proceso que hubo antes, del trabajo ancestral que estamos haciendo. Ya llevamos cuatro meses acá. Se venía trabajando con este territorio no desde hace dos años, sino desde más de 60 años, por nuestros ancestros, abuelos y bisabuelos, que fueron despojados.
Cuatro meses antes de ser noticia, la comunidad recuperó el territorio. 
“Lo hicimos público a principio de noviembre”, recuerda el mapuche que no quiere dar su nombre, porque “somos una comunidad, somos uno”.
Llevaban dos rukas hechas, estaban “sembrando los wentru, los hombres, cuando el miércoles a la tarde a última hora llega una fiscal, bajan todas las lamienes con los niños a hablar con ella. Nosotros estábamos trabajando la tierra para sembrar, y estábamos por iniciar la ruka de Rafael Nahuel, porque él estaba ya hace dos semanas. Él iba a criar conejos, iba a hacer su conejera y criar gallinas”.
Habla de corrido, cuela convicciones: “No nos reconocemos como chilenos ni como argentinos, porque nuestra lengua es diferente, es milenaria. No queremos formar un Estado o ciudad mapuche, sino que queremos tener nuestro territorio y vivir como mapuches”.
Y recuerda que “el peñi Rafa ya venía desde chiquito participando con nuestras autoridades mapuches. Él vivía solo, tenía su rukita en un barrio de Bariloche, el Nahuel Hue. Hacía changas y cada tanto venía, se quedaba varios días, él ya se iba a instalar acá. Por la tradición mapuche a él le corresponde tener su casa acá”. Rafael “siempre tuvo caballo”, quería comprar uno y llevarlo al territorio, en Villa Mascardi.
El vocero relata que Rafael regresó a Bariloche a “hacer una changuita” el martes 21 de noviembre. Dos días después, las fuerzas federales realizaron el desalojo y detuvieron a cuatro mujeres y cinco niños. “Fue el jueves a las 4.30 o 5, que es cuando cortan la ruta, eran policías federales y grupo táctico, entran 30 efectivos por el hotel, 30 por la ruta y 30 por este costado”, dice, y señala el terreno de un privado lindero por el oeste. “Entran sin mostrar orden, sin mediar palabras” y llegan donde “tenemos un fogón acá, donde mateamos”. Ese primer fogón está a unos 10 metros de la tranquera que, con banderas, anuncia el ingreso al territorio recuperado. Ahora luce una foto con la cara de Rafael.
Explica que los agentes corrieron a los hombres con disparos de armas antitumultos, y precintaron a las mujeres. Después de varias horas detenidos en la sede de la Policía Federal en Bariloche, cuatro mujeres y cinco niños recuperaron la libertad. Rafael Nahuel esperó en la puerta hasta que fueron liberadas y pudo abrazar a su tía y otros familiares.
Un día después, el viernes, Rafael “y otros dos peñis” volvieron al territorio y llevaron comida. En “el monte” fueron reuniéndose con los dispersos integrantes de la comunidad. Durmieron con ellos montaña arriba. Y llegaron juntos al sábado fatal.
El vocero levanta un poco el pasamontaña para fumar, y cuenta: “Rafael estaba contento, nos abraza cuando llega. Ese día compartimos todo lo que habían traído, compartimos mate, comida, charla. El sábado, como no se escuchaba más el helicóptero ni (los pasos de) los Albatros, dije vamos a buscar agua más abajo. Eran las 4 de la tarde. Un momento antes de eso, Rafael calienta agua y empieza a compartir mate. Conversamos un ratito más y empezamos a bajar por una huella para una persona. Éramos muchos. Bajamos un par de metros y nos encontramos de frente al grupo Albatros, y dicen ‘Alto, Albatros’, y empiezan a los tiros, pam, pam, y ahí los peñis dicen corran, corran, y corrimos un poquito nomás, y unos quedamos en un lugar que está parejo el terreno, y les empezamos a gritar. No es zona de piedras, había una diez piedras contadas con la mano. Un peñi les grita que se vayan y se agacha a buscar una piedra, y ahí le apuntan y le tiran. Lo mismo a la lamien: le apuntan y le tiran. En medio de eso, otro le había pegado a Rafa. Estaban los tres tirados en el piso, y cuando ellos pensaron que habían matado a tres, salen corriendo, bajan. Y nosotros les gritamos mataron a uno”.
Rafael agonizaba, y otros dos mapuches estaban levemente heridos. “Dos peñis lo atan en dos maderas, como una camilla, lo bajan atado con sus ropas. Cuando llegan a la rutas les apuntan con los fusiles. El cuerpo queda tirado al costado de la ruta porque la Policía Federal agarra a los dos peñis y los suben a una camioneta. Y el cuerpo lo agarran dos policías y lo empiezan a arrastrar por el cordón de la ruta, por toda la piedra, ahí es cuando le rompen la cabeza, le raspan todo la parte de atrás. Lo sacan de la camilla y lo arrastran. Lo dejan bastante lejos y lo tienen desde las 5 de la tarde hasta las 12.30 de la noche. En medio de eso, a los peñis los llevan detenidos al aeropuerto”.
–¿Cuando lo dejaron ya estaba muerto?
– Sí, ya estaba muerto. Él muere antes de llegar abajo. Estaba a mil metros más o menos. No sé cuánto habrá estado respirando. Muere casi en el acto. Era un disparo a muerte, no se iba a poder salvar.
–Ustedes se quedaron con las otras dos personas que estaban heridas.
–Sí, nos quedamos acá. Antes de morir, Rafael nos dice unas palabras: que él se quería quedar acá, que nosotros nos teníamos que ir. Nos empieza a hablar en mapudungun, la lengua nuestra. El último deseo de él era quedarse acá, ‘no me lleven, no me lleven, me quiero morir acá’, decía. Él ya sabía que se estaba muriendo, se puso pálido y enseguida dijo que no se iba a salvar. Nos empezó a dar palabras de aliento. Entonces nosotros nos quedamos y dos peñis fueron los que llevaron el cuerpo hasta la ruta. Sus últimas palabras fueron muy buenas para nosotros, y la charla que tuvimos antes, igual... Siempre él tuvo ese pensamiento de cuidar a su gente, siempre fue muy buena persona.
–El Gobierno dice que ustedes estaban armados y que hubo un enfrentamiento.
–No, nosotros nunca usamos armas, lo único que por ahí usamos son piedras, para defendernos nomás. Somos mapuches, eso tiene que quedar bien claro. No somos guerrilleros, no somos terroristas como nos quieren decir, nosotros protegemos un pedazo de tierra, o recuperamos nuestro derecho justo y ancestral, que no tiene nada que ver con una guerrilla o terrorismo. El Estado usa grandes medios para la represión, porque de esa manera avalan una muerte, avalan que digan que son todos sucios los pibes de un barrio o que son delincuentes, y así consiguen el aval para matar a una persona humilde. 
–¿Pueden negociar con Parques Nacionales un manejo conjunto del territorio?
–No, eso nunca va a negociarse. Hay una mesa de diálogo, pero Parques nos mandó a matar a un peñi. Cien por ciento responsabilidad de la muerte de Rafael es Parques Nacionales, (Patricia) Bullrich y (Mauricio) Macri. Ellos alimentaron esto.

EL PAÍS 13 de diciembre de 2017 · Actualizado hace 9 min Eduardo De la Serna, Cura en Opción por los Pobres "Un gobierno anticristiano"

El teólogo y coordinador del Grupo de Curas en la Opción por los Pobres, Eduardo de la Serna, cuestionó al gobierno de Mauricio Macri por utilizar “la mentirosa excusa de ‘la pesada herencia’” para “golpear impunemente los bolsillos, la salud y las esperanzas” de los jubilados y de los sectores más vulnerables de la población. “No recuerdo un gobierno democrático más anticristiano que éste”, consideró el teólogo, para quien por esto días “el pan nuestro de cada día (es) algo que falta cada vez más en las mesas, mientras en otras pocas rebalsan el sushi y el champán”.
La dura crítica de quien también fuera integrante del movimiento de curas tercermundistas fue hecha a través de una carta pública dirigida a los funcionarios y legisladores del oficialismo, a propósito de la reforma previsional que recortará el poder adquisitivo de jubilados, pensionados y beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH).
En el texto, De la Serna cuestionó a los diputados de Cambiemos por haber utilizado “la mentirosa excusa de la ‘pesada herencia’” para seguir “golpeando impunemente los bolsillos, la salud, las esperanzas y alegrías de la mayoría”. “El test que nos propone Jesús es nuestro obrar frente al pobre, por lo cual es evidente que ustedes han quedado reprobados en la materia, aunque griten como lo hicieron ayer”, agregó en alusión al escandoloso plenario de comisiones que ayer le dio dictamen al paquete de reformas de oficialismo.
El texto completo de la “Carta abierta a los funcionarios oficialistas que se dicen cristianos”:
Me dirijo a usted atento a su pública profesión de fe cristiana (católica o no). Sabrá usted bien que “ser” cristiano no es lo mismo que “proclamarse” tal. Ya lo decía Jesús, que de esto de ser o no de su grupo parece saber bastante: “No todo el que me diga: ‘Señor, Señor’, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial” (Mt 7:21). De vivir coherentemente con la propuesta de Jesús se trata, no de “hablar”. Aquello de –res, non verba-, para decirlo en latín.”
No se trata de “lo que decimos ser” sino de cómo vivimos. El genocida Jorge Rafael Videla decía ser cristiano, e incluso participaba de los sacramentos, y recitaba el Credo. El mismo que solemos proclamar periódicamente. Pero nuestra fe no era la misma. No creo en un Dios que reclame sangre, que quiera muertos en el altar de la patria. Debo decir que soy ateo de ese Dios.
Usted sabrá bien que Marx afirmaba que “la religión es opio del pueblo”,  y luego de él lo repitieron, con menos hondura, debo decirlo, otros muchos. Ciertamente no estoy de acuerdo con el dicho si lo entendemos como una suerte de “dogma”, pero sí podemos reconocer que la religión puede ser opio del pueblo, y muchas veces lo ha sido (y es). Si la voluntad de Dios, esa a la que Jesús nos convoca, es dejarlo “reinar” entre nosotros (por eso de lo que él ha llamado “reinado de Dios”) es sabido que Dios “reina” allí donde se vive “el derecho y la justicia”. Es que de ese modo, todos podemos ser y vivir como hermanxs.
El gobierno al que ustedes pertenecen ha hecho todo lo contrario; ha puesto en práctica aquello de “hijos y entenados”. Hijos son aquellos para los que ustedes gobiernan, y entenados son aquellos –la inmensa mayoría, debemos reconocerlo– que quedan fuera, sobrantes, excluidos, desechables. Heridos al borde del camino, como grafica Jesús en una parábola. Con la mentirosa excusa de la “pesada herencia” siguen golpeando impunemente los bolsillos, la salud, las esperanzas y alegrías de la mayoría. El ejemplo de los jubilados, que no el único, es un buen gráfico de su insensibilidad ante el dolor.
La voluntad del Padre de Jesús y “Padre Nuestro” es que todos tengan “el pan nuestro de cada día”, algo que falta cada vez más en las mesas, mientras en otras pocas rebalsan el sushi y el champán.
Usted se proclama cristianx. Incluso es probable que haya jurado “sobre los Santos Evangelios” y exclamado “que Dios se lo demande” si así no lo hiciere. El Evangelio no es un libro de dogmas, sino una "Buena Noticia” que pretende dirigirse especialmente a quienes desde el dolor están habituados a malas noticias: los ciegos verán, los leprosos serán limpiados, y los pobres tendrán la alegría de ver que su situación cambia. Y esto, no por un mágico derrame, o una supuesta mano invisible, sino porque los que se reconocen sus hermanxs comparten con ellos “el pan”.
San Juan de la Cruz, uno de los más importantes místicos de la historia de la Iglesia católica romana decía que “en la tarde, seremos juzgados en el amor”. Lutero, justamente escandalizado por el abuso con las indulgencias, se preguntaba dónde había quedado aquello que había dicho san Lorenzo de que “los tesoros de la Iglesia son los pobres”. Res, nos verba. De eso se trata.
No recuerdo en mi memoria un gobierno democrático más anticristiano que este. Y podría señalar decenas de cosas (muchas las señaló sabiamente Eugenio Zaffaroni en su carta al Secretario Avruj). El test que nos propone Jesús –ya lo sabrán, y lo hemos citado decenas de veces (Mt 25)– es nuestro obrar frente al pobre, por lo cual es evidente que ustedes han quedado reprobados en la materia, aunque griten como lo hizo ayer el jefe de bancada, aludiendo a la “pesada herencia” y mintiendo descaradamente.
Aquí, entonces, la razón de mi carta: ustedes se proclaman cristianxs, y no se me ocurren más que dos posibilidades sencillas. O empiezan a buscar realizar la voluntad de Dios, para la cual el pobre ha de estar en el centro, o abjuran de la fe que dicen profesar y –por lo menos– nos alivian a los que nos proclamamos cristianos, tener que explicar una y mil veces que cristiano no es el que dice serlo sino aquel/lla que su vida da testimonio de serlo.
“Otórganos, Señor, la sinceridad de descubrir la inconsecuencia de nuestro cristianismo: de predicar el amor y quedarnos dormidos. Si no queremos vivir como cristianos, que al menos tengamos la sinceridad de dejar de llevar tu nombre” (Luis Espinal, mártir en Bolivia, 1980).
Ese pequeño cambio, en el obrar o en el decir podría ser un buen regalo de Navidad para muchas y muchos, en especial para quienes en estas fiestas no tendrán motivos para brindar más que el hecho de saber que Dios sí está incondicionalmente de su lado.
Pbro. Eduardo de la Serna
Cura en la Opción por los Pobres

lunes, 11 de diciembre de 2017

EL PAÍS 11 de diciembre de 2017 · Actualizado hace 1 hora Andrés Ponce de León, decano de Derecho de la Universidad del Comahue “Estamos en un contexto represivo, eso está claro”

La Policía Federal ingresó el sábado por la noche a las residencias estudiantiles.
La Policía Federal ingresó el sábado por la noche a las residencias estudiantiles. 
El decano de la Facultad de Derecho de la Universidad del Comahüe, Andrés Ponce de León, criticó el accionar de la Policía Federal, que el sábado 9 a las 20.30 ingresó a las Residencias Estudiantiles de la esa Facultad y Ciencias Sociales rompiendo puertas y cerraduras e inmovilizando en el suelo y con precintos a estudiantes. 
"Este suceso es parte de un contexto político más amplio, es la cuarta vez en el año que hay una irrupción de fuerzas públicas en territorio universitario. Este caso lo justificaron por un tema de drogas pero sentimos que es una excusa para ingresar", consideró Ponce de León.
El nivel de abuso de las fuerzas fue tal que una de las estudiantes se encontraba, al momento del operativo, en el baño duchándose y la policía ingresó al baño para detenerla sin permitir que se vistiera. 
"Nos llamó la atención el nivel de violencia y el despliegue con el que se llevó adelante este allanamiento. Entendemos que tenía orden del juez, pero con lo que se presentaron era un oficio firmado por el Secretario, esto es lo que estamos intentando corroborar", adelantó Ponce de León a FM La Patriada.
El decano consideró que “estamos en un contexto represivo” y que “eso está claro para todos”. “Se intenta imponer un nuevo actor que hasta ahora, dentro del ámbito universitario, no existía, es decir las fuerzas armadas no tenía lugar dentro de las universidades. La gravedad tiene que ver con este nivel de lo político y lo represivo, sobre todo en el ámbito universitario", añadió.
Por otra parte, la Federación Nacional de Docentes, Investigadores y Creadores Universitarios condenó el hecho, al que calificó de “grave”. “No dejaron entrar a las abogadas, violando el derecho constitucional de defensa y no pidieron autorización a la Universidad, violando la autonomía universitaria”, indicó la Conadu en un comunicado.
“Evidentemente nos enfrentamos a la militarización de la Patagonia por parte de las autoridades nacionales y provinciales en defensa de los predadores de Vaca Muerta, las mineras; Benetton; Lewis y todos los terratenenientes”, señaló la Federación, en relación a los casos de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel, sumados a los diversos operativos represivos contra trabajadores en el sur del país.

DEMODURA

DEMODURA

sepia.

las formas del mar abierto.
testigos, historias, botines de antes.
duelen las batallas hoy.
corazón que parió hijos.
soñé tantas veces con unir besos hijos.
como cascadas cayeron mis hombrías.
como agua en el cuenco tantos ojitos miraron.
te hamacabas, el viento se sentaba en tus rulos.
mediodía, casi tarde que empuja la vela roja.
y todo fue una larga casita de ladrillos a la vista.
una linda casita de tejas rojas.
un desandar hasta vos, azulcita de jardines suburbanos.
cuando pintábamos esa paredes bonitas para vos.
aycitos de los pájaros que pasaban.
ardíamos por vos.
duelen las batallas de ayer.
hoy.
GB